Para los más fieles seguidores de los relojes con carácter militar, Alpina ha diseñado el reloj Alpina KM-710, como homenaje a los históricos relojes de pulsera de las fuerzas navales de principios del siglo XX.
Este tipo de relojes se empezaron a utilizar para las misiones de la Primera Guerra Mundial en que era necesario tener las manos libres y poder saber, rápidamente, la hora con un simple vistazo a la muñeca. Alpina era conocida por su fiabilidad y precisión y, por ello, era uno de los proveedores de la armada alemana.
La marca suiza ha decidido realizar nuevas versiones atractivas de estos históricos relojes de pulsera. Excepto las cajas, las esferas y las agujas inspiradas en los ejemplares originales, las nuevas versiones están a la altura de los cánones modernos. El Alpina KM-710 está elaborado con caja de acero inoxidable, con un grosor de 41,5 mm y con la parte trasera atornillada capaz de resistir 5 bares de presión bajo el agua. Además, emplea Super-LumiNova, un material que no presenta riesgos para la salud y ofrece una calidad excepcional.
El calibre automático de manufactura Alpina KM-710 es especialmente refinado. Con su movimiento de vaivén, la forma del rotor con rodamientos de bolas y revestimiento negro evoca el significativo rotor de péndulo del calibre Alpina 582 Manufacture de 1949. Esta pieza, bellamente decorada con motivo Côtes de Genève y acabado perlado, posee un diámetro de 30,5 mm y una profundidad de 6,3 mm. Con el reloj totalmente cargado, se dispone de una reserva de marcha de 42 horas. El volante de glucidur de grandes dimensiones alcanza una frecuencia de 28.800 alternancias por hora.
El cometido de Alpina es crear y realizar relojes deportivos y elegantes que funcionen con la máxima precisión y fiabilidad en los entornos más exigentes.