
Goldoff
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Como muchos ya sabéis - y yo ya he comentado varias veces- tengo establecida una colaboración con YEMA para dar a conocer la marca y sus modelos en los mercados hispanohablantes. Y sí, me parece de ley ponerlo en cada inicio de hilo relacionado con la marca para que todo quede más claro aunque desde luego no voy a escribir cosas que no piense.
Puesto este 'disclaimer', paso a presentar el YEMA Flygraf que ya mostré hace unos días:
En el mundo de la relojería, como en tantos otros ámbitos, hay modas que van y vienen: desde colores más o menos discretos, brazaletes integrados y, sobre todo, medidas. Lejos los tiempos en que 42 mm era lo mínimo que uno "debía" llevar y en que las ahora denominadas "paelleras" triunfaban, hace ya unos años que las marcas han regresado al entorno de los 37 mm. YEMA nunca estuvo en esa guerra de grandes diámetros, y a este respecto y en esta nueva etapa bajo la dirección de los Bôle, padre e hijo, se ha dedicado a reinterpretar parte de su extenso catálogo.
El Flygraf fue el modelo que más me llamó la atención de los cuatro que se presentaron simultáneamente con motivo de la incorporación del calibre Sellita y montaje francés:
Y como la parte técnica está perfectamente explicada en su propia página, me limitaré a exponer mis propias sensaciones (spoiler: me ha gustado mucho).
Con ese nombre, uno pensaría en reloj herramienta, pero el hecho de la caja que vaya completamente pulida a espejo lo pondría, en mi opinión, más cerca delos relojes "de vestir". Las asas de caja tiene unas facetas que, sin dejar de tener ese aire de familiaridad de las cajas de forma redonda, le dan un toque de originalidad.
A esa sensación de reloj de vestir contribuye una corona que ha conseguido un buen equilibrio entre la delgadez y la funcionalidad: es fácil de agarrar al tiempo que una vez roscada sobresale poco de la caja y no molesta a la muñeca al hacer según qué gestos. Las dimensiones, 38,5 de diámetro por 11,4 mm de altura. No es exactamente la "proporción Walter" (4:1), pero igual se le puede perdonar por ese cristal de zafiro abombado que se llevará el solo su par de milímetros.
La resistencia al agua se ha establecido en 10 BAR / 100 metros, suficiente, en mi opinión, para un reloj de estas características. De asa a asa (L2L) mide 46 mm, perfecta para una muñeca de 18 cm de perímetro como es el caso de la mía. La tapa trasera -ciega- muestra el logo de la marca y en el perímetro información sobre el reloj: AUTOMATIQUE-MORTEAU-YEMA-10 BAR-FRANCE-TOUT ACIER. Este último dato evoca la época en que no todas las cajas -especialmente las francesas-eran de acero.
La esfera, de sectores, fue lo que primero me llamó la atención cuando vi el Flygraf por primera vez. Bastante compleja por sus índices y el propio capítulo de minutos aplicados en lugar de pintados, tiene un rebaje concéntrico que ayuda a equilibrarla visualmente. Los minutos, en múltiplos de 5, quedan en el exterior del anillo, en los "sectores" marcados por los puntos de 15, 30, 45 y 60 minutos. Tanto estos como la SuperLuminova (grado A) de los índices cardinales -y el de las agujas- tienen un tono ligeramente tostado que evoca el viejo tritio. Y hablando de agujas: la segundera tiene el extremo pintado en rojo, llamativo y discreto a la vez. La literatura en la esfera (el logo, la marca, el modelo, la silueta y la palabra "automatique" quedan dentro de lo aceptable, siempre en mi opinión. También en mi opinión, es de agradecer que este modelo no traiga ventana de fecha en aras de la simetría. Dos colores, negro o verde oliva, muy militar.
