Christopher Ward lo ha vuelto a hacer. Si hace un año nos sorprendía con la incorporación de trozo de carrocería del Ferrari 250 GTO en un cronógrafo, esta vez presenta el Christopher Ward C9 GT40, un atractivo solotempo con un pedacito del mítico Ford GT40 P-1075, el único que ganó las 24 horas de Le Mans en dos ocasiones consecutivas (1968 y 1969) y del que sólo se produjeron 107 unidades entre 1964 y 1969. Una serie limitada a 40 ejemplares para todo el mundo.
El Ford GT40 P-1075, con su chasis monocasco y su evocativo color azul claro con los toques naranjas dela Gulf Oil, fue además una demostración de habilidad de los ingenieros británicos, capaces de afinar un poderoso motor americano para convertirlo en una leyenda de los circuitos de resistencia europeos.
El Christopher Ward C9 GT40 rinde homenaje a este doble ganador de Le Mans con dos llamativos detalles. En su fondo incorpora un trozo de llanta del coche original, cortada al láser precisamente en forma de llanta y colocado bajo el zafiro transparente, dejando ver a través de sus brazos el movimiento ETA Valgranges A07.161, con 46 horas de reserva de marcha.
La esfera, también protegida por un cristal de zafiro, muestra una reproducción del cuenta revoluciones incluyendo las agujas curvadas y las zonas rojas de peligro. Además, el Christopher Ward C9 GT40 ha jugado con el indicador de reserva de marcha para que aparezca precisamente como si fuera el indicador de reserva de… combustible.
Una vez más, el partner proveedor de estos “metales preciosos” del Christopher Ward C9 GT40 ha sido TMB ArtMetal, que ya colaboró en el C70 3527 GT Chronometer con partes del mencionado Ferrari 250 GTO y en el Aviation edition C8 P7350 que incorporaba partes del cockpit de un Spitfire.
El Christopher Ward C9 GT40 se puede encargar desde ahora mismo en www.christopherward.co.uk al módico precio de 2.950 libras esterlinas.