Yann Gamard, presidente de Glashütte Original

Entrevistamos a Yann Gamard, presidente de Glashütte Original

La cita es en el piso 32 de la Torre Madrid. El día es lo suficientemente claro como para permitir la visión de los varios skylines de la ciudad y la terraza lo suficientemente elevada como para poner a prueba los distintos grados de vértigo de los convocados. Una puesta en escena impecable por parte de la agencia MRA nos dará la oportunidad de entrevistar a una de las personas con más peso dentro del Swatch Group pero que a la vez rehuye cualquier protagonismo: Yann Gamard, presidente de Glashütte Original.

Impresinante panorámica de Madrid
Con casi treinta años de servicio, se podría decir que Yann Gamard es un hombre Swatch. Miembro del comité de dirección del grupo desde 1998, presidente (CEO) de Glashütte Original, responsable de Swatch Group para Alemania y los países nórdicos (Dinamarca, Finlandia, Suecia y Noruega) y, por si fuera poco, se ocupa también del Centro de Distribución Europeo (EDC) y provisionalmente del mercado británico.

Relojes Especiales: ¿Cómo se pueden gestionar tantos cargos de peso en una empresa tan grande como Swatch Group?
Yann Gamard: En realidad yo no hago nada (risas) porque tengo la suerte de trabajar con unos equipos magníficos. Hablando concretamente de Glashütte Original, hay 750 personas maravillosas que hacen un estupendo trabajo, y es un placer ayudarles. Cierto que mi posición en el comité de dirección me da alguna ventaja en eso.

Relojes Especiales: Usted conoció al Sr. Hayek padre. ¿Cómo fue la decisión de comprar esta marca?
Yann Gamard: El Sr. Hayek tuvo el olfato de ver una manufactura en Glashütte Original cuando su matriz GuB (Glashütte Uhrenbetriebe) estaba recién salida de la oscura etapa soviética. Porque esta es la esencia del grupo: producción, “substancia” antes que ventas o apariencias: compró Breguet porque detrás había una manufactura como Lemania, o Blancpain porque integraba Piguet. Después de la caída del Muro de Berlín trabajaban en Glashütte cien personas, cuando antes de la Gran Guerra habían sido dos mil… Mr Hayek aplicó su genio (y, desde luego, los recursos técnicos y económicos del Grupo Swatch) a un diamante en bruto para sacar de él el brillo que vemos hoy.

Relojes Especiales: Hablemos del Calibre 36 y su espiral de silicio. ¿Les ha proporcionado alguna ventaja el hecho de que Nivarox –uno de los escasísimos fabricantes de espirales- sea parte del Grupo Swatch?
Yann Gamard: El silicio es un material extraordinario. Estoy absolutamente convencido de que si Breguet lo hubiera conocido hace doscientos años lo habría adoptado sin dudar. Bien, nosotros le pedimos a Nivarox una solución para nuestros calibres no sólo para el espiral sino también para el barrilete (el muelle real del Calibre 36 ofrece hasta 100 horas de reserva de marcha), siempre con nuestros propios diseños, y Nivarox nos ofreció un espiral de silicio específico y un barrilete cuyo muelle real está hecho de de un nuevo material (gimflex) que permite semejante autonomía en un barrilete de tamaño standard. Efectivamente, es la ventaja de trabajar mano a mano con una empresa puntera que está en tu mismo grupo.

El calibre 36 de Glashütte Original en todo su esplendorEl Excellenece, primero de Glashütte Original en montar el calibre 36

Relojes Especiales: ¿Van a aplicar estas mejoras a calibres de Glashütte Original ya existentes?
Yann Gamard: Nuestra mirada va siempre hacia adelante, de manera que los calibres anteriores van a quedar como están, pero desde luego que iremos aplicando estas mejoras en los calibres que están por venir. Cinco años atrás recibimos el encargo de probar un material completamente distinto para el espiral y aceptamos el reto precisamente porque somos una empresa de futuro y no nos importa experimentar. No funcionó, pero son precisamente este tipo de cosas las que te hacen mejorar.

