
Goldoff
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Yema es una marca francesa fundada en 1948 recientemente recuperada (aunque nunca desapareció del todo: en Francia es un auténtico icono nacional) que además de reeditar modelos históricos como el Superman se ha propuesto ir un paso más allá convirtiéndose en una manufactura con todas las letras. A estas alturas ya tiene tres calibres propios que incluyen un tourbillon.
Pero también tenía una gama de producto más asequible, con calibres que llamaba internos pero que en realidad estaban compuestos por componentes fabricados en China y -eso sí- ensamblados en Morteau, su propia sede en la zona del Jura francés. Y digo tenía no porque abandone esa gama digamos de entrada, sino porque a partir de este 2025 YEMA ha decidido que estén producidos íntegramente en Suiza: un proveedor suizo se encargará del montaje completo de lo que se llamará gama Swiss Made conteniendo calibres igualmente suizos y cuyo primer ejemplo es la emblemática serie Superman montando un calibre Sellita SW-200-1 que se lanzó hace pocos días.
El primer componente de la colección Swiss Made de YEMA es el Superman en su versión más clásica, un modelo que llegó al mercado a finales de los años 70 del siglo pasado y como 'heredero' del Sea Hunter, un skin diver.
La oferta de este modelo en concreto va a estar compuesta por hasta cuatro colores de esfera: negro, azul, beige y blanco, este último con un acabado granulado que en mi opinión le otorga aún más personalidad. Una particularidad interesante es que YEMA ha decidido proponerlo en dos medidas muy cercanas entre sí: 39 y 41 mm de diámetro (aunque ya imagino los lamentos porque no se haga en 40...). Lo que vais a ver es la versión de 39 en dos colores: blanco y azul.
El packaging es de tipo práctico: un estuche de viaje forrado en símil piel con interior de gamuza sintética dentro de una caja de cartón protectora. Se acompaña de la tarjeta de garantía -que no aparece en las fotos-. Más que suficiente, y probablemente una manera de salvarse de ir al trastero o al fondo de un armario, algo que ya sabemos que provoca su desaparición cuando las mudanzas...
Entrando en materia, me llama la atención el tamaño de los protectores de corona tipo "cornino" de la caja, que tienen toda la pinta de cumplir su función a la perfección. Están "esculpidos" en una carrura superdelgada de la que hacia arriba sale un cilindro que soporta el bisel.
Este bisel es hoy unidireccional por raqueta (un muelle en su interior que le impide retroceder) convirtiendo el sistema de bloqueo que YEMA patentó en su día (la pieza sujeta por la corona) en algo meramente decorativo pero que le da sabor vintage al conjunto. Sobre este asunto del bisel unidireccional y por qué hubo que inventar sistemas de seguridad alternativos, la explicación es que fue Blancpain quien patentó el sistema de raqueta a mediados de los 50, de tal modo que nadie más podía usarlo. Ni siquiera Rolex en sus primeros Submariner, cuyos biseles giraban en ambos sentidos.
A diferencia de los otros Superman modernos, que llevan un insert de zafiro, este ha querido ser fiel al original manteniendo el de aluminio anodizado.
El fondo -roscado- es ciego. No solo porque mantiene la estética del vintage sino porque el acabado del calibre SW-200-1 no es elelaboré, de manera que tiene poco interés mostrarlo. Lo que sí muestra ese fondo es la información relativa al reloj: Swiss Made, Stainless Steel, Sapphire y 30 ATM, mejorando los 200 habituales en los vintage. También muestra el emblema de la marca en el medallón central, realizado por estampación como en los viejos tiempos.
La corona, también roscada, tiene la doble función de poner en hora/fecha el reloj y sujetar el bloqueador de bisel que, si bien ya no tiene una función práctica, le da personalidad al Superman. Cabe decir que los primeros Superman eran capaces de ofrecer resistencias al agua de entre 100 y 200 metros con coronas sin roscar, usando una junta patentada por Yema... probablemente debido a otro asunto de patentes sobre las coronas.
Volviendo a la carrura, y vista de perfil, le da al reloj un aspecto muy dinámico gracias a los sutiles cambios de plano, que no son facetados sino que curvan muy suavemente, tanto en las asas como en los protectores de corona, lo que en mi opinión lo hace muy elegante sin perder su carácter eminentemente deportivo.
Aparte del bloqueador del bisel, lo más característico del Superman son sus agujas, tanto la minutera, con su punta de flecha, como la segundera, con una 'pala' que me recuerda a algunos modelos de Seiko, aunque apareció en los Superman bastante antes de que Hattori-Seiko tomara una participación en Matra Horlogerie (1984), a la sazón propietaria de YEMA. Las tres agujas están bien provistas de SuperLuminova al igual que los índices, que están impresos en la esfera. El sentido de la minutera con esa punta es incrementar la precisión a la hora de contar los minutos de inmersión, normalmente indicados por el bisel.
