Ciclocampista
Habitual
Sin verificar
Esta es la historia del largo y tortuoso camino para hacerme con mi amphibia actual favorito, una edición especial. «The long and winding road», «el largo y tortuoso camino», como la canción de los Beatles. “Winding”, además de “tortuoso”, también significa “dar cuerda”. Hasta aquí la explicación de mi titulito pedante.
Para no andar con rodeos, presento ya al bichín tan esperado por mí y que tanto se hizo de rogar, actualizado a mi gusto y en perfecto funcionamiento.
Versión corta: tardé mucho en cazarlo, hubo necesidad de reparaciones y hasta al pedir piezas hubo dificultades.
Versión larga para los que quieran leer mis chorradas… allá va el tocho, que espero que sirva a quienes se encuentran con fallos en sus Vostok.
Hace tiempo que me fijé en un modelo que había vendido meranom del que no me enteré en su día, que resultaba reunir mis componentes favoritos del amphibia actual: mi esfera, mis agujas, mi caja y mi movimiento favoritos. Sin fechador, un dial sin agujeros y un diver más puro.
Yo ya pensaba hacer un mod con este aspecto, pero al buscar por internet me llevé la sorpresa de descubrir que ya se había hecho uno de serie tal cual lo había pensado yo. La posibilidad del mod nunca la descarté, pero me armé de la paciencia del cazador de pelucos y esperé a verlo aparecer en un mercadillo algún día. Apareció solo con fechador, que también es muy bonito, y tanto dudé si hacerme con él… que otro se lo llevó. Con la tontería, tardó más de 3 años en aparecer. Esta vez no hace mucho, el verano pasado, y no lo dejé escapar.
Lo recibo y… primer augurio. El timbre de casa se estropea y el cartero pasa de largo. Vivo en el rural, no tenía coche (ahora ya sí), la oficina solo abre por las mañanas, está en el quinto pino y no se puede ir caminando y no me es fácil pasarme a por los paquetes. Tardé días en hacerme con él, con la impaciencia y el ansia viva que todos entenderéis.
Cuando por fin está en mis manos… El reloj está impecable. Tiene años pero se nota que no se ha usado. Pero percibo en seguida los típicos fallos de control de calidad de Vostok que tanto bien hacen por la relojería amateur.
Primera cosa visible: segundera “tartamuda”. Sé que no es realmente importante y lo dejo para más adelante, pues requiere meterse en las tripas y desmontar.
Segunda cosa: retraso de varios minutos al día. Uso el programa Tg-Timer (https://tg.ciovil.li/), ajusto la raqueta y lo dejo a la primera en unos 5 segundos al día. Mi experiencia me dice que ni lo toque. En esto de los relojes, si consigues un ajuste así, “mejor no meneallo” o nunca vas a lograrlo más. Insistir suele acabar con un: “Si lo hubiera dejado en paz cuando me quedó en +-5 segundos”…
Tercera cosa: agujas descentradas, o dial, depende de cómo se mire. Es algo muy molesto (aquí también me entenderéis), aunque no seas maniático, pues hace que la minutera no coincida en las marcas del dial cuando la segundera está en las 12. En unas partes del dial queda bien, pero en otras no, y es imposible ajustarlo, está descentrada y no hay nada que hacer. Y además, se veía que el dial quedaba descentrado en la caja. Para solucionarlo, lo ideal es abrir el reloj, extraer el movimiento, desmontar las agujas, sacar la esfera y enderezar las patillas de la esfera o lo que sea que haya llevado al problema. Yo me dije: “Es un Vostok. Al carallo”. Extraje el movimiento y, sin siquiera pararlo, enderecé a lo bruto, con todo puesto, con la fuerza de mis dedos. Solo tuve la precaución de aflojar un poco los tornillos de las patillas, usar guantes de vinilo para no ensuciarlo y de no tocar el volante, pues usé los laterales del movimiento para hacer fuerza y podía meterle un dedazo. Unos cuantos empujones, ir viendo cómo queda tras cada uno… y en un rato lo tenía perfecto. Apretar otra vez los tornillos que aprisionan las patillas de la esfera y ya está. Primera reparación exitosa.