Relojes Especiales: Es una incógnita que raras veces se despeja. ¿Cuál es la producción anual de relojes de Glashütte Original?
Yann Gamard (sonríe): Sí, es una pregunta que se repite muy a menudo y la respuesta es “nunca suficiente”. Nuestra capacidad de producción va por detrás de la demanda de nuestros relojes y es algo que puede llegar a generar cierta frustración, de manera que, mientras tratamos de solucionar esto aumentando nuestra plantilla, hemos reducido el número de nuestros puntos de venta, al menos hasta que logremos equilibrar la balanza. Pero, en fin, una respuesta más directa podría ser que un punto entre 18.000 y 24.000 relojes por año no es una idea descabellada.

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Relojes Especiales: La escuela de relojería Alfred Helwig –dependiente de la manufactura- forma a sus propios relojeros. ¿Todos los alumnos que terminan los estudios con éxito tienen trabajo asegurado?
Yann Gamard: Absolutamente. En realidad, no son suficientes porque es un aprendizaje laborioso. Después de los tres años de formación en la escuela pasan otros tres años de especialización en la empresa.Y no todos serán relojeros: hay cuarenta y cuatro profesiones dentro de la manufactura, desde micro-mecánicos a pulidores y resulta complicado tener todos los puestos cubiertos porque no puedes acudir al mercado laboral y buscar estas formaciones tan específicas: tienes que hacerlo in-house. Cuando yo empecé en Glashütte Original éramos unas trescientas personas, ahora somos más de setecientas y la necesidad de especialistas no deja de crecer.

Relojes Especiales: ¿Y todos los alumnos son originarios de Glashütte? como población, es relativamente pequeña.
Yann Gamard: No serían suficientes. Afortunadamente, la reputación de la manufactura atrae a muchos candidatos incluso de Alemania Occidental y de más allá: el año pasado recibimos una llamada ¡de un japonés! interesado en iniciar el curso. Nos dijo que hablaba japonés e inglés… mala suerte, porque las clases son en alemán. De acuerdo, respondió, me pongo a estudiar alemán y les vuelvo a llamar en dos años. Estamos esperando esa llamada (risas).

Apasionado por lo que hace

Relojes Especiales: Reputación, sin duda, pero ¿y la fama? Porque al final se trata de dar a conocer la marca al mundo. ¿Cuál es la estrategia?
Yann Gamard: Efectivamente, tenemos una muy buena reputación pero no tenemos fama porque nuestro mensaje se basa en la excelencia discreta, más en la técnica que en los diamantes o los metales preciosos (Glashütte Original es prácticamente la única marca de Alta Relojería que produce regularmente relojes en acero). Estamos en la substancia y ese es el precio que pagamos. Ser alemán es una ventaja, y si Volkswagen no comete más errores lo seguirá siendo en el futuro (risas). Somos una alternativa al Swiss Made y orgullosos de ser una alternativa, porque los consumidores de relojes suizos de cierto nivel saben que estamos ahí y en algún momento querrán conocernos. Nuestro mensaje es manufactura, manufactura y manufactura. Todos nuestros clientes importantes han sido invitados a la manufactura, editamos libros y películas y tenemos una red de boutiques propias que transmite una idea de exclusividad sin estridencias. Y el precio. Nuestros precios son realistas y se basan en el producto antes que en el marketing. Fíjate en esta maravilla (me muestra su Panomatic Inverso): Alta Relojería por doce mil euros. Nadie de la competencia puede ofrecerte algo ni parecido. No tenemos embajadores, no hemos ido a la luna o bajado al fondo del océano, pero sabemos que cuando veas nuestra manufactura habremos ganado tu corazón.

Glashütte Original Panomatic Inverso

Más información en nuestro foro:
Visita a la manufactura, parte I
Visita a la manufactura, parte II