Pisando fuerte. Así se podría resumir cómo ha entrado esta nueva firma al mercado, nada menos que ofreciendo el reloj de pulsera más complicado jamás creado en Holanda.
Tras 4 años de desarrollo e investigación vio la luz el GTM-06, un repetidor de minutos con tourbillon.
Seis meses de cuidadoso trabajo son los necesarios para su construcción, montaje y regulación. Se trata de una edición limitada a 10 piezas en oro (325.000 €) y 10 en platino (385.000€).
La historia relojera de Grönefeld no comienza con la creación de la firma Grönefeld Exclusive Timepieces. Hay que remontarse casi un siglo atrás y situarse en la localidad de Oldenzaal, en Holanda. Es allí donde Johan Grönefeld, el bisabuelo de los actuales relojeros, Bart y Tim Grönefeld, comenzó su carrera en 1.912. Tanto Bart como Tim tuvieron una amplia formación en Suiza, y en poco tiempo demostraron ser especialistas en relojes con este tipo de complicaciones.
El dial es el propio movimiento y deja a la vista tanto el tourbillon como los martillos de la complicación de sonería, siendo esto último una decisión muy acertada, ya que permite disfrutar de esta complicación no solo con el sentido del oído sino también con el de la vista.
La presentación se realiza en una caja acabada a mano y lacada en negro piano que contiene dos estantes forrados en cuero. En uno de ellos se muestran el reloj, las instrucciones y una lupa de 40 aumentos. El estante inferior contiene dos cortadores de puros y un mechero Davidoff lacado en negro.
Características:
Calibre: basado en un movimiento Christophe Claret, con un total 365 partes
Frecuencia: 18.000 a/h
Caja: En oro rosa (10 uds.) o platino (10 uds.). El diseño de las asas permite mejorar la acústica.
Medidas: 44mm de diámetro, 11,5mm de grosor
Correa: Piel de cocodrilo con doble cierre de mariposa