F
Flomat
Novat@
Sin verificar
¡Un saludo a todos!
Hace tiempo que vengo leyendo este especial apartado de este foro. Aunque no soy coleccionista, sí me gusta recrearme en la belleza de todos los relojes de bolsillo que aquí se vuelcan, de la información y el conocimiento (tan valiosa y siempre completa) que se transmite, de los detalles decorativos de las cajas y esferas...
En fin, definitivamente me he animado a mostrar tres relojes que tengo, que no serán quizás lo mejor (sobre todo comparando con las verdaderas obras de arte que aquí se muestran, caso de los catalinos o los relojes americanos, así como esos Longines u Omegas que, de vez en cuanto, aparecen) pero creo que al menos son decentes como para enseñarlos.
Disculpad, de antemano, que no pueda deciros mucho de los mismos, ya que mi desconocimiento es bien grande.
El primero que os quiero enseñar es un Zenith chapado en oro, según pone en la tapa trasera que guarda el mecanismo. Yo diría que su datación es sobre los años 20, quizás un poco anterior, debido a la decoración mostrada en la caja, que escapa del típico Art and Craft de finales del S. XIX y lo acerca al Art Nouveau mackintoshniano o racionalista (es decir, a base de líneas formando dibujos geométricos sencillos). Aún así, los laterales de la caja muestran una decoración algo más naturalista (pero muy estilizada: lazos vegetales que se entrelazan). El mecanismo no muestra número de serie alguno, de ahí que no pueda datar con seguridad la fecha del reloj. Según leí hace tiempo, y creo recordar, la casa Zenith no empezó a numerar sus calibres hasta pasado 1910. ¿Sería posible, por tanto, que este reloj sea de la primera década del S. XX?. Es una de las dudas que tengo al respecto, la verdad.
El reloj funciona perfectamente.
El Siguiente ejemplo que traigo es un reloj de tipo Roskopf, que, sinceramente, está para el arrastre. Le falta el cristal delantero, la tapa trasera, las agujas y ni siquiera puedo darle cuerda por que la rueda dentada grande del calibre (la que, desde la corona debería moverse para dar cuerda) está atascada (o pegada. Desconozco si por óxido o simplemente le hace falta una limpieza. En principio no me parece que el mecanismo esté oxidado). De nuevo, yo diría que el reloj es de los años 20, o quizás los 30. Lo que más me gusta del mismo es la esfera de porcelana, con las características lentejas rojas y que, sobre todo, en vez de señalarse una posible marca o de que tipo es el reloj lo que tiene es escrito la joyería, el nombre del joyero y la ciudad donde se vendió, en principio, el reloj. La verdad, no sé si merece la pena restaurarlo o dejarlo como está, por que el relojero al que acudí me dijo un precio que, comparando con otros Roskopf que se venden por ahí en buenas condiciones y funcionando triplica lo que valen, de media, dichos relojes.
El último reloj que os muestro es un Dogma Prima de los años 40-50 (¿puede ser?...). De este me encanta la esfera, con la combinación de números arábigos con los romanos en dorado y las agujas que tienen forma de eso: aguja, lo cual lo encuentro original, comparando con lo que estoy habituado a ver en relojes de los mismos años. La trasera tiene una decoración muy racional, al gusto de los movimientos artísticos modernos de los años 30 que calaron más posteriormente (Bauhaus, Werkbund...). Funciona perfectamente pero siento no poder mostraros el mecanismo, que por otra parte supongo que no tendrá excesivo interés, ya que la tapa trasera se me antoja muy dura de abrir y no quiero forzarla excesivamente, vayamos a ver que me la cargue...
Hace tiempo que vengo leyendo este especial apartado de este foro. Aunque no soy coleccionista, sí me gusta recrearme en la belleza de todos los relojes de bolsillo que aquí se vuelcan, de la información y el conocimiento (tan valiosa y siempre completa) que se transmite, de los detalles decorativos de las cajas y esferas...
En fin, definitivamente me he animado a mostrar tres relojes que tengo, que no serán quizás lo mejor (sobre todo comparando con las verdaderas obras de arte que aquí se muestran, caso de los catalinos o los relojes americanos, así como esos Longines u Omegas que, de vez en cuanto, aparecen) pero creo que al menos son decentes como para enseñarlos.
Disculpad, de antemano, que no pueda deciros mucho de los mismos, ya que mi desconocimiento es bien grande.
El primero que os quiero enseñar es un Zenith chapado en oro, según pone en la tapa trasera que guarda el mecanismo. Yo diría que su datación es sobre los años 20, quizás un poco anterior, debido a la decoración mostrada en la caja, que escapa del típico Art and Craft de finales del S. XIX y lo acerca al Art Nouveau mackintoshniano o racionalista (es decir, a base de líneas formando dibujos geométricos sencillos). Aún así, los laterales de la caja muestran una decoración algo más naturalista (pero muy estilizada: lazos vegetales que se entrelazan). El mecanismo no muestra número de serie alguno, de ahí que no pueda datar con seguridad la fecha del reloj. Según leí hace tiempo, y creo recordar, la casa Zenith no empezó a numerar sus calibres hasta pasado 1910. ¿Sería posible, por tanto, que este reloj sea de la primera década del S. XX?. Es una de las dudas que tengo al respecto, la verdad.
El reloj funciona perfectamente.
El Siguiente ejemplo que traigo es un reloj de tipo Roskopf, que, sinceramente, está para el arrastre. Le falta el cristal delantero, la tapa trasera, las agujas y ni siquiera puedo darle cuerda por que la rueda dentada grande del calibre (la que, desde la corona debería moverse para dar cuerda) está atascada (o pegada. Desconozco si por óxido o simplemente le hace falta una limpieza. En principio no me parece que el mecanismo esté oxidado). De nuevo, yo diría que el reloj es de los años 20, o quizás los 30. Lo que más me gusta del mismo es la esfera de porcelana, con las características lentejas rojas y que, sobre todo, en vez de señalarse una posible marca o de que tipo es el reloj lo que tiene es escrito la joyería, el nombre del joyero y la ciudad donde se vendió, en principio, el reloj. La verdad, no sé si merece la pena restaurarlo o dejarlo como está, por que el relojero al que acudí me dijo un precio que, comparando con otros Roskopf que se venden por ahí en buenas condiciones y funcionando triplica lo que valen, de media, dichos relojes.
El último reloj que os muestro es un Dogma Prima de los años 40-50 (¿puede ser?...). De este me encanta la esfera, con la combinación de números arábigos con los romanos en dorado y las agujas que tienen forma de eso: aguja, lo cual lo encuentro original, comparando con lo que estoy habituado a ver en relojes de los mismos años. La trasera tiene una decoración muy racional, al gusto de los movimientos artísticos modernos de los años 30 que calaron más posteriormente (Bauhaus, Werkbund...). Funciona perfectamente pero siento no poder mostraros el mecanismo, que por otra parte supongo que no tendrá excesivo interés, ya que la tapa trasera se me antoja muy dura de abrir y no quiero forzarla excesivamente, vayamos a ver que me la cargue...