S
Susto
Forer@ Senior
Sin verificar
Bueno, pues tras muchos meses de ser el único alemán en la colección, el Dornblüth 99.1 ha encontrado en el Meistersinger 1Z a un compatriota con el que practicar el idioma. De hecho, hablando, hablando se han dado cuenta de que aunque tienen algunas cosas en común (Unitas 6498 / Unitas 6497, esfera blanca y agujas azules), son otras muchas las que les separan.
Para empezar, la más evidente, es que el Meistersinger no sólo tiene un tercio de las agujas que el Dornie, sino que su azulado es diferente, más mate, prácticamente negro todo el tiempo salvo que se le busque bien el reflejo. En cambio, el Dornie exhibe sus colores a la mínima provocación, es casi eléctrico. Y hablando de colores, la esfera también engaña: blanco homogéneo en el Meistersinger frente a blanco/cáscara de huevo/perlado con sutiles reflejos en el Dornie (se ve muy bien en la foto ampliada). Sin duda le gusta bastante más jugar con los reflejos que a su primo, claro que también ayuda el cristal de zafiro que el M. no se pudo permitir.
En cuanto al pequeño detalle de dar la hora, hay que reconocer que el Dornie es más preciso, sin embargo el Meister le gana en exactitud al no tener un segundero “imparable” que prácticamente impide ponerlo exactamente en hora. Claro que la mayor parte del tiempo no es la hora lo que se busca al mirarles a la cara, ¿no?
Por detrás casi no merece la pena ni comentarlo, tal vez sólo mencionar que el Dornie tiene mucho menos juego al empezar a darle cuerda, la corona engrana enseguida, mientras que el Meister tiene bastante más hasta que efectivamente engancha y comienza a transmitir la fuerza del giro. A cambio, éste último es mucho más suave y requiere menos esfuerzo.
En fin, dos piezas que, cada una en su estilo, dan muchas satisfacciones dentro de un estilo bastante más formal que el de los cronos que hasta hace no mucho formaban el grueso de mi magra colección. Ahora sólo falta un diver germánico para terminar de acomplejar al pobre Seamaster que se me ha quedado como representante testimonial de la relojería suiza.
Saludos a todos,
Juan Andrés
Para empezar, la más evidente, es que el Meistersinger no sólo tiene un tercio de las agujas que el Dornie, sino que su azulado es diferente, más mate, prácticamente negro todo el tiempo salvo que se le busque bien el reflejo. En cambio, el Dornie exhibe sus colores a la mínima provocación, es casi eléctrico. Y hablando de colores, la esfera también engaña: blanco homogéneo en el Meistersinger frente a blanco/cáscara de huevo/perlado con sutiles reflejos en el Dornie (se ve muy bien en la foto ampliada). Sin duda le gusta bastante más jugar con los reflejos que a su primo, claro que también ayuda el cristal de zafiro que el M. no se pudo permitir.
En cuanto al pequeño detalle de dar la hora, hay que reconocer que el Dornie es más preciso, sin embargo el Meister le gana en exactitud al no tener un segundero “imparable” que prácticamente impide ponerlo exactamente en hora. Claro que la mayor parte del tiempo no es la hora lo que se busca al mirarles a la cara, ¿no?
Por detrás casi no merece la pena ni comentarlo, tal vez sólo mencionar que el Dornie tiene mucho menos juego al empezar a darle cuerda, la corona engrana enseguida, mientras que el Meister tiene bastante más hasta que efectivamente engancha y comienza a transmitir la fuerza del giro. A cambio, éste último es mucho más suave y requiere menos esfuerzo.
En fin, dos piezas que, cada una en su estilo, dan muchas satisfacciones dentro de un estilo bastante más formal que el de los cronos que hasta hace no mucho formaban el grueso de mi magra colección. Ahora sólo falta un diver germánico para terminar de acomplejar al pobre Seamaster que se me ha quedado como representante testimonial de la relojería suiza.
Saludos a todos,
Juan Andrés