Siguiendo con la entrañable historia que os relatábamos hace unos días vinculada al Rolex Submariner y a sus primeras épocas, nuestro actor, José Luis, curiosamente se hizo con un reloj que en su día no era ni de cerca lo que es hoy, pero lo eligió en vez del prestigioso Day Date y Datejust. Una decisión inusual que no tuvo nada que ver con la diferencia de precios. Hoy en día es difícil encontrar piezas como esta que provengan de la misma familia que la del comprador original y más cuando esta persona es conocida y reconocida.
El Rolex Submariner protagonista de nuestro relato, como ya os adelantamos, es este:
Un bello “Small Crown” 6536/1, un reloj al alza, del que hay muy pocas piezas que sobreviven hoy, mucho menos en unas condiciones tan buenas. Es un reloj muy disfrutado, con una pátina increíble.
El “Small Crown” debe su nombre al tamaño de la corona, 5,7mm (6536) o 6mm (6536/1 y resto), pequeña comparada con el “Big Crown” y sus 8mm de corona.
Ambas tipologías forman lo que hoy se podría denominar como “Submariner Bond”, por la aparición de uno de ellos, un 6538, en la película del Agente 007 “Dr. No” de 1962.
Mi particular homenaje al Submariner Bond de Dr. No:
El 6536/1 es heredero del primer Submariner de la historia, el mítico 6204, al que siguieron dentro de la familia “Small Crown” el 6205 y 6536. Un 6204 es todo un evento, aquí uno (foto LunarOyster):
Los “Big Crown” pasan por ser los relojes más deseados de entre todos los Submariners. Simplemente mencionar sus referencias produce escalofríos a los fanáticos de la marca: 6200, 6538 (contemporáneo de nuestro 6536/1) y 5510. Estos tres Submariners copan la lista de deseos de los fervientes admiradores del Submariner y coronan (nunca mejor dicho) las más grandes colecciones de Submariners del mundo.
Un 6538 increíble (Foto Paul Boutros):
Y el no menos raro, 6200 (Foto HQMilton):
En otra oportunidad escribiré en detalle acerca de otra familia más de Submariners “Small y Big Crown”, la de Tudor, parecida a la de Rolex, pero aún más rara.
Big Crown Tudor:
Volviendo a nuestro reloj protagonista, el Rolex Submariner, cabe destacar la esfera y agujas, lo mejor de la pieza.
La esfera ha adquirido una pátina dorada en los índices y gris oscura en las agujas. La esfera en sí ha dejado de ser brillante dando paso a un tono casi mate y con un ligero tono marrón que empieza a ser tropical.
Tal como debe ser, el índice de las 6 es más claro, una manera de orientar el reloj en caso de condiciones de poca visibilidad. Su brillo era mayor que el del resto de índices.
Aún hoy, cuando el material ya no reacciona a la luz, ese índice de las 6 todavía se excita con la luz oscura.
La leyenda de la profundidad ha adquirido una tonalidad gris oscura, que contrasta con el color blanco que llevaba de origen.
Las demás grafías son doradas y no van pintadas, sino son del mismo latón de la esfera, resaltadas por medio de un proceso galvánico durante la elaboración de la esfera.
Las agujas son también de latón, con una gran pátina que las ha oscurecido hasta un tono oro viejo. El material radiactivo como he dicho está gris, en determinados ángulos se ve casi negro.
La aguja segundera va pintada de blanco, de nuevo un detalle para dotar de más visibilidad a la marcha del reloj. Hay dos tipos, la normal y la lollipop o con círculo grande como ésta. Es la más bonita en mi opinión.
Encontrar un «Small Crown» con las agujas originales es todo un logro, ya que es virtualmente imposible conseguir unas en estos días.
El cristal ha sufrido grietas o “cracks” internamente, fruto de la exposición prolongada a la radiación. Estas grietas no llegan a la superficie ya que ésta es perfectamente lisa. Es un efecto muy bonito llamado “icing”. Le voy a poner un cristal nuevo original y conservar este que bien podría ser el original del reloj.
Índices de radio:
Los cracks en el cristal acrílico, que lo hacen más original. No es difícil encontrar un plexi nuevo, pronto cambiaré el original para evitar riesgos de fractura:
Es increíble, pero ¡ninguna de esas grietas llega a la parte externa del cristal!
La caja tipo hamburguesa, con esa carrura delgada flanqueada por una tapa trasera redonda y un cristal abombado además de carecer de protectores de coronas le confieren ese carácter clásico y elegante. Con unas medidas perfectas para mi gusto con sus 37,5mm.
El perfil de la caja hamburguesa:
Y una caja hamburguesa extrema:
Evidentemente el reloj ha sido pulido, pero aun pudiendo darle un repaso para recuperar el biselado no lo he querido hacer para no perder más acero. Además, así lo llevaba su anterior dueño y quiero conservarlo intacto (salvo el cristal, pero eso es por protección del reloj).
Los Submariners Bond («Small y Big Crown») son la esencia del reloj deportivo de Rolex y sin duda, el deportivo de Rolex con su caja Oyster ha impulsado como ninguno al reloj profesional en general, hermético, utilitario y con precisión cronométrica, un todo en uno sin el cual no se podría concebir el mundo de los relojes actualmente.
Como he dicho, con esta entrega inicio esta nueva etapa divulgadora. Aquí vamos a hablar de la historia de Rolex y también de su presente, así como el de su marca hermana, Tudor. Conoceremos sus relojes más importantes, veremos relojes muy raros y otros realmente únicos, discutiremos los nuevos modelos, conoceremos algunas de las tiendas más importantes del mundo Rolex y a algunos coleccionistas y personalidades destacadas. Porque hablaremos tanto de las piezas como de las personas que históricamente las han llevado y las llevan, ya que los relojes marcan muchas veces a las personas tanto como éstas dejan su huella en sus preciados guardatiempos.
En resumen, hablaremos acerca de lo que ha hecho que Rolex sea lo que es hoy en día, todo con material original y en castellano.
En cuanto a la historia, es verídica, contada por Mariano Ozores, dueño anterior del reloj. Sólo me he permitido añadir algunas licencias poéticas aquí y allá. ¡Mil gracias Mariano!
José Luis Ozores llevó este Rolex Submariner muchos años. Aquí unos pantallazos de un vídeo entrañable, en el que se puede ver a José Luis con sus hijos Mariano y Pelayo y el Submariner:
Agradezco a Antón la invitación y la oportunidad.
Espero que me sigáis acompañando. ¡Hasta otra!
Dedicado a la memoria de José Luis Ozores (1923 – 1968) y con respeto para sus familiares.
Gustavo