Cuarta cosa: esta percibida tras un tiempo con él... a veces se para. Cabreo. Al ver que está tan nuevo, no creo que haya pasado el “rodaje” que a veces necesitan estos rusos. Las piezas a veces están muy bastas y necesitan gastarse un poco, aparte de que los aceites de un reloj poco usado necesitan movimiento para no apelmazarse y ponerse demasiado viscosos. Dejo el problema de lado de momento pensando en que ya veremos cómo evoluciona según lo usemos.
Y me pongo con la segundera tartamuda. Por mis lecturas, sé lo que pasa, que es una queja, especialmente de algunos Citizen mecánicos, y que se da en los relojes con segundero indirecto. Es un problema que surgió cuando, para lograr un segundero unido al resto de agujas, en vez de rediseñar un movimiento desde cero, se adaptaron movimientos con subsegundero (como los típicos vintage con la pequeña subesfera a las seis). Lo que pasa con estos relojes es que añaden engranajes que, si no están bien ajustados, resultan en estos segunderos que van a saltos. La solución de algunos fabricantes es una simple pestaña elástica que presiona el engranaje, pero si su tensión no está bien ajustada hay este fallo, que hay que decir que es estético nada más y no afecta a la precisión del reloj. Más, aquí:
Desmonto masa oscilante, las piezas que tapan la segundera, desmonto la mencionada pieza, ajusto su tensión a ojo para que apriete más… ¡y perfecto! Segundero tan fluido que ni se nota que es indirecto. Segunda reparación exitosa.
Pero como no podía ir nada bien, ahora el reloj se para mucho más. Casi cada a cada minuto. Lo que veo, y me hace pensar en esas piezas de acabados bastos, es que se me para la segundera en el mismo sitio: entre los 40 y 50 segundos, y si no se para, ahí sigue costándole ir, vuelve a «tartamudear». Por lo menos, el problema parece fácil de aislar. De todos modos, decido empezar a usarlo sin parar a ver si funciona la solución del «rodaje». En un par de días, ¡voila!, como un tiro. No se para ya. Lo único que le pasa ahora es que, cuando ya no le queda apenas carga, cuando no lo uso, acaba parando en ese punto. Pienso que, seguramente, con el tiempo ni eso pasará; pero no sería tan fácil…
Todas estas reparaciones no se hicieron de golpe, me iba metiendo en los distintos aspectos según tenía ganas. A veces fallaba, lo dejaba para otra vez… Pasan los meses.
El caso es que, a estas alturas, el amor por el reloj había pasado a ser manía, como podréis entender; pero una vez lo dejo “perita”, tras unos días en los que veo que no falla y vuelve a ir casi COSC, me vuelve a aparecer aquella querencia por mi tanquecito ruso. Es una máquina humilde pero noble que intenta portarse bien. Renace el viejo amor. Decido mimar a mi favorito con un brazalete de meranom con endlinks. Va a ser una chulada.
Lo pido, pasan el tiempo, llega el paquete, el cartero vuelve a pasar de largo, tardo días (¡intolerable!) en poder pasar por correos para recoger mi armis.
Se lo pongo. Los endlinks no se insertan en la caja como deben ni de broma.
Hablo con meranom y me entero de que mi caja 710 ya no es la que tienen ahora, y me dicen que me buscarán unos endlinks antiguos para intentar dejármelo perfecto. Pero antes… mi interlocutor me cuenta que se va de vacaciones. ¿En serio?
Un buen día, me llega al email una notificación de envío de meranom. Viene en camino. No he tenido que pagar nada por la nueva pieza ni devolver la anterior. ¡Gracias Meranom! Un buen servicio postventa. Meranom: BIEN. Hay que decirlo más.
Pasada semana y algo, esta vez, cazamos al cartero y, por fin, recibo el sobre y tengo mi reloj terminado. Endlinks de chapa, pero robustos y de encaje muy exacto. El brazalete es de eslabones macizos y con un cierre de seguridad recio y sin holguras, incluso difícil de cerrar hasta que se ha usado bastante. Un brazalete económico del estilo de los chinos, pero que está un punto por encima de su calidad. Correcto, me gusta.
