R
Richardreler
In memoriam
Sin verificar
in memoriam
Hola a todos:
Quería comentarles una historia que ha signado mi vínculo con los relojes. Mi padre de muy joven emigró de Francia a la Argentina, trayendo consigo este reloj de sobre mesa Gustav Becker.
Ya casado con mi madre, y con tres hijos a cuestas, las cosas se pusieron economicamente muy difíciles, así que mis padres decidieron vender este reloj. Me encargaron que lo limpiara...y yo tenía 12 años de edad y nada sabía de estas cosas, pero me sobraba voluntad....asi que comencé la limpieza, convencido de que nadie hubiera podido dejarlo mejor que yo...
Destruí el cuadrante, sacándole la pátina que había sobre el bronce, y borrándole la marca, haciendo que esta venta fuera finalmente imposible.
Finalmente el reloj quedó en la familia, las cosas mejoraron con el tiempo, y el reloj quedo en el olvido y a salvo...hasta el año pasado, que lo rescaté de la casa de un hermano mío, y lo restauré completamente, pero dejé el cuadrante así como estaba, en memoria de este episodio que acabo de relatarles.
Es un carillón completo, con una sonería espectacular, con 10 martillos que golpean en sus respectivas barillas, produciendo una melodía extraordinariamente dulce.
Aqui dejo la foto, y disculpen por el rollo.
Un saludo desde Buenos Aires.
Ricardo Reler
By richardreler
Quería comentarles una historia que ha signado mi vínculo con los relojes. Mi padre de muy joven emigró de Francia a la Argentina, trayendo consigo este reloj de sobre mesa Gustav Becker.
Ya casado con mi madre, y con tres hijos a cuestas, las cosas se pusieron economicamente muy difíciles, así que mis padres decidieron vender este reloj. Me encargaron que lo limpiara...y yo tenía 12 años de edad y nada sabía de estas cosas, pero me sobraba voluntad....asi que comencé la limpieza, convencido de que nadie hubiera podido dejarlo mejor que yo...
Destruí el cuadrante, sacándole la pátina que había sobre el bronce, y borrándole la marca, haciendo que esta venta fuera finalmente imposible.
Finalmente el reloj quedó en la familia, las cosas mejoraron con el tiempo, y el reloj quedo en el olvido y a salvo...hasta el año pasado, que lo rescaté de la casa de un hermano mío, y lo restauré completamente, pero dejé el cuadrante así como estaba, en memoria de este episodio que acabo de relatarles.
Es un carillón completo, con una sonería espectacular, con 10 martillos que golpean en sus respectivas barillas, produciendo una melodía extraordinariamente dulce.
Aqui dejo la foto, y disculpen por el rollo.
Un saludo desde Buenos Aires.
Ricardo Reler
By richardreler