Relojes Especiales te muestra el Glashütte Original Sixties Panorama Date

Glashütte Original Sixties Panorama Date

Vaya por delante que soy un fan de Glashütte Original, algo que condiciona mis apreciaciones y que admito que puede afectar mi objetividad. Advertido esto, diré que es muy posible que dentro de un tiempo me arrepienta de no haber comprado el Glashütte Original Sixties Panorama Date con la esfera verde en 2018 (único año en que se ha producido), y que cuando pueda ir a por él los precios de mercado se hayan incrementado por aquello de la exclusividad. Pero a la hora de escribir este artículo, principios de 2019, tengo demasiados frentes abiertos como para siquiera planteármelo.

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Estoy hablando concretamente del modelo 2-39-47-04-02-04, que así leído suena un tanto triste aunque proporcione un montón de información a quien sepa leerla: fecha panorámica (2) calibre 39-47, esfera verde (04) Sixties en acero (02) y con correa de piel (04). Yo prefiero llamarlo Glashütte Original Sixties Panorama Date, una expresión que para algunos seguirá siendo igualmente un misterio mientras que a otros nos sonará a música celestial. Pertenece a la exitosa colección Sixties, que junto a la Seventies ha “popularizado” la marca entre un público más amplio de aficionados, que ha descubierto que hay vida interesante más allá de las marcas suizas.

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Una de las cosas que más aprecio de Glashütte Original es que, a diferencia de alguno de sus vecinos de la población relojera de Glashütte (Baja Sajonia) y de la gran mayoría de marcas suizas, se ha atrevido a poner Alta Relojería en cajas de acero. Porque Alta Relojería no son solo grandes complicaciones (como tourbillones o calendarios perpetuos, que los tiene) sino decoraciones y acabados de algunos de sus calibres realizados a mano, como el achaflanado de los puentes o el azulado de los tornillos que sujetan los distintos componentes.

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Y este Sixties es un ejemplo de ello: aun siendo un solo hora con fecha panorámica monta un calibre automático de manufactura, el 39 (¿es suficiente ser manufactura para ser considerado Alta Relojería?). El calibre 39 presenta además parada de segundero (al sacar la corona: ayuda a poner el reloj en hora con la precisión del segundo) y el módulo de gran fecha con dos discos concéntricos, una patente de Glashütte Original que, por cierto, acaba de caducar y está ahora a disposición pública. Veremos lo que tardan en aparecer modelos de la competencia con esa característica. Recalco lo de discos concéntricos porque son los que quedan a la misma altura y hacen innecesaria la partición de la ventana…

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Algo que diferencia a la relojería alemana (y que es común entre ella) es la pletina de tres cuartos: a diferencia de la tradicional construcción suiza por “puentes” que sujetan los distintos elementos del calibre, los movimientos alemanes –y principalmente de Glashütte- presentan una “tapa” que literalmente los cubre en sus tres cuartas partes, mientras que la que queda a la vista contiene el órgano regulador o conjunto volante-espiral. En el caso del calibre 39 –como en casi todos los que forman parte del catálogo de Glashütte Original– el ajuste fino de la marcha de ese volante se realiza mediante un muelle en forma de (y llamado) cuello de cisne. Esta construcción de tres cuartos se emplea desde 1864 y asegura un funcionamiento más estable de todo el mecanismo.

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La caja, de acero, tiene unas formas clásicas y pese a sus 42 mm de diámetro se adapta bien a una muñeca de 18 cm de circunferencia. Esto es gracias al diseño de las asas, que toman una curva parece que bien estudiada para que, siendo un reloj grande para ser clásico, se asiente sin problemas incluso en muñecas de menor tamaño. Frente a lo que suele ser habitual, no hay partes matizadas, el pulido de todo el reloj es a espejo. El cristal, de zafiro, es abombado, lo que contribuye a darle al reloj ese aspecto vintage que titula a la colección donde se inscribe. También es de zafiro, aunque no abombado, el cristal que cierra el fondo de la caja dejando a la vista el calibre 39, con su masa oscilante calada en oro de 21 kilates.

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La correa es la segunda cosa más importante en la estética general de un reloj, y he visto casos en que magníficos relojes quedaban un tanto apagados por culpa de una correa deficiente. Afortunadamente, en Glashütte Original son perfectamente conscientes de esto y el Glashütte Original Sixties Panorama Date se presenta acompañado de una magnífica correa de Barenia (becerro con un tratamiento especial) que redondea perfectamente el conjunto. Opinión personal, desde luego. La hebilla es igualmente de acero pulido.

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Las esferas del Glashütte Original Sixties Panorama Date suelen ser de color negro, blanco nacarado o azul, y en 2015 se lanzó una serie limitada –Iconic- de 25 sets o juegos, compuestos cada uno por cinco relojes cuyas esferas, todas diferentes, eran un auténtico recorrido por el saber hacer de la manufactura. Porque hay que recordar aquí que Glashütte Original dispone de su propia manufactura de esferas, sita en Pforzheim, heredera de la que fue proveedora de la Glashütte Uhrenbetriebe (la GuB) predecesora a su vez de la propia Glashütte Original. Fue precisamente a finales de 2015 cuando tuve el raro privilegio de visitar sus instalaciones. Y digo “raro privilegio” porque cuando estuve ahí era la primera vez que se invitaba a la Prensa, pero poco después se decidió eliminar esa etapa de la visita a la manufactura. Puse un reportaje aquí.

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Esos 25 conjuntos (exclusivos para las boutiques de la marca repartidas por el mundo) tuvieron un enorme éxito, del que Glashütte Original sacó dos lecciones: que las esferas de colores gustaban mucho… y que 25 unidades de cada eran demasiado pocas para la demanda generada. Ese es el motivo por el que para el año 2018 decidieron sacar un Sixties en color verde. ¿Serie limitada? Sí y no: no habría límite de unidades, pero el modelo solo estaría disponible durante el año 2018. En realidad son dos los modelos: este con gran fecha, de 42 mm, y el Sixties base sin fecha, más fiel al Spezimatic original, de 39 mm. Los relojes van numerados, pero no respecto a ninguna cantidad (es decir, no llevan la inscripción XX/XX sino solo XXX). Teniendo en cuenta que la producción de Glashütte Original (estimada, nunca confirmada por la marca) es de unos 15.000 relojes al año y que la unidad que yo he probado ostenta un número cercano al 3.600 podemos decir que el éxito ha sido igualmente grande: casi el 25 % de la producción… pero sigue siendo una suposición mía.

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Y esto nos lleva al principio de este artículo: ese color verde hipnotizante de la esfera (por cierto, terminada a mano, lo que hace a cada reloj único) es lo que me quita el sueño. No sé cuándo, pero en cuanto los astros se alineen convenientemente volveré a intentarlo.

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