¡Hola!
Inicio esta nueva andadura de la mano de Relojes Especiales con el principal objetivo de aumentar la difusión del mundo Rolex en el idioma de Cervantes; una lengua que hablamos muchos, pero en la que hay poco material original de esta manufactura relojera suiza.
Esta primera entrega la hago en uno de mis formatos favoritos, el de la historia. Y para empezar con buen pie, inicio con el reloj que quizás sea el más querido por los entusiastas españoles de la marca, como no, el Rolex Submariner. Vamos a ello.
José Luis siempre había querido ser actor. De origen humilde tuvo que abrirse paso a base de mucho esfuerzo. Su gran dedicación y un talento natural para la comedia le abrieron las puertas de ese duro arte y oficio.
Nuestro protagonista quiso festejar una de sus películas más exitosas, la que quizás le abrió definitivamente las puertas a la fama, comprándose un capricho. Desde siempre le habían gustado los relojes, pero no había tenido ninguno “especial”. Se dirigió a una joyería céntrica en Madrid y preguntó por un reloj que aunase las cualidades de sencillez, resistencia a todo y la mejor fiabilidad de marcha. Corría el año 1957.
Ese día lo atendió el dueño de la joyería. José Luis ya era un actor conocido y arrancó la sonrisa de Don Gregorio, miembro de una estirpe de joyeros madrileños. “¿Es usted José Luis, el actor?”; “Así es, servidor”.
En pocos minutos habían entablado una amena conversación y Gregorio, consciente de la importancia del encargo, había puesto sobre el mostrador varios relojes de las marcas suizas punteras. “Estimado José Luis, una persona como usted tiene que llevarse el reloj más exclusivo del momento, el nuevo Day Date de Rolex, resulta que tenemos aquí mismo una pieza que nos acaba de llegar. Es una auténtica joya, oro sólido con los mejores acabados y la máquina más robusta del mercado. Además, dice el día y la fecha”.
“Gracias”, replicó José Luis, “el reloj es precioso, pero busco algo más sencillo, algo que no llame tanto la atención pero que sea infalible. Algo así como ese reloj negro de ahí”.
Rolex era la marca revelación del momento. Su Datejust era el reloj más preciso del mercado y uno de los más deseados. Apenas un año antes Rolex había lanzado el Day Date, su nuevo reloj de bandera. Había otras marcas con más arraigo, pero esta marca relojera Ginebrina estaba haciendo las cosas muy bien, tan es así que era el líder ya entonces en la producción de relojes con certificado cronómetro.
Rolex hacía otros relojes, entre ellos uno que había lanzado hacía apenas 4 años y presentado hace tres, en 1954. Se trataba del ahora ultraicónico e hiperreconocido Rolex Submariner.
Don Gregorio sacó del expositor aquel reloj de apariencia sólida y algo inusual. Su esfera era negra. Muy legible y de buen tamaño, que se acentuaba más con un disco giratorio que permitía contar lapsos de tiempo. Su brazalete era de acero finamente cepillado, sencillo pero muy resistente. ¡Además, en la esfera tenía una leyenda que indicaba que soportaba la increíble profundidad de 100 metros! El Datejust y Day Date eran también herméticos, pero no ponían nada en la esfera, “por algo será” imaginaba José Luis.
¡Sin dudarlo dijo, “¡Me llevo este reloj!”. Y salió muy contento de la tienda con él puesto. Esta pieza lo iba a acompañar hasta el final de su carrera y de sus días.
Quiso el destino que José Luis tuviese una vida productiva, exitosa y feliz, con su esposa y sus tres hijos. Lamentablemente una enfermedad se lo llevó a la temprana edad de 45 años, en 1968.
Al morir, su hermano Antonio se hizo cargo de algunas pertenencias de José Luis, entre ellas su preciado Rolex Submariner.
Pasaron los años y los hijos de José Luis, Adriana, Mariano y Pelayo, crecieron y desarrollaron sus propias carreras.
Llegó un buen día en que, organizando sus cosas, Antonio encontró una caja de recuerdos de José Luis y decidió repartirlos entre los hijos de este. El destino hizo que Mariano recibiese ese espléndido Submariner. En un día cualquiera Antonio se acercó a la casa de Mariano y de forma sorpresiva le entregó ese reloj de cuya existencia el hijo de José Luis no tenía idea alguna. “Pero ¿qué es esto tío?”, preguntó. “Era de tu padre y desde ahora es tuyo, llévalo con orgullo”.
Mariano le habría de dar el mejor uso del mundo, midiendo con precisión todos los momentos de su vida desde entonces, así como los programas de televisión que tendría que producir en su trabajo.
¿Quieres saber qué es lo que tenía este Rolex Submariner para que José Luis lo eligiera? ¿Qué hizo que José Luis lo prefiriera por encima de otros modelos aparentemente más valorados de la manufactura relojera suiza?
Pues como lo bueno se hace esperar, eso es algo que te mostraremos en la Parte II de este artículo… ¡No te preocupes, solo serán unas horas de incertidumbre!