Maurofractal
Habitual
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Una nueva entrega de mis relojes para cada ocasión.
En esta ocasión he sacado dos viejas glorias. Mi Seiko 6139 supongo que más o menos del año 1971 o por ahí, y mi Mercedes C180 w202 de 1996.
Ambos son piezas que se resisten a sucumbir al paso del tiempo, dicho de otro modo, son piezas irrompibles, con tecnologías muy complejas para su época, que a día de hoy sigues funcionando a la perfección.
Encontré al Seiko en uno de mis rastreos por Wallapop a muy buen precio, pero en un estado de desgaste extremo. Tras pasar por quirófano quise que se mantuvieran sus cicatrices intactas, y me negué a pulirlo.
Un reloj con historia, que para muchos debería llamarse "El Primero", ya que fue realmente el primer automático con crono en comercializarse para el público, puja muy luchada por Heuer, Zenith y el susodicho Seiko (marca coleccionista de logros).
El Mercedes lo rescaté de un letargo de años, guardado en el garaje de una vecina, que tras fallecer su marido no quería desprenderse de su coche. Finalmente me comentó que si me lo quería quedar, y hace cuatro años duerme en mi garaje sustituyendo a otro gran Mercedes que tuve previamente, el 190.
Tanto mi mujer como yo hemos mirado un sustituto para el pequeño gran Mercedes, pero entre que los nuevos Mercedes esconden secretos franceses bajo la tapa de motor y que cada vez que viajamos con él vamos muy cómodos, no hay forma de desprenderse de él.
La combinación es clara, dos clásicos que no llaman la atención, pero que sabes que nunca fallarán.
No me gustan los relojes sin segundero, pero la simplicidad de las formas del Seiko le hacen ganar muchos puntos. Es simple, sí, pero tiene un crono de 30 min, calendario y día de la semana y hasta taquímetro.
Es un poco ancho y su plexi un imán de golpes, pero esa anchura es parte de su encanto.
El Mercedes también es un imán de impresentables a los que les gusta arrancar la estrella, por ello tras mi último viaje al sur ahora ya no luce en el frontal, tendré que ponerle una nueva (creo que es la cuarta que voy a tener que ponerle, una por año...), pero la trasera aún la conserva.
Todo paseo acaba regresando al garaje.
Espero que os haya gustado esta nueva entrega.
Saludos!
Enviado desde mi iPhone utilizando Tapatalk
En esta ocasión he sacado dos viejas glorias. Mi Seiko 6139 supongo que más o menos del año 1971 o por ahí, y mi Mercedes C180 w202 de 1996.
Ambos son piezas que se resisten a sucumbir al paso del tiempo, dicho de otro modo, son piezas irrompibles, con tecnologías muy complejas para su época, que a día de hoy sigues funcionando a la perfección.
Encontré al Seiko en uno de mis rastreos por Wallapop a muy buen precio, pero en un estado de desgaste extremo. Tras pasar por quirófano quise que se mantuvieran sus cicatrices intactas, y me negué a pulirlo.
Un reloj con historia, que para muchos debería llamarse "El Primero", ya que fue realmente el primer automático con crono en comercializarse para el público, puja muy luchada por Heuer, Zenith y el susodicho Seiko (marca coleccionista de logros).
El Mercedes lo rescaté de un letargo de años, guardado en el garaje de una vecina, que tras fallecer su marido no quería desprenderse de su coche. Finalmente me comentó que si me lo quería quedar, y hace cuatro años duerme en mi garaje sustituyendo a otro gran Mercedes que tuve previamente, el 190.
Tanto mi mujer como yo hemos mirado un sustituto para el pequeño gran Mercedes, pero entre que los nuevos Mercedes esconden secretos franceses bajo la tapa de motor y que cada vez que viajamos con él vamos muy cómodos, no hay forma de desprenderse de él.
La combinación es clara, dos clásicos que no llaman la atención, pero que sabes que nunca fallarán.
No me gustan los relojes sin segundero, pero la simplicidad de las formas del Seiko le hacen ganar muchos puntos. Es simple, sí, pero tiene un crono de 30 min, calendario y día de la semana y hasta taquímetro.
Es un poco ancho y su plexi un imán de golpes, pero esa anchura es parte de su encanto.
El Mercedes también es un imán de impresentables a los que les gusta arrancar la estrella, por ello tras mi último viaje al sur ahora ya no luce en el frontal, tendré que ponerle una nueva (creo que es la cuarta que voy a tener que ponerle, una por año...), pero la trasera aún la conserva.
Todo paseo acaba regresando al garaje.
Espero que os haya gustado esta nueva entrega.
Saludos!
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