De los cuatro colores de esfera disponibles ya mencionados, solo la de color blanco presenta un par de elementos diferenciadores (en realidad tres): su superfice no es lisa (¿lacada?) sino granulada, y sus índices están rodeados por una línea negra a modo de "bicchierini", solo que de pintura. Otra diferencia: las tres agujas también tienen las partes metálicas pintadas de negro en lugar de ser cromadas como en el resto de colores de esfera.
El cristal es de zafiro, de forma abombada ("double domed", en inglés) y de un considerable grosor: 2,6 mm, acorde con los 300 metros o casi mil pies de resistencia al agua que ofrece.
El brazalete es articulado, de tres líneas de eslabones que combinan zonas cepilladas y pulidas a espejo y que se estrecha desde los 20 mm de la zona entre asas hasta los 16 en el cierre, que presenta una extesión de buceo. Desde mi punto de vista es cómodo, no pellizca pelos de la muñeca y el hecho de que sea más estrecho en esa zona, junto a su grosor (2,4 mm), contribuye al confort. El cierre es de doble pliegue a presión y con presilla de seguridad. Sin ser lo mejor que haya probado -va bastante duro- lo veo suficientemente sólido para la función que tiene que hacer. Dispone de cuatro orificios en el lateral para el ajuste fino, aunque obviamente se va a necesitar una herramienta. Lo mismo que para quitar/poner el brazalete mismo: a estas alturas ya podrían haber incorporado una liberación rápida... Ah, y no hay medios eslabones.
Más de uno echará en falta el habitual brazalete de escamas ("scales") que suele acompañar a los Superman de la época y que YEMA ha reeditado con tanto éxito, pero parece que ese será el elemento diferenciador externo entre Los Superman Swiss Edition y los Manufacture Francaise. Bueno, eso y que las cajas de los Manufacture están bastante más trabajadas en cuanto a acabados, con satinados y cantos pulidos. Y el insert del bisel es cerámico, además.
Lo he estado llevando durante unos cuantos días, y solo diré que había momentos en que dudaba si lo llevaba puesto o no. Por tamaño -39 mm- y por peso (126 gramos) me parece uno de los relojes más cómodos de los que recuerdo. Algo a lo que sin duda ha contribuido que haya podido ajustarlo exactamente a cómo lo necesitaba en mi muñeca de 18 cm de circunferencia. Por cierto, para ajustarlo me han sobrado 3 eslabones y dos orificios en el cierre, de manera que puede dar para muñecas de hasta 21 cm.
El precio me tiene un tanto descolocado, porque si bien sus 1.190 € (envío gratuito a todo el mundo) me parecen casi perfectos (cien euros menos y lo hubieran clavado) veo poca diferencia con la versión de manufactura, que no contempla solo el calibre sino una caja más elaborada y el ya mencionado brazalete de escamas. Ahí sí que se justifica el fondo transparente.
Claro que todo es según como se mire: 600 de diferencia puede parecer poco, pero en el caso de este reloj estaríamos hablando de un incremento del 50%... No sé ¿a ti que te parece?
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Pero también tenía una gama de producto más asequible, con calibres que llamaba internos pero que en realidad estaban compuestos por componentes fabricados en China y -eso sí- ensamblados en Morteau, su propia sede en la zona del Jura francés. Y digo tenía no porque abandone esa gama digamos de entrada, sino porque a partir de este 2025 YEMA ha decidido que estén producidos íntegramente en Suiza: un proveedor suizo se encargará del montaje completo de lo que se llamará gama Swiss Made conteniendo calibres igualmente suizos y cuyo primer ejemplo es la emblemática serie Superman montando un calibre Sellita SW-200-1 que se lanzó hace pocos días.
El primer componente de la colección Swiss Made de YEMA es el Superman en su versión más clásica, un modelo que llegó al mercado a finales de los años 70 del siglo pasado y como 'heredero' del Sea Hunter, un skin diver.
El packaging es de tipo práctico: un estuche de viaje forrado en símil piel con interior de gamuza sintética dentro de una caja de cartón protectora. Se acompaña de la tarjeta de garantía -que no aparece en las fotos-. Más que suficiente, y probablemente una manera de salvarse de ir al trastero o al fondo de un armario, algo que ya sabemos que provoca su desaparición cuando las mudanzas...
Entrando en materia, me llama la atención el tamaño de los protectores de corona tipo "cornino" de la caja, que tienen toda la pinta de cumplir su función a la perfección. Están "esculpidos" en una carrura superdelgada de la que hacia arriba sale un cilindro que soporta el bisel.
Este bisel es hoy unidireccional por raqueta (un muelle en su interior que le impide retroceder) convirtiendo el sistema de bloqueo que YEMA patentó en su día (la pieza sujeta por la corona) en algo meramente decorativo pero que le da sabor vintage al conjunto. Sobre este asunto del bisel unidireccional y por qué hubo que inventar sistemas de seguridad alternativos, la explicación es que fue Blancpain quien patentó el sistema de raqueta a mediados de los 50, de tal modo que nadie más podía usarlo. Ni siquiera Rolex en sus primeros Submariner, cuyos biseles giraban en ambos sentidos.
