Historia de A. Lange & Söhne

Historia de A. Lange & Söhne, la relojería en alemán

La confirmación de que la manufactura alemana también tiene algo que decir en la historia de la relojería se escribe con un nombre: A. Lange & Söhne. Singularidad y precisión excepcionales son los ejes de esta firma alemana que comienza su andadura en Glashütte, Sajonia (Alemania) en 1845 de la mano de un maestro relojero, Ferdinand A. Lange. A. Lange & Söhne diseña y elabora suspropios mecanismos en un reducidísimo número de piezas al año lo que potencia que sea una de las marcas más apreciadas a nivel mundial.

En la historia de A. Lange & Söhne destacan una serie de mejoras en el arte de la relojería que supusieron una ruptura con muchas de las técnicas tradicionales. Entre sus innovaciones, la marca construye instrumentos de medición hechos a mano e introduce los tornos volantes que mejoraron grandemente la calidad de las piezas. En 1864 incorporó la platina de tres cuartos (Dreiviertel-platine) que posteriormente se convirtió en un elemento distintivo en los relojes Glashütte. La marca también trabajó en el diseño exacto de movimientos, cálculos y tablas de conversión entre la línea francesa de relojería y el sistema métrico.

La segunda mitad del siglo XIX marcan una época gloriosa para la historia de los relojes A. Lange & Söhne al estimular el imperio alemán la demanda de mercancías de lujo. Personalidades y políticos de la época llevan A. Lange & Söhne y la producción de cronógrafos de bolsillo de trinquete volante se extiende. Con la I Guerra Mundial el mercado de relojes de lujo se vio fuertemente afectado pero A. Lange & Söhne logró sobrevivir gracias a la producción de cronómetros marinos de alta precisión. Posteriormente fue una de las cinco firmas alemanas que hizo los B-Uhr o relojes de observador para los pilotos de la Luftwaffe en la II Guerra Mundial. La contienda internacional se saldaría con los talleres de la marca bombardeados y destruidos en su totalidad. Tres años después, se procedía a su nacionalización para ser parte de la empresa estatal VEB Glashütter Uhrenbetriebe o GUB. La guerra fría marcará una pausa en la A. Lange & Söhne que partir de 1951 deja de grabar el nombre de la marca en las esferas de los relojes.

Tras la reunificación alemana, en 1990, Walter Lange relanza la marca y comienza una nueva etapa dentro de la compañía. La primera colección que retoma la firma tradicional A. Lange & Söhnen se presenta en 1994 de la mano de una emblemática pieza, el Lange 1, el primer reloj en incorporar una fecha extra grande en la esfera. El modelo fue un éxito inmediato por la combinación de su calibre de alta clase y su nuevo diseño descentrado de la esfera. En el año 2000 A. Lange & Söhne pasa a formar parte del grupo de artículos de lujo Richemont con sede en Ginebra (Suiza).

En estos años, A. Lange & Söhne ha elaborado piezas exclusivas y de extraordinaria precisión artesanal abriendo sucursales en numerosas ciudades del mundo. Dentro de los modelos de relojes A. Lange & Söhne más destacados o emblemáticos se encuentran los de la familia Lange (Lange 1, Tourbillon Perpetual Calendar, Time Zone, ), Saxonia (Thin, Dual Time, Annual Calendar, Langematik Perpetual), Richar Lange (Pour le Mérite, Tourbillon, Perpetual Calendar), 1815 (Up/Down, Tourbillon, Rattrapante Perpetual Calendar), Zeitwerk (Striking time, Handwerkskunst, Zeitwerk) y un grupo que incluye obras maestras incomparables (Double Split, Grand Complication). Todos estos nuevos diseños presentan una mejora en la estabilidad y precisión e innovaciones como los espirales del volante de fabricación propia o el mecanismo de reajuste de tensión. También funciones como el Zero-Reset y la parada del secundero. A. Lange & Söhne también es conocida por sus cronógrafos como el Datograph –del grupo de obras maestras- que incluye un indicador de la reserva de marcha y un sistema de oscilación propio.

Todos los relojes A. Lange & Söhnen llevan mecanismos mecánicos y, con pocas excepciones, la mayoría de cajas son de oro o platino. Como manufactura relojera desarrolla, produce y ensambla todos sus movimientos, construidos con una aleación de cobre y níquel a diferencia del latón niquelado empleado en los movimientos suizos. Esto le brinda una coloración y brillo característicos. La singularidad de sus exclusivas piezas hechas a mano con precisión excepcional han permitido a la marca situarse en la cima de la alta relojería internacional y competir muy de cerca con otras marcas de relojes de lujo.

Curiosidades

  • A. Lange & Söhne sólo produce 5000 relojes al año.
  • Noventa años después de su presentación, el tourbillon centenario de Emil Lange fue subastado por 1.5 millones de marcos.
  • El modelo Grand Complication de A. Lange & Söhne demora un año en hacerse e involucra 876 piezas hechas a mano, 7 complicaciones y 14 funciones. Sólo se hacen 6 ejemplares y tienen el precio de $ 2,6 millones. El mayor precio alcanzado hasta el momento por un reloj.
  • El modelo 1815 Rattrapante Perpetual Calendar ganó dos Grand Prix d’Horlogerie de Genève en 2013 y se convirtió en el primer reloj no suizo en ser premiado en esta categoría en la historia de la competición.
  • A diferencia de otras grandes marcas de relojería no cuenta con embajadores de alto perfil.

 

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