Classic Manufacture Moonphase de Frederique Constant

Classic Manufacture Moonphase de Frederique Constant

Acaba de llegar y parece que lleve aquí toda la vida: el nuevo Classic Manufacture Moonphase de Frederique Constant hace honor a su nombre con unas líneas atemporales que junto a un precio contenido le auguran un próspero futuro. Presenta además el nuevo calibre FC-715, que hace el número 19 en la lista de calibres propios de esta jovencísima manufactura.

Calibre Frederique Constant FC-715Con el nuevo calibre FC-715 Pim Koeslag, el joven jefe de diseño de la maison, ha creado para el Classic Manufacture Moonphase de Frederique Constant  un movimiento con una complicación de fases lunares que por medidas encaja perfectamente en un reloj clásico moderno cuyo interior ofrece a los amantes de la relojería el placer de ver a través de su fondo transparente un movimiento de gran refinamiento técnico y estético. Además, el Classic Manufacture Moonphase de Frederique Constant tiene funciones de horas, minutos, segundos, fecha y fase lunar, es automático, 13 ¼ líneas (30,5mm de diámetro), 42 horas de reserva de marcha, 144 componentes latiendo a 28.800 vibraciones por hora (4 Hz) y lo más importante: todas esas funciones pueden ajustarse desde una única corona. La parte estética cuenta con tornillos azulados al fuego, pletinas perladas (decoración en pequeños círculos), todos los puentes rodiados y achaflanados (cantos rebajados) y el rotor dorado y decorado con bandas de Ginebra (“Côtes de Genève”).

Aplicando criterios de tamaño modernos a unos cánones eminentemente clásicos, el Classic Manufacture Moonphase de Frederique Constant presenta una caja de 40,5 mm, con posibilidad de elegir entre un acabado de acero inoxidable y un chapado en oro rosa. La esfera plateada con índices horarios pulidos simples o dobles de tipo bastón y agujas tipo dauphine son comunes a ambos acabados. El disco de fases lunares presenta un cielo nocturno con luna y estrellas y el calendario, indicado por una manecilla, se sitúa a su alrededor. Como colofón al homenaje clásico se ha diseñado una tapa trasera con bisagra (llamada “officer”) que junto a una correa de piel de aligátor (negra o marrón según el acabado) redondea un producto muy bien terminado. Personalmente sólo cambiaría la corona de bulbo por una cilíndrica.

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¿Los precios? 3.120€ para el de acero y 3.490€ para el chapado en oro (precios en España, IVA 21% incluido). Todo una declaración de intenciones y en mi opinión una constatación de que el Manufacture Moonphase ha venido para quedarse.

Frédérique Constant produce sus propios relojes mecánicos desde 2004, cuando la determinación de una pareja de lo que en ese momento eran “outsiders” en la industria suiza sentó las bases de lo que paso a paso se ha convertido en una manufactura de pleno derecho, mucho antes de que las acciones del Swatch Group forzara a tantas otras marcas a desarrollar sus propios calibres. Situada en una superficie de 3000m2 en Plan les Ouates, a las afueras de Ginebra (también conocido coloquialmente como “Plan les Watches”, por la alta concentración de marcas relojeras en la misma zona) todos los relojes de Frédérique Constant han sido ensamblados a mano, revisados y controlados por maestros relojeros y máquinas de alta tecnología a fin de garantizar la máxima calidad. Y doy fe de ello porque lo he visto en directo.

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