M
Madvic
Novat@
Sin verificar
Hola, Querría compartir en el foro la revisión que acabo de hacer al reloj de mis abuelos (herencia de familia, ahora me toca a mí cuidarlo).
Se trata de un reloj de pared con carrillón Westminster, comercializado por Quillet en los años 50. Este reloj tiene muchos kilómetros: mi abuelo lo compró a principios de los 50, y se lo llevó a Uruguay en 1959 cuando acompañó a mis padres en la emigración.
El pobre reloj tuvo un accidente cuando mi abuelo lo colgó de forma defectuosa (no existían ni los Black&Decker ni los tacos de plástico!) y se vino al suelo desde 2 metros de altura, con "paradiña" en un aparador que lo hizo bascular para que cayera de cara al suelo
El resultado fue el eje de centro ligeramente torcido... en Uruguay año 1959 ... imposible encontrar un repuesto de esta maquinaria U.M. Gracias a mi padre que era un relojero acostumbrado a hacerse sus piezas y a reparar lo que fuera, se consiguió que volviera a funcionar con infinita paciencia... enderezar un eje de acero templado sin destemplarlo ni romperlo no es fácil. En la foto puede verse que falta un trocito de moldura en la parte superior, es la única consecuencia aún visible de aquella caída hace 59 años.
El reloj volvió a funcionar (aunque muy delicado), y así estuvo hasta que en 1979 ... volvimos a España (bueno, yo no "volví", sino que vine), y el reloj con nosotros, claro. Otro viaje en barco metido en un baúl con un montón de ropa de cama y una maleta con herramientas de relojero.
De vuelta en España lo tuvimos siempre en marcha en diferentes domicilios, nunca volvió a caerse, pero sucedió lo inevitable: el desgaste de algunos centros volvió su funcionamiento errático y lo peor de todo, se rompió la cuerda de los cuartos (la más fuerte, para los que no conocen estos detalles). Mi padre consiguió repararla, porque no hubo manera de obtener un repuesto en las tiendas de Madrid (Internet no existía). Un resultado de esto es que esa cuerda ya no tiene toda su fuerza, puesto que fue necesario destemplar una sección para poder agujerearla, volviendo esa sección inservible como muelle.
Hace unos años mi padre falleció y yo, como "friki" de la familia, me hice cargo del reloj, que en ese momento ya sólo marcaba el tiempo, la sonería dejó de funcionar y mi padre, ya muy mayor, no podía repararla.
Por fin, hace 2 años me decidí a "meterle mano", utilizar todo mi ingenio y las enseñanzas que recibí para ver qué le pasaba y arreglar este maravilloso legado de familia. En este (enorme) post voy a enseñaros algunas fotos de la máquina que es una maravilla. Lamentablemente no hice ningún vídeo del reloj funcionando, otra vez será. Los entendidos notarán que este reloj no tiene los centros intercambiables, son solo simples agujeros en las pletinas. Para reparar un desgaste (agujero ovalado) hay que acumular material con un golpeador y luego escariar y pulir para volver a hacer redondo el agujero... algo que no todo el mundo puede hacer bien (yo ni lo intento).
Una de las consecuencias de la caía en 1959 fue la rotura de un diente de la rueda de las horas, aquí se aprecia la reparación que hizo mi padre poniendo un diente nuevo (abajo a la derecha):
La restauración fue simplemente una limpieza completa, tuve que desmontar completamente la máquina (para eso las fotos, me permitieron resolver dudas a la hora de montarla), y aparte de limpiarla bien con gasolina, repasando los centros con varillas de madera (el limonero va de fábula), la lubriqué con aceite de relojero (ahora son sintéticos, antes eran de cuerno de animal), y la volví a montar. Después de algunos ajustes, he conseguido que funcione bastante bien, la cuerda dura una semana como debe ser y toca las melodías correctamente (un "dolor" ajustar eso).
Algunas veces se para, trabado por la sonería, pero estos relojes tan viejos tienen sus cosas ("carácter" lo llamo yo), así que se lo perdono, no merece la pena intentar arreglar algo muy sutil en una máquina muy desgastada.
Espero que os guste.
Se trata de un reloj de pared con carrillón Westminster, comercializado por Quillet en los años 50. Este reloj tiene muchos kilómetros: mi abuelo lo compró a principios de los 50, y se lo llevó a Uruguay en 1959 cuando acompañó a mis padres en la emigración.
El pobre reloj tuvo un accidente cuando mi abuelo lo colgó de forma defectuosa (no existían ni los Black&Decker ni los tacos de plástico!) y se vino al suelo desde 2 metros de altura, con "paradiña" en un aparador que lo hizo bascular para que cayera de cara al suelo
El resultado fue el eje de centro ligeramente torcido... en Uruguay año 1959 ... imposible encontrar un repuesto de esta maquinaria U.M. Gracias a mi padre que era un relojero acostumbrado a hacerse sus piezas y a reparar lo que fuera, se consiguió que volviera a funcionar con infinita paciencia... enderezar un eje de acero templado sin destemplarlo ni romperlo no es fácil. En la foto puede verse que falta un trocito de moldura en la parte superior, es la única consecuencia aún visible de aquella caída hace 59 años.
El reloj volvió a funcionar (aunque muy delicado), y así estuvo hasta que en 1979 ... volvimos a España (bueno, yo no "volví", sino que vine), y el reloj con nosotros, claro. Otro viaje en barco metido en un baúl con un montón de ropa de cama y una maleta con herramientas de relojero.
De vuelta en España lo tuvimos siempre en marcha en diferentes domicilios, nunca volvió a caerse, pero sucedió lo inevitable: el desgaste de algunos centros volvió su funcionamiento errático y lo peor de todo, se rompió la cuerda de los cuartos (la más fuerte, para los que no conocen estos detalles). Mi padre consiguió repararla, porque no hubo manera de obtener un repuesto en las tiendas de Madrid (Internet no existía). Un resultado de esto es que esa cuerda ya no tiene toda su fuerza, puesto que fue necesario destemplar una sección para poder agujerearla, volviendo esa sección inservible como muelle.
Hace unos años mi padre falleció y yo, como "friki" de la familia, me hice cargo del reloj, que en ese momento ya sólo marcaba el tiempo, la sonería dejó de funcionar y mi padre, ya muy mayor, no podía repararla.
Por fin, hace 2 años me decidí a "meterle mano", utilizar todo mi ingenio y las enseñanzas que recibí para ver qué le pasaba y arreglar este maravilloso legado de familia. En este (enorme) post voy a enseñaros algunas fotos de la máquina que es una maravilla. Lamentablemente no hice ningún vídeo del reloj funcionando, otra vez será. Los entendidos notarán que este reloj no tiene los centros intercambiables, son