La increíble historia del hallazgo de movimientos NOS (New Old Stock) en un contenedor de basura.
Cuando hacemos un viaje largo por carretera siempre llega el momento de detenerse para comer. Imagínate que estás instalado en la mesa del restaurante y ves a través de la ventana cómo un coche se detiene junto al contenedor de basuras y su conductor se dedica a depositar en él una serie de cajas con aspecto antiguo. Cuando el coche se marcha y tú has terminado de comer la curiosidad te lleva a ver qué es lo que han tirado en ese contenedor. Hay efectivamente cajas. Cajas de cartón marcadas LACHER & CO y bastantes de ellas con inscripciones manuscritas. Seguro que tienen que ver con algo que conoces, así que lo mejor será abrir alguna para hacerse una idea de lo que contiene… suena interesante ¿no?
Al abrirlas encuentras viejos mecanismos y componentes de relojería nuevos sin usar, movimientos completos… todo ello acompañado de documentación manuscrita fechada a finales de 1944. ¿Qué harías? Desde luego recogerlas todas y ponerlas a salvo del reciclaje, y después recabar información de algún experto sobre semejante hallazgo. Pues esto ha sucedido hace menos de un año en los alrededores de Pforzheim.
El final de la guerra fue trágico para Pforzheim
Durante la Segunda Guerra Mundial Pforzheim fue bombardeada varias veces, pero el raid más importante y una de los bombardeos más devastadores de la Segunda Guerra Mundial fue llevado a cabo por la Royal Air Force ( RAF ) en la noche del 23 de febrero de 1945. Alrededor de un cuarto de la población de la ciudad, más de 17.000 personas, murieron en el ataque aéreo y alrededor del 83 % de los edificios de la ciudad fueron destruidos. Los aliados creían que la ciudad era un centro de produccón de instrumentos de precisión para el ejército alemán y un nudo de transporte para el movimiento de sus tropas. (Fuente Wikipedia).
El lote de calibres y componentes ahora hallados fueron producidos poco antes de esta destrucción masiva de la ciudad y preservados en una de las pocas villas que se finalmente mantuvieron e pie. Hace un año el edificio fue vendido y la empresa encargada de su restauración empezó a vaciarla para iniciar los trabajos. Algunas de las esferas y componentes fueron hechos para el B-Uhr de 55 mm ( el big pilot ) y parece ser que el empleado pensó que eran radioactivas, por lo que decidió tirarlas a la basura en lugar de reciclarlas (reciclar el material radioactivo resulta caro). Se equivocaba, pero en este caso fue una suerte que decidiera obrar mal.
Los fabricantes eran LACHER & Co y DUROWE. Los componentes del Reloj de Observador (B-Uhr) iban destinados a la Deutschen Luftwaffe, y están disponibles como recambios. Los calibres completos están listos para ser montados en algún proyecto interesante. Torsten Nagengast es ahora el afortunado propietario de semejante tesoro y lo ofrece a quien quiera comprarlo.