A diferencia de los otros Superman modernos, que llevan un insert de zafiro, este ha querido ser fiel al original manteniendo el de aluminio anodizado.
El fondo -roscado- es ciego. No solo porque mantiene la estética del vintage sino porque el acabado del calibre SW-200-1 no es elelaboré, de manera que tiene poco interés mostrarlo. Lo que sí muestra ese fondo es la información relativa al reloj: Swiss Made, Stainless Steel, Sapphire y 30 ATM, mejorando los 200 habituales en los vintage. También muestra el emblema de la marca en el medallón central, realizado por estampación como en los viejos tiempos.
La corona, también roscada, tiene la doble función de poner en hora/fecha el reloj y sujetar el bloqueador de bisel que, si bien ya no tiene una función práctica, le da personalidad al Superman. Cabe decir que los primeros Superman eran capaces de ofrecer resistencias al agua de entre 100 y 200 metros con coronas sin roscar, usando una junta patentada por Yema... probablemente debido a otro asunto de patentes sobre las coronas.
Volviendo a la carrura, y vista de perfil, le da al reloj un aspecto muy dinámico gracias a los sutiles cambios de plano, que no son facetados sino que curvan muy suavemente, tanto en las asas como en los protectores de corona, lo que en mi opinión lo hace muy elegante sin perder su carácter eminentemente deportivo.
Aparte del bloqueador del bisel, lo más característico del Superman son sus agujas, tanto la minutera, con su punta de flecha, como la segundera, con una 'pala' que me recuerda a algunos modelos de Seiko, aunque apareció en los Superman bastante antes de que Hattori-Seiko tomara una participación en Matra Horlogerie (1984), a la sazón propietaria de YEMA. Las tres agujas están bien provistas de SuperLuminova al igual que los índices, que están impresos en la esfera. El sentido de la minutera con esa punta es incrementar la precisión a la hora de contar los minutos de inmersión, normalmente indicados por el bisel.
De los cuatro colores de esfera disponibles ya mencionados, solo la de color blanco presenta un par de elementos diferenciadores (en realidad tres): su superfice no es lisa (¿lacada?) sino granulada, y sus índices están rodeados por una línea negra a modo de "bicchierini", solo que de pintura. Otra diferencia: las tres agujas también tienen las partes metálicas pintadas de negro en lugar de ser cromadas como en el resto de colores de esfera.
El cristal es de zafiro, de forma abombada ("double domed", en inglés) y de un considerable grosor: 2,6 mm, acorde con los 300 metros o casi mil pies de resistencia al agua que ofrece.
El brazalete es articulado, de tres líneas de eslabones que combinan zonas cepilladas y pulidas a espejo y que se estrecha desde los 20 mm de la zona entre asas hasta los 16 en el cierre, que presenta una extesión de buceo. Desde mi punto de vista es cómodo, no pellizca pelos de la muñeca y el hecho de que sea más estrecho en esa zona, junto a su grosor (2,4 mm), contribuye al confort. El cierre es de doble pliegue a presión y con presilla de seguridad. Sin ser lo mejor que haya probado -va bastante duro- lo veo suficientemente sólido para la función que tiene que hacer. Dispone de cuatro orificios en el lateral para el ajuste fino, aunque obviamente se va a necesitar una herramienta. Lo mismo que para quitar/poner el brazalete mismo: a estas alturas ya podrían haber incorporado una liberación rápida... Ah, y no hay medios eslabones.
Más de uno echará en falta el habitual brazalete de escamas ("scales") que suele acompañar a los Superman de la época y que YEMA ha reeditado con tanto éxito, pero parece que ese será el elemento diferenciador externo entre Los Superman Swiss Edition y los Manufacture Francaise. Bueno, eso y que las cajas de los Manufacture están bastante más trabajadas en cuanto a acabados, con satinados y cantos pulidos. Y el insert del bisel es cerámico, además.
Lo he estado llevando durante unos cuantos días, y solo diré que había momentos en que dudaba si lo llevaba puesto o no. Por tamaño -39 mm- y por peso (126 gramos) me parece uno de los relojes más cómodos de los que recuerdo. Algo a lo que sin duda ha contribuido que haya podido ajustarlo exactamente a cómo lo necesitaba en mi muñeca de 18 cm de circunferencia. Por cierto, para ajustarlo me han sobrado 3 eslabones y dos orificios en el cierre, de manera que puede dar para muñecas de hasta 21 cm.
El precio me tiene un tanto descolocado, porque si bien sus 1.190 € (envío gratuito a todo el mundo) me parecen casi perfectos (cien euros menos y lo hubieran clavado) veo poca diferencia con la versión de manufactura, que no contempla solo el calibre sino una caja más elaborada y el ya mencionado brazalete de escamas. Ahí sí que se justifica el fondo transparente.
Claro que todo es según como se mire: 600 de diferencia puede parecer poco, pero en el caso de este reloj estaríamos hablando de un incremento del 50%... No sé ¿a ti que te parece?
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