Pero el largo y tortuoso camino no acaba, a ver si me creía que iba a ser tan fácil: ha vuelto a pararse la segundera en ese lugar concreto. Lo desmonto mil veces, busco imperfecciones… pero no veo nada. Lo aparco, más meses parado. Mi manía por el reloj aumenta. Me digo que como lo arregle, lo vendo.
Un buen día que me da por entrarle de nuevo, encuentro en un hilo perdido de un foro una posible explicación que no había considerado: plexiglás deforme con bultos interiores. ¿Y si solo es que la segundera tropieza por dentro con el plexy y se para por fricción? Hago la prueba de marcha con el movimiento fuera de la caja… y me doy cuenta de que así no se para. Y, efectivamente, también puedo comprobar que el plexy tiene bultos y por dentro no es uniforme. Por otra parte, veo que la segundera no es paralela a la horaria o la minutera, sino que está algo levantada. Lo corrijo doblándola y sucede el milagro: lo paso a la muñeca, espero el fallo… ¡no vuelve a pararse!
Ejem, salvo que no carga automáticamente. Algo ha pasado en mis desmontados, de los que ya he perdido la cuenta. Este error fui incapaz de identificarlo. Desmonté la masa oscilante y sus engranajes como unas diez veces, todas siguiendo los mismos pasos y, en una de ellas, todo funcionó. Nunca supe qué ocasionó el fallo.
Hasta los h***** del reloj, pero, por fin, ahora sí que ha quedado perfecto. De nuevo, tras semanas de rodaje, en +-5 segundos y la carga automática funciona. Lo vuelvo a abrir y limpio las juntas y las aceito, dejando la estanqueidad perfecta y, además, probada en piscina.
A estas alturas, ni siquiera aprecio el reloj aunque funcione bien. Le tengo tirria. Decido que tras tanto esfuerzo, debo forzarme a vivir con él a ver si con el uso me vuelve a hacer tilín. Terapia de pareja. Tiempo de calidad juntos. Y tras meses ya marchando sin fallos, dándole caña, me he ido reconciliado con el reloj. Vuelvo a apreciarlo con esa cualidad tan Vostok: desplazar a otros en teoría mejores. El reloj es por fin lo que tiene que ser: un tanquecito todo terreno. Y encima, chulo, con ese aspecto tan retro.
¡Pero qué guerra dio! Los otros Vostok que tengo salieron perfectos, pero cuando uno sale tonto…
Para no andar con rodeos, presento ya al bichín tan esperado por mí y que tanto se hizo de rogar, actualizado a mi gusto y en perfecto funcionamiento.
Versión corta: tardé mucho en cazarlo, hubo necesidad de reparaciones y hasta al pedir piezas hubo dificultades.
Versión larga para los que quieran leer mis chorradas… allá va el tocho, que espero que sirva a quienes se encuentran con fallos en sus Vostok.
Hace tiempo que me fijé en un modelo que había vendido meranom del que no me enteré en su día, que resultaba reunir mis componentes favoritos del amphibia actual: mi esfera, mis agujas, mi caja y mi movimiento favoritos. Sin fechador, un dial sin agujeros y un diver más puro.
Yo ya pensaba hacer un mod con este aspecto, pero al buscar por internet me llevé la sorpresa de descubrir que ya se había hecho uno de serie tal cual lo había pensado yo. La posibilidad del mod nunca la descarté, pero me armé de la paciencia del cazador de pelucos y esperé a verlo aparecer en un mercadillo algún día. Apareció solo con fechador, que también es muy bonito, y tanto dudé si hacerme con él… que otro se lo llevó. Con la tontería, tardó más de 3 años en aparecer. Esta vez no hace mucho, el verano pasado, y no lo dejé escapar.
Lo recibo y… primer augurio. El timbre de casa se estropea y el cartero pasa de largo. Vivo en el rural, no tenía coche (ahora ya sí), la oficina solo abre por las mañanas, está en el quinto pino y no se puede ir caminando y no me es fácil pasarme a por los paquetes. Tardé días en hacerme con él, con la impaciencia y el ansia viva que todos entenderéis.
Cuando por fin está en mis manos… El reloj está impecable. Tiene años pero se nota que no se ha usado. Pero percibo en seguida los típicos fallos de control de calidad de Vostok que tanto bien hacen por la relojería amateur.
