Hola Abde, no había leído el hilo porque, como ya dije en otro sitio, yo no soy nada "espacial" y no le presto demasiada atención a los hilos del espacio. Precisamente por eso he utilizado el condicional y he dejado bien claro que para mí es un reloj para pilotos de aviones. No quiero hablar mucho de ello porque, incomprensiblemente, es algo peor que el fútbol: cuando dices lo que opinas sobre las "historias" del espacio (todas inverificables, por supuesto, y eso no admite ninguna discusión) la gente que suele ser muy apasionada en esto, se enfada o te pierde el respeto.
Pero ya que me lo cuentas, te diré que ni me creo lo del Pobeda 34K ni lo del Sturmanskie de Gagarin excepto para cuestiones publicitarias o de relaciones públicas. Y si te fijas bien en el hilo que me recomiendas hay un punto en el que dice "Es algo difícil de creer y de entender pero por suerte aquí estamos para explicarlo." Y yo, mira por dónde, resulta que pienso que lo difícil de creer sigue siendo difícil de creer aunque alguien quiera venderte un libro y para ello pretenda explicártelo, cosa que no considero un golpe de suerte. Si ya era inútil para Gagarin cuando estaba sobre el Pacífico saber que en el cosmódromo de Tyuratam, en Kazajastán eran las 4 y 20 de la tarde (es un decir) no te quiero decir para una bonita perrita rusa, que por cierto sufrieron de lo lindo. Todo esto lo digo con un poco de sorna y tratando de buscarle un lado cómico, porque también lo tiene. Dicho esto, como que mi reloj no es exáctamente el de Gagarin, no tengo ningún problema en cederle el honor a un Pobeda 34K que además parece que al pobre hombre le costó un disgusto disciplinario aunque no gulag. Fíjate lo ridículo que es, en un programa militar, arriesgarte a una reprimenda (de tus superiores militares soviéticos, vamos la gente más comprensiva del mundo) con un gesto tan inútil como colocarle un reloj de pulsera mecánico a un perro. ¿Pretendía que disfrutara del tic-tac o que pudiera saber a qué hora le tocaba su ración de Royal Canin? Y además, las autoridades militares soviéticas tuvieron a bien devolverle el reloj, previa riña. "Ha sido usted malo, camarada doctor". Pero se lo devolvemos para que pueda usted fanfarronear pasados los convenientes 40 años, en Estados Unidos, claro, para que nadie le llame mentiroso. En fin, tal vez fue así, o no. Imposible saberlo, porque es de esas historias que explicadas a toro pasado sólo requieren de un autor, sin testigos, sin documentos (siempre es una "fechoría" como la cámara de TV que se trajo clandestinamente Neil Armstrong y que ahora va a ser o ya ha sido subastada por una millonada sin que nadie levante la mano y pregunte en qué agujero corporal la escondió durante la cuarentena médica). Cosas de las historias espaciales, me parecen muy divertidas y espero que nadie se moleste por ello.
PD. He hablado mucho, pero quisiera dejar claro que siento admiración por los logros espaciales soviéticos y las realidades espaciales rusas del presente. Creo que este tipo de historietas nada tienen que ver con ello.