josera15
Habitual
Sin verificar
La verdad es que me da un poco de vergüenza contar ésto, pero creo que sois los que mejor podéis entenderme.
Tengo un problema que me sucede con el coche, la casa, la ropa, pero sobre todo con los relojes. No soporto cualquier arañazo, roce, mancha, hasta extremos casi enfermizos.
Como digo, con los relojes es algo que me preocupa, pues en lugar de disfrutar de ellos, me llega a obsesionar tanto que me supone un sufrimiento, hasta tal punto que me he plantedo venderlos todos y quedarme con un único reloj de "batalla".
Cada vez que compro un reloj, lo disfruto únicamente hasta que le encuentro el primer arañazo, microraya, o cualquier otro defecto, aunque sea pequeño o minúsculo. A partir de ese momento es una angustia que suele terminar muchas veces con el reloj en peor estado por la utilización inadecuada del cape cod o de algún estropajo. Y en cuanto a los relojes usados, he decidido no comprar ninguno más, pues con lo que acabo pagando en el SAT me sale igual que nuevo.
He llevado relojes al SAT por defectos casi apreciables al microscopio. Reconozco que es excesivo y ridículo, pero en el momento en que detecto cualquier irregularidad, es como si ese reloj dejara de servirme hasta que no consigo arreglarlo.
He gastado mucho dinero en cambiar biseles y esferas por verdaderas tonterías, pulidos innecesarios y viajes a Madrid exclusivamente para estos menesteres.
Hay veces que hasta me da vergüenza. Por ejemplo, hace poco llevé el Submariner al SAT de Rolex porque se me había metido en la cabeza que el bisel había perdido brillo y había una manchita en el triangulito de las 12 horas. En el SAT me dijeron que estaba perfecto.
Ahora mismo, tengo un Oris F1 Williams Crono que me quita el sueño por unas pequeñas marcas en la caja. Son marcas que nadie apreciaría si no se fijara en detalle, pero no lo soporto.
Realmente creo que esto excede de lo que es una mera afición y empieza a convertirse en obsesión.
Perdón por el ladrillo y gracias por permitirme desahogarme.
Tengo un problema que me sucede con el coche, la casa, la ropa, pero sobre todo con los relojes. No soporto cualquier arañazo, roce, mancha, hasta extremos casi enfermizos.
Como digo, con los relojes es algo que me preocupa, pues en lugar de disfrutar de ellos, me llega a obsesionar tanto que me supone un sufrimiento, hasta tal punto que me he plantedo venderlos todos y quedarme con un único reloj de "batalla".
Cada vez que compro un reloj, lo disfruto únicamente hasta que le encuentro el primer arañazo, microraya, o cualquier otro defecto, aunque sea pequeño o minúsculo. A partir de ese momento es una angustia que suele terminar muchas veces con el reloj en peor estado por la utilización inadecuada del cape cod o de algún estropajo. Y en cuanto a los relojes usados, he decidido no comprar ninguno más, pues con lo que acabo pagando en el SAT me sale igual que nuevo.
He llevado relojes al SAT por defectos casi apreciables al microscopio. Reconozco que es excesivo y ridículo, pero en el momento en que detecto cualquier irregularidad, es como si ese reloj dejara de servirme hasta que no consigo arreglarlo.
He gastado mucho dinero en cambiar biseles y esferas por verdaderas tonterías, pulidos innecesarios y viajes a Madrid exclusivamente para estos menesteres.
Hay veces que hasta me da vergüenza. Por ejemplo, hace poco llevé el Submariner al SAT de Rolex porque se me había metido en la cabeza que el bisel había perdido brillo y había una manchita en el triangulito de las 12 horas. En el SAT me dijeron que estaba perfecto.
Ahora mismo, tengo un Oris F1 Williams Crono que me quita el sueño por unas pequeñas marcas en la caja. Son marcas que nadie apreciaría si no se fijara en detalle, pero no lo soporto.
Realmente creo que esto excede de lo que es una mera afición y empieza a convertirse en obsesión.
Perdón por el ladrillo y gracias por permitirme desahogarme.
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