Primera cosa visible: segundera “tartamuda”. Sé que no es realmente importante y lo dejo para más adelante, pues requiere meterse en las tripas y desmontar.
Segunda cosa: retraso de varios minutos al día. Uso el programa Tg-Timer (https://tg.ciovil.li/), ajusto la raqueta y lo dejo a la primera en unos 5 segundos al día. Mi experiencia me dice que ni lo toque. En esto de los relojes, si consigues un ajuste así, “mejor no meneallo” o nunca vas a lograrlo más. Insistir suele acabar con un: “Si lo hubiera dejado en paz cuando me quedó en +-5 segundos”…
Tercera cosa: agujas descentradas, o dial, depende de cómo se mire. Es algo muy molesto (aquí también me entenderéis), aunque no seas maniático, pues hace que la minutera no coincida en las marcas del dial cuando la segundera está en las 12. En unas partes del dial queda bien, pero en otras no, y es imposible ajustarlo, está descentrada y no hay nada que hacer. Y además, se veía que el dial quedaba descentrado en la caja. Para solucionarlo, lo ideal es abrir el reloj, extraer el movimiento, desmontar las agujas, sacar la esfera y enderezar las patillas de la esfera o lo que sea que haya llevado al problema. Yo me dije: “Es un Vostok. Al carallo”. Extraje el movimiento y, sin siquiera pararlo, enderecé a lo bruto, con todo puesto, con la fuerza de mis dedos. Solo tuve la precaución de aflojar un poco los tornillos de las patillas, usar guantes de vinilo para no ensuciarlo y de no tocar el volante, pues usé los laterales del movimiento para hacer fuerza y podía meterle un dedazo. Unos cuantos empujones, ir viendo cómo queda tras cada uno… y en un rato lo tenía perfecto. Apretar otra vez los tornillos que aprisionan las patillas de la esfera y ya está. Primera reparación exitosa.
Cuarta cosa: esta percibida tras un tiempo con él... a veces se para. Cabreo. Al ver que está tan nuevo, no creo que haya pasado el “rodaje” que a veces necesitan estos rusos. Las piezas a veces están muy bastas y necesitan gastarse un poco, aparte de que los aceites de un reloj poco usado necesitan movimiento para no apelmazarse y ponerse demasiado viscosos. Dejo el problema de lado de momento pensando en que ya veremos cómo evoluciona según lo usemos.
Y me pongo con la segundera tartamuda. Por mis lecturas, sé lo que pasa, que es una queja, especialmente de algunos Citizen mecánicos, y que se da en los relojes con segundero indirecto. Es un problema que surgió cuando, para lograr un segundero unido al resto de agujas, en vez de rediseñar un movimiento desde cero, se adaptaron movimientos con subsegundero (como los típicos vintage con la pequeña subesfera a las seis). Lo que pasa con estos relojes es que añaden engranajes que, si no están bien ajustados, resultan en estos segunderos que van a saltos. La solución de algunos fabricantes es una simple pestaña elástica que presiona el engranaje, pero si su tensión no está bien ajustada hay este fallo, que hay que decir que es estético nada más y no afecta a la precisión del reloj. Más, aquí:
Desmonto masa oscilante, las piezas que tapan la segundera, desmonto la mencionada pieza, ajusto su tensión a ojo para que apriete más… ¡y perfecto! Segundero tan fluido que ni se nota que es indirecto. Segunda reparación exitosa.
Pero como no podía ir nada bien, ahora el reloj se para mucho más. Casi cada a cada minuto. Lo que veo, y me hace pensar en esas piezas de acabados bastos, es que se me para la segundera en el mismo sitio: entre los 40 y 50 segundos, y si no se para, ahí sigue costándole ir, vuelve a «tartamudear». Por lo menos, el problema parece fácil de aislar. De todos modos, decido empezar a usarlo sin parar a ver si funciona la solución del «rodaje». En un par de días, ¡voila!, como un tiro. No se para ya. Lo único que le pasa ahora es que, cuando ya no le queda apenas carga, cuando no lo uso, acaba parando en ese punto. Pienso que, seguramente, con el tiempo ni eso pasará; pero no sería tan fácil…
Todas estas reparaciones no se hicieron de golpe, me iba metiendo en los distintos aspectos según tenía ganas. A veces fallaba, lo dejaba para otra vez… Pasan los meses.
