Vertical Double Tourbillon

Peter Speake-Marin presenta sus novedades en Baselworld 2015

Inicialmente orientado a la joyería, Peter Speake-Marin acabó graduándose como relojero en el Hackney Technical College de Londres en 1985, de donde su interés por la relojería lo llevó a Neuchâtel, Suiza, para ampliar estudios en la prestigiosa WOSTEP. De vuelta a Inglaterra, recibió la oferta de organizar y dirigir el taller de reparaciones de Somlo Antiques en su tienda de Piccadilly, donde tuvo ocasión de aprender cómo trabajaban los antiguos maestros relojeros precisamente reparando sus obras. Después de siete productivo años, en 1996 regresa a Suiza para incorporarse a Renaud & Papi, la prestigiosa compañía creadora de las más sofisticadas complicaciones relojeras (ahora en la órbita de Audemars Piguet). Y finalmente, en el año 2000 abre su propio taller donde un año más tarde finaliza lo que será el Foundation Watch: un reloj de bolsillo con tourbillon y doble tren de ruedas que daría inicio a su primera colección, la Piccadilly, en recuerdo de sus años en los talleres de Somlo, un lugar clave en su formación y que sigue influenciando toda su obra.

Quince años y muchos modelos después, en Baselworld 2015 ha presentado sus últimas creaciones.

Velsheda by Speake-MarinBautizado como el impresionante velero de la J-Class construido en 1933 y todavía hoy en servicio, el Velsheda indica el tiempo mediante una sola aguja que atraviesa el centro del reloj, donde la rueda de «topping tool» emblema de Speake-Marin gira para indicar los segundos sobre una esfera lacada en varias capas. Los índices romanos están separados por graduaciones de cinco minutos agrupadas en cuartos y medias horas, recordando a los monoagujas de Meistersinger o, por poner un colega de la AHCI, de Aniceto J. Pita. Siendo Velsheda el nombre de un barco, el conjunto evoca un compás marino mientras que la caja de oro rosa está inspirada –en palabras del propio Peter- en los cronómetros de marina. Monta un calibre Máquina para cortar dientes de engranajeautomático Vaucher 3002, producto de la colaboración entre Speake-Marin y esta manufactura perteneciente a Parmigiani, con el rotor y los puentes acabados a mano. Este rotor, que tiene igualmente la forma de la rueda de una “topping tool”, (palabra a la que tengo que encontrarle una traducción para el español, pero que viene a ser una máquina para cortar los dientes de los engranajes) puede verse a través del fondo transparente. Los números: 28.800 alternancias por hora, 28 rubíes y 50 horas de reserva de marcha.

El tourbillon Dong Son presenta una esfera de oro de un milímetro de grosor, decorada con motivos hallados en unos antiguos tambores de bronce creados y usados por esta cultura establecida en el delta del Río Rojo de Vietnam entre el año 600 antes de Cristo y el 300 de nuestra era. Un minucioso Dong Son by Speake-Marintrabajo de precisión para reproducir fielmente unos motivos antiguos paradójicamente llevado a cabo con las tecnologías más modernas. En palabras de Speake-Marin: «El tourbillon es una de las cosas que más me gustan en relojería, no tanto por la precisión que aporta al calibre como por la vida que da a la esfera. Se muestra el tiempo en movimiento de una manera que un repetidor de minutos o una gran sonería no pueden ofrecer. Para mí, es algo profundo». El calibre es un automático con contrapeso de platino visible a través del fondo de zafiro que monta la caja Piccadilly de oro rosa de 38mm. Es una serie limitada a 8 ejemplares, en un claro guiño a la cultura oriental, especialmente la china, donde el número 8 es de buena suerte. ¿El precio? Alrededor de los 100.000 euros.

Y hablando del tourbillon, la estrella de esta edición de Baselworld ha sido el Vertical Double Tourbillon, una pieza de la que Peter habla con especial orgullo. Presenta dos tourbillones de 60 segundos montados sobre un único puente, cada uno equipado con su propio barrilete y tren de ruedas, Vertical Double Tourbillon by Speake-Marinvinculados por una especie de caja reductora llamada “ecualizador de marcha”, un ingenio que absorbe y compensa los posibles desajustes que puedan producirse entre ambos. Se trata de un par de ruedas concéntricas, una montada sobre la otra, cada una vinculada a uno de los torbellinos. Entre ambas se encuentra un pequeño muelle que tiene un extremo fijado en cada rueda. Cuando la marcha de ambos reguladores difiere el muelle se tensiona y obliga a recuperar un ritmo acompasado. La esfera esmaltada al horno con índices romanos se complementa con un indicador de reserva de marcha (70 horas) por encima de las doce y un indicador de día/noche a las seis. Todo ello en una generosa caja Piccadilly de ¡46 milímetros! de oro blanco o rosa en edición limitada a cinco ejemplares en cada metal, que costarán a sus afortunados poseedores alrededor de 250.000 €

Shenandoah by Speake-MarinFinalmente, el Shenandoah es la apuesta femenina de Speake-Marin. Perteneciente también a la J-Class, Shenandoah es el nombre de un antiguo velero que a su vez lo hereda de un río del Estado de Virginia (EEUU). Desarrollado íntegramente en la casa por su propio equipo de diseño, presenta unas formas que a mí me recuerdan vagamente a la Reina de Nápoles de Breguet, aunque en este caso no se han complicado la vida y todos los movimientos de Shenandoah son de cuarzo. Suizo, eso sí. Con una o dos zonas horarias, decoración con brillantes o sin ellos, varios tipos de esfera y la infinidad de correas disponibles, la variedad es amplísima y resultará difícil no elegir ninguno.

[envira-gallery id=»10014″]

Peter Speake-Marin produce alrededor de mil piezas al año, de las que unas 70 pertenecen al Cabinet des Mysteres, la versión más artesana de este creador, aunque todos sus relojes transmiten esa sensación de trabajo perfectamente ejecutado. Este año 2015 ha significado un salto adelante en muchos aspectos (producción, gestión, crecimiento…) que avalan la madurez de su proyecto, pero esto será objeto de otro artículo.

Por mi parte, confieso que tengo un Spirit en mi lista de muy-muy deseables…