Entre los valores de Patek Philippe que más nos gusta destacar en Relojes Especiales se encuentra la exclusividad.
Lo cierto es que esta manufactura siempre se ha caracterizado por la producción de unidades en pequeñas cantidades: los modelos con referencias más numerosas apenas superan varios centenares, e incluso hay algunos modelos que son únicos. Por eso muchas de las piezas de Patek Philippe se consideran obras de arte y se han llegado a convertir en objetos de culto.
Si a eso le sumamos el cuidadoso y minucioso proceso que esta manufactura sigue en la elaboración de todas y cada una de las piezas de sus relojes, además de unos exhaustivos controles de calidad, el valor de la exclusividad adquiere más relevancia si cabe.
Por otra parte, la exclusividad de los relojes Patek Philippe se basa también en la amplia y variada oferta de movimientos, con la producción de más de 200 modelos en series limitadas o muy pequeñas, 40 de las cuales son modelos que incorporan una o varias complicaciones. De ese modo, cada una de las piezas adquiere ese carácter único y distintivo que la hace especial. 
Muchos de los relojes requieren de la participación de maestros artesanos y de gran cantidad de operaciones durante su fabricación. Todos estos procesos se coordinan y ejecutan con sumo cuidado para no salirse de los cánones de estética y funcionalidad que rigen Patek Philippe manteniendo también su alto nivel de exigencia en materia de prestaciones técnicas.
No sorprende, entonces que haya quien esté dispuesto a aguardar largo tiempo para recibir una pieza tan exclusiva, en especial cuando el modelo viene dotado de espectaculares complicaciones. Porque igual que para su propietario, para Patek Philippe la fabricación de cada uno de estos relojes implica gran dedicación y recibe el toque personal de las expertas manos de los artesanos de la manufactura suiza.