El caso es que, a estas alturas, el amor por el reloj había pasado a ser manía, como podréis entender; pero una vez lo dejo “perita”, tras unos días en los que veo que no falla y vuelve a ir casi COSC, me vuelve a aparecer aquella querencia por mi tanquecito ruso. Es una máquina humilde pero noble que intenta portarse bien. Renace el viejo amor. Decido mimar a mi favorito con un brazalete de meranom con endlinks. Va a ser una chulada.
Lo pido, pasan el tiempo, llega el paquete, el cartero vuelve a pasar de largo, tardo días (¡intolerable!) en poder pasar por correos para recoger mi armis.
Se lo pongo. Los endlinks no se insertan en la caja como deben ni de broma.
Hablo con meranom y me entero de que mi caja 710 ya no es la que tienen ahora, y me dicen que me buscarán unos endlinks antiguos para intentar dejármelo perfecto. Pero antes… mi interlocutor me cuenta que se va de vacaciones. ¿En serio?
Un buen día, me llega al email una notificación de envío de meranom. Viene en camino. No he tenido que pagar nada por la nueva pieza ni devolver la anterior. ¡Gracias Meranom! Un buen servicio postventa. Meranom: BIEN. Hay que decirlo más.
Pasada semana y algo, esta vez, cazamos al cartero y, por fin, recibo el sobre y tengo mi reloj terminado. Endlinks de chapa, pero robustos y de encaje muy exacto. El brazalete es de eslabones macizos y con un cierre de seguridad recio y sin holguras, incluso difícil de cerrar hasta que se ha usado bastante. Un brazalete económico del estilo de los chinos, pero que está un punto por encima de su calidad. Correcto, me gusta.
Pero el largo y tortuoso camino no acaba, a ver si me creía que iba a ser tan fácil: ha vuelto a pararse la segundera en ese lugar concreto. Lo desmonto mil veces, busco imperfecciones… pero no veo nada. Lo aparco, más meses parado. Mi manía por el reloj aumenta. Me digo que como lo arregle, lo vendo.
Un buen día que me da por entrarle de nuevo, encuentro en un hilo perdido de un foro una posible explicación que no había considerado: plexiglás deforme con bultos interiores. ¿Y si solo es que la segundera tropieza por dentro con el plexy y se para por fricción? Hago la prueba de marcha con el movimiento fuera de la caja… y me doy cuenta de que así no se para. Y, efectivamente, también puedo comprobar que el plexy tiene bultos y por dentro no es uniforme. Por otra parte, veo que la segundera no es paralela a la horaria o la minutera, sino que está algo levantada. Lo corrijo doblándola y sucede el milagro: lo paso a la muñeca, espero el fallo… ¡no vuelve a pararse!
Ejem, salvo que no carga automáticamente. Algo ha pasado en mis desmontados, de los que ya he perdido la cuenta. Este error fui incapaz de identificarlo. Desmonté la masa oscilante y sus engranajes como unas diez veces, todas siguiendo los mismos pasos y, en una de ellas, todo funcionó. Nunca supe qué ocasionó el fallo.
Hasta los h***** del reloj, pero, por fin, ahora sí que ha quedado perfecto. De nuevo, tras semanas de rodaje, en +-5 segundos y la carga automática funciona. Lo vuelvo a abrir y limpio las juntas y las aceito, dejando la estanqueidad perfecta y, además, probada en piscina.
A estas alturas, ni siquiera aprecio el reloj aunque funcione bien. Le tengo tirria. Decido que tras tanto esfuerzo, debo forzarme a vivir con él a ver si con el uso me vuelve a hacer tilín. Terapia de pareja. Tiempo de calidad juntos. Y tras meses ya marchando sin fallos, dándole caña, me he ido reconciliado con el reloj. Vuelvo a apreciarlo con esa cualidad tan Vostok: desplazar a otros en teoría mejores. El reloj es por fin lo que tiene que ser: un tanquecito todo terreno. Y encima, chulo, con ese aspecto tan retro.
¡Pero qué guerra dio! Los otros Vostok que tengo salieron perfectos, pero cuando uno sale tonto…
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