¿Sabías que el escape de áncora es un invento inglés? ¿O que los primeros cronómetros de marina son cosa también de británicos? Si hay alguna tradición relojera que podría (y debería) ser la envidia del resto es precisamente la inglesa, desarrollada al calor de las campañas de conquistas y anexiones al imperio de su Graciosa Majestad Tompion, Harrison, Mudge, Arnold y, más recientemente, George Daniels (inventor del escape coaxial adoptado por Omega) son ejemplos de relojeros ilustres. Sabiendo esto, suena menos extraño que Bremont sea pero, sobre todo, se reivindique como una empresa relojera británica. Todo esto averiguamos durante la presentación de Bremont en The Watch Gallery.
Por si fuera poco, los fundadores se llaman English, lo que de alguna forma acaba de disipar dudas. Ingenieros de profesión y aviadores por pasión, Giles y Nick English son el alma máter de Bremont, una joven empresa que crearon desde cero a partir de una experiencia vital traumática como fue la muerte del padre de ambos en un accidente de aviación en el que Nick se salvó por muy poco. La vida es corta, aprendieron, y hay que perseguir los sueños por locos que parezcan. Empezaron ensamblando relojes en Biel (Suiza), y hoy día cuentan con orgullo que todos los relojes Bremont se montan en Henley-on-Thames, South Oxfordshire.
¿Y qué hacen en Bremont? Relojes, obviamente. Como si no hubiera suficiente oferta. Es obvio también que se necesita encontrar (o directamente crear) un nicho de mercado para una propuesta nueva que además llega a un mercado saturado. Y es en esta “Britishness” donde Bremont encuentra su razón de ser. Y es que todo lo británico o susceptible de ser identificado como tal cabe en Bremont. Desde el fabricante de asientos de avión eyectables Martin Baker hasta la gloriosa Jaguar y sus E-Type, aunque haciendo gala de la larga amistad entre Gran Bretaña y los Estados Unidos han ampliado su colaboración a Boeing o la mismísima America’s Cup.
Otra característica de Bremont es la incorporación de pequeños trozos de objetos históricos en sus relojes. Desde pedazos de tela del ala del Kitty Hawk (el avión de los hermanos Wright (americanos ellos) hasta auténticas ruedas de la máquina Enigma para el rotor del Codebreaker, homenaje a Bletchey Park. No es algo nuevo: lo inició Romain Jerome con acero del Titanic o polvo lunar (por no hablar de los coprolitos de dinosaurio…) aunque personalmente me parece más romántico lo que hace Bremont.
Recientemente tuvo lugar en The Watch Gallery de Barcelona su última presentación a cargo precisamente de Giles English: como continuación de su asociación con la America’s Cup (que resulta que es de fabricación británica, la copa) lanzan la colección Regatta, que cuenta con el característico contador de cuenta atrás de 15 minutos y cinco minutos de “start time”. Como ya he mencionado antes, esta serie limitada (235 unidades con esfera negra y otras 235 unidades con esfera blanca) llevarán en su corona fibra de carbono procedente de las orzas del Oracle Team USA AC72, que en 2013 se impuso al Emirates de Nueva Zelanda después de ganar 8 carreras consecutivas cuando estaba a punto de quedar descalificado. En 2017 lo volverán a intentar y Bremont les acompañará. Si también quieres acompañarles tú, sólo tienes que probar suerte aquí: www.bremont.com/bermuda