El matrimonio formado por Aletta y Peter Stas es el fundador y dueño del grupo Frederique Constant, pero antes de eso ambos fueron altos ejecutivos de multinacional (ING y Phillips), lo que les da una visión global de los negocios y sobre todo de su implantación. Hace ya dos años decidieron que también ellos iban a estar en el mundo de los smartwatches, para lo que buscaron un socio en Silicon Valley con quien desarrollar su propuesta: un Horological Smartwatch ®, que ya adelanta su voluntad de diferenciarse de los relojes inteligentes al uso.
Y la principal diferencia entre este smartwatch y todos los presentados hasta ahora en que no es una pantalla de cristal oscuro donde puede aparecer cualquier cosa sino que se trata de un reloj analógico, con su esfera y sus agujas que funciona básicamente como un receptor y cuyos datos pasan al verdadero cerebro del conjunto: el smartphone, al que de ningún modo pretende sustituir. Desde mi punto de vista, y después de escuchar a Peter Stas, la jugada es maestra: no apuntan plantar cara a los sofisticados iWatch o cualquier otro aparato similar sino que su objetivo es mucho más cercano, abundante y «vulnerable»: los relojes de cuarzo, que con 21 millones de unidades representan el 75% de las exportaciones suizas. Como dice Mr. Stas «dentro de muy poco un reloj de cuarzo sin conexión dejará de tener sentido». Y es que las nuevas generaciones no acaban de entender la funcionalidad de un aparato -el reloj de pulsera- que sólo sirve para dar la hora, cosa que ellos consultan en… su smartphone.
Hay más diferencias con lo que entendemos por smartwatch: no tiene una entrada USB, ni de ningún otro tipo. La conexión con el teléfono es vía Buetooth y la alimentación es por pila, una enorme pila de 3 voltios que le concede una autonomía de más de dos años. O sea, que podemos olvidarnos del molesto cablecito.
A pesar de su apariencia «tradicional» la corona del Horological Smartwatch es meramente decorativa. Está soldada a la caja y lo único funcional en ella es el pulsador que sincroniza con la aplicación del teléfono. El motivo es que la puesta en hora es precisamente vía sincronización, de manera que si subimos a un avión en Europa y aterrizamos en América (o en cualquier huso horario distinto del de partida) la hora del reloj se ajustará automáticamente con la del teléfono la primera vez que se conecten. Y al segundo, por supuesto.
La esfera es deliberadamente sencilla en un reloj que apuesta por la estética clásica. Muestra una subesfera a las seis donde se ven dos escalas: una con los días del mes (el hecho de estar vinculado al del teléfono lo convierte en un calendario perpetuo) y otra centesimal donde se muestra el porcentaje de objetivos alcanzados. ¿Qué clase de objetivos?. Por ahora, el Horological Smartwatch de Frederique Constant presenta las siguientes funciones:
- Seguimiento de la actividad mediante MotionX®: Cuántos pasos se han dado, cuántas calorías se han consumido
- Seguimiento de la actividad mediante SleepTracker®: Cuántas horas se ha dormido
- Alarmas de ciclo de sueño: Podemos indicar al reloj la hora en la que queremos despertar y él decidirá cuál es el mejor momento dentro de una franja predeterminada para aprovechar los ciclos de sueño detectados por el reloj.
- Alertas Get-Active
- Sincronización de día y fecha
- Copia de seguridad y restauración de MotionX® en la nube
El motor de fusión de sensores patentado por MotionX® lleva a cabo un seguimiento de los patrones de actividad y sueño. Su algoritmo se basa en miles de datos recogidos de estudios previos, por lo que puede ayudar al usuario a mejorar sus propios hábitos y con ello su calidad de vida.
«Nos pasamos un tercio de nuestras vidas durmiendo, pero la mayoría de la gente no tiene ninguna comprensión de sus propios hábitos de sueño», explica Philippe Kahn, fundador y consejero delegado de Fullpower. «La MotionX-365® Horological Smartwatch Open Platform es un gran paso adelante que cambiará por completo lo que sabemos de nuestro comportamiento durante el día. Se basa en el seguimiento y el análisis de más de 100 millones de noches de sueño y en muchos años de I+D de la biomecánica del movimiento natural de los humanos. Tanto si uno está despierto como dormido, el Horological Smartwatch de Frederique Constant da información precisa de seguimiento de la actividad y el sueño utilizando tecnología de detección avanzada y patentada. Además, ¡no hace falta cargarlo!».
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Aunque esto no es lo principal: MMT va mucho más allá y se propone llevar su standard a toda la industria vendiendo su know-how a las distintas marcas relojeras para que la plataforma MotionX-365® Horological Smartwatch Open Platform se convierta en referencia creando un nuevo nicho de mercado, algo así como los geeks románticos. De momento ya se ha adherido Mondaine (con un modelo igualmente acertado, en mi opinión) y hay varios candidatos a punto de decidirse. Además, el hecho de poder almacenar los datos en la nube permite no sólo reponerlos en cualquier terminal (por pérdida o actualización) sino también añadir nuevas funcionalidades al reloj según vayan apareciendo. Y así será: según sus impulsores, ya hay definida una hoja de ruta para los próximos 5 años.
El Horological Smartwatch de Frederique Constant y de Alpina (marca perteneciente al grupo) tendrá un precio por debajo de los mil euros en su versión de acero y correa de piel y las versiones con armis (Alpina) o chapadas en oro subirán poco por encima de esa barrera.
Su presentación oficial será en Baselworld 2015 y estarán disponibles a partir de Junio de este mismo año.
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