
Casiná
Maestro Heladero
Sin verificar
.... como los buenos bancos (los de sentarse, no los otros). Una que lo compra, otra que aporta la pieza y otra que la transporta.
Me estoy refiriendo al King, ese reloj con una enorme corona regia por símbolo que compré hace unos jueves con el tirete roto y que no logré reponer por los medios tradicionales. Expuse este problema en el taller y nuestro compañero El Reloj, D. Luis para entendernos (2ª pata del banco), raudo y veloz salió a ofrecerlo de su "enorme almacén". Pero, como siempre, hacía falta transportarlo hasta Sevilla porque Buenos Aires me queda algo lejos. Y en eso que apareció la tercera pata, esa inquieta criatura a quien todos (o casi) añoramos por este sótano, la sin par Seren, la que no para de hacer cosas, una detrás de otra aunque, como ella dice, sin mucho orden ni concierto. Pero una cosa es la que dice y otra la que es y, en este caso, ha sido rápida, precisa y garantizada, como en boxes de la formula uno. Recogió el tirete, lo empaquetó, me lo envió y hoy ha llegado a mi casa.
Para no ser yo menos, en cuanto regresé del paseo de mantenimiento, desmonté el reloj, lo limpié, le sustituí el tirete roto por el nuevo y, montado y engrasado, aquí lo véis funcionando. Ahora tocará afinar.

Ni que decir tiene que quedo muy agradecido a las "otras dos patas". Con compis así da gusto andar por aquí.
Un saludo desde Sevilla. ¡Casi ná!.
Me estoy refiriendo al King, ese reloj con una enorme corona regia por símbolo que compré hace unos jueves con el tirete roto y que no logré reponer por los medios tradicionales. Expuse este problema en el taller y nuestro compañero El Reloj, D. Luis para entendernos (2ª pata del banco), raudo y veloz salió a ofrecerlo de su "enorme almacén". Pero, como siempre, hacía falta transportarlo hasta Sevilla porque Buenos Aires me queda algo lejos. Y en eso que apareció la tercera pata, esa inquieta criatura a quien todos (o casi) añoramos por este sótano, la sin par Seren, la que no para de hacer cosas, una detrás de otra aunque, como ella dice, sin mucho orden ni concierto. Pero una cosa es la que dice y otra la que es y, en este caso, ha sido rápida, precisa y garantizada, como en boxes de la formula uno. Recogió el tirete, lo empaquetó, me lo envió y hoy ha llegado a mi casa.
Para no ser yo menos, en cuanto regresé del paseo de mantenimiento, desmonté el reloj, lo limpié, le sustituí el tirete roto por el nuevo y, montado y engrasado, aquí lo véis funcionando. Ahora tocará afinar.




Ni que decir tiene que quedo muy agradecido a las "otras dos patas". Con compis así da gusto andar por aquí.
Un saludo desde Sevilla. ¡Casi ná!.