El brazalete, de siete eslabones ¡facetados!, se articula perfectamente y se adapta igual de perfectamente a la muñeca. Encima, no pellizaca ni piel ni vello. El cierre de dos pliegues y doble pulsador, es fácil de accionar, y solo le pondría la pega de que necesitas cerrarlo por orden por aquello del logo. Eso, y que no trae ni microajuste ni medios eslabones, aunque esto último tal vez sea un inconveniente menor debido a la reducida medida estàndar de los propios eslabones. Los pasadores son a presión y en el interior del brazalete encontramos las flechas de dirección. Endlinks macizos que encajan a la perfección con las asas. Combina acabados cepillado y pulido a espejo, lo que a su vez lo hace combinar con el pulido de la caja misma. Los pasadores de serie se ven potentes, de manera que la seguridad está asegurada. No se indica la procedencia, por lo que podría ser tanto suizo como chino, y si el caso fuera este último pienso que no tendría nada que envidiar al primero.
La correa de piel, por su parte, sí explica su procedencia ("un artesano de la región, Franche-Conté"). La textura es muy agradable y flexible, lo que hace innecesario tener que "domarla". Curiosamente, no es de 20 mm entre asas sino de 19, otro guiño a los vintage,y decrece hasta los 16 mm de la hebilla (cepillada y grabada con el nombre de la marca), que se ve y percibe de calidad. Acostumbrado como estoy a ver correas de excelentes artesanos locales, esta me ha parecido un tanto industrial en el cosido, aunque para nada desmerece el resultado final. Por cierto, el ancho del brazalete también decrece de 19 a 16 mm.
Finalmente, el calibre. Un Sellita SW200-1 cuyas características son de todos conocidas (y si no, puedes encontrarlas en el enlace de más arriba) que con una reserva de marcha de 38 horas queda un tanto justito si no vas a usar el reloj por más de dos días. Al menos bate 4 Herzios. Siendo tapa ciega y que no habla de terminaciones ni de desviaciones diarias (y yo no las he comprobado), deduzco que será el acabado básico.
Todo esto por menos de 1.000 € (890 con correa, 990 con brazalete) impuestos y envío incluidos ¿Alguien da más? o, mejor, ¿alguien pide menos?
Puesto este 'disclaimer', paso a presentar el YEMA Flygraf que ya mostré hace unos días:
En el mundo de la relojería, como en tantos otros ámbitos, hay modas que van y vienen: desde colores más o menos discretos, brazaletes integrados y, sobre todo, medidas. Lejos los tiempos en que 42 mm era lo mínimo que uno "debía" llevar y en que las ahora denominadas "paelleras" triunfaban, hace ya unos años que las marcas han regresado al entorno de los 37 mm. YEMA nunca estuvo en esa guerra de grandes diámetros, y a este respecto y en esta nueva etapa bajo la dirección de los Bôle, padre e hijo, se ha dedicado a reinterpretar parte de su extenso catálogo.
El Flygraf fue el modelo que más me llamó la atención de los cuatro que se presentaron simultáneamente con motivo de la incorporación del calibre Sellita y montaje francés:
Y como la parte técnica está perfectamente explicada en su propia página, me limitaré a exponer mis propias sensaciones (spoiler: me ha gustado mucho).
Con ese nombre, uno pensaría en reloj herramienta, pero el hecho de la caja que vaya completamente pulida a espejo lo pondría, en mi opinión, más cerca delos relojes "de vestir". Las asas de caja tiene unas facetas que, sin dejar de tener ese aire de familiaridad de las cajas de forma redonda, le dan un toque de originalidad.
A esa sensación de reloj de vestir contribuye una corona que ha conseguido un buen equilibrio entre la delgadez y la funcionalidad: es fácil de agarrar al tiempo que una vez roscada sobresale poco de la caja y no molesta a la muñeca al hacer según qué gestos. Las dimensiones, 38,5 de diámetro por 11,4 mm de altura. No es exactamente la "proporción Walter" (4:1), pero igual se le puede perdonar por ese cristal de zafiro abombado que se llevará el solo su par de milímetros.
La resistencia al agua se ha establecido en 10 BAR / 100 metros, suficiente, en mi opinión, para un reloj de estas características. De asa a asa (L2L) mide 46 mm, perfecta para una muñeca de 18 cm de perímetro como es el caso de la mía. La tapa trasera -ciega- muestra el logo de la marca y en el perímetro información sobre el reloj: AUTOMATIQUE-MORTEAU-YEMA-10 BAR-FRANCE-TOUT ACIER. Este último dato evoca la época en que no todas las cajas -especialmente las francesas-eran de acero.
La esfera, de sectores, fue lo que primero me llamó la atención cuando vi el Flygraf por primera vez. Bastante compleja por sus índices y el propio capítulo de minutos aplicados en lugar de pintados, tiene un rebaje concéntrico que ayuda a equilibrarla visualmente. Los minutos, en múltiplos de 5, quedan en el exterior del anillo, en los "sectores" marcados por los puntos de 15, 30, 45 y 60 minutos. Tanto estos como la SuperLuminova (grado A) de los índices cardinales -y el de las agujas- tienen un tono ligeramente tostado que evoca el viejo tritio. Y hablando de agujas: la segundera tiene el extremo pintado en rojo, llamativo y discreto a la vez. La literatura en la esfera (el logo, la marca, el modelo, la silueta y la palabra "automatique" quedan dentro de lo aceptable, siempre en mi opinión. También en mi opinión, es de agradecer que este modelo no traiga ventana de fecha en aras de la simetría. Dos colores, negro o verde oliva, muy militar.
El brazalete, de siete eslabones ¡facetados!, se articula perfectamente y se adapta igual de perfectamente a la muñeca. Encima, no pellizaca ni piel ni vello. El cierre de dos pliegues y doble pulsador, es fácil de accionar, y solo le pondría la pega de que necesitas cerrarlo por orden por aquello del logo. Eso, y que no trae ni microajuste ni medios eslabones, aunque esto último tal vez sea un inconveniente menor debido a la reducida medida estàndar de los propios eslabones. Los pasadores son a presión y en el interior del brazalete encontramos las flechas de dirección. Endlinks macizos que encajan a la perfección con las asas. Combina acabados cepillado y pulido a espejo, lo que a su vez lo hace combinar con el pulido de la caja misma. Los pasadores de serie se ven potentes, de manera que la seguridad está asegurada. No se indica la procedencia, por lo que podría ser tanto suizo como chino, y si el caso fuera este último pienso que no tendría nada que envidiar al primero.
La correa de piel, por su parte, sí explica su procedencia ("un artesano de la región, Franche-Conté"). La textura es muy agradable y flexible, lo que hace innecesario tener que "domarla". Curiosamente, no es de 20 mm entre asas sino de 19, otro guiño a los vintage,y decrece hasta los 16 mm de la hebilla (cepillada y grabada con el nombre de la marca), que se ve y percibe de calidad. Acostumbrado como estoy a ver correas de excelentes artesanos locales, esta me ha parecido un tanto industrial en el cosido, aunque para nada desmerece el resultado final. Por cierto, el ancho del brazalete también decrece de 19 a 16 mm.
Finalmente, el calibre. Un Sellita SW200-1 cuyas características son de todos conocidas (y si no, puedes encontrarlas en el enlace de más arriba) que con una reserva de marcha de 38 horas queda un tanto justito si no vas a usar el reloj por más de dos días. Al menos bate 4 Herzios. Siendo tapa ciega y que no habla de terminaciones ni de desviaciones diarias (y yo no las he comprobado), deduzco que será el acabado básico.
Todo esto por menos de 1.000 € (890 con correa, 990 con brazalete) impuestos y envío incluidos ¿Alguien da más? o, mejor, ¿alguien pide menos?