SIHH

El SIHH 2016 da un paso más para ser verdadera Haute Horlogerie

El SIHH (Salon International d’Haute Horlogerie) se celebra cada año desde hace veintiséis en Ginebra, justo antes de la mucho más populosa (¿se podría decir también popular?) feria de Baselworld. La principal diferencia entre ambas ferias, aparte de los expositores, es que a Ginebra sólo se asiste por invitación, no puedes sacar entradas. Y esto es así porque inicialmente este salón estaba impulsado –y financiado- por el potente grupo Richemont y sólo invitaba a los distribuidores de sus marcas, algunos periodistas y un selecto grupo de clientes con intención o al menos potencial de compra.

SIHH-2016En 2016, veinticinco años después de esa primera edición, el grupo de expositores se ha ampliado no sólo con otras grandes marcas ajenas al grupo como Audemars Piguet, Parmigiani o Richard Mille, sino con una constelación de independientes más modestos (comparativamente hablando) que en los últimos años habían ido tomando posiciones en suites de lujosos hoteles de Ginebra durante las fechas de celebración del certamen con la clara intención de aprovechar el tráfico que éste generaba.

Plano_sihh_2016Así pues, por primera vez en su historia, y coincidiendo con un cambio de imagen, el SIHH ha dispuesto el “Carrè des Horlogers”, un espacio efectivamente cuadrado a modo de plaza donde nueve de los nombres más sonoros del panorama relojero independiente han mostrado no sólo sus novedades sino también sus capacidades: Christophe Claret, DeBethune, H. Moser&Cie, Hautlence (que pertenece al mismo grupo que Moser, lo que hace a ambas marcas menos “independientes”), HyT, Kari Voutilainen. Laurent Ferrier, MB&F y Urwerk.

SIHH-2016- HyTLas presentaciones se han sucedido de una forma absolutamente programada, y para ello se ha provisto a cada visitante (al menos a los relacionados con Prensa) con una tarjeta personal e intransferible -con nombre y fotografía- codificada específicamente para los eventos a los que se le había convocado, siendo imposible acceder a una sala de prensa en la que no se le esperase. Por otra parte, cabe decir que una vez dentro del recinto (y del horario) del Salon uno puede desayunar, comer o tomar tentempiés a cualquier hora del día, todo de excelente calidad y a cargo de la organización, de manera que las pocas esperas entre visitas se hacen mucho más fáciles de sobrellevar.

SIHH-kioscoAl igual que en Baselworld, el visitante tiene acceso a un amplísimo quiosco de revistas de todas las partes del mundo que puede llevarse gratuitamente, lo que necesariamente genera un peso adicional en cualquier maleta… a menos que se utilice el servicio de paquetería que estratégicamente se ha situado junto a la zona de Prensa y que por cortesía otra vez del Salon proporciona unos vales (vouchers) para poder enviar sin cargo un paquete de hasta siete kilos a cualquier parte. Más números: 24 expositores contando los 9 independientes, 40.000 m2 de exposición y 15.000 visitantes de los que 1.500 son periodistas.

Este año (no sé los anteriores) se han presentado novedades como si no fuera a haber un mañana: una media de diez por cada miembro del grupo Richemont da para mucho, de manera que será cosa de empezar con ello antes de que dejen de ser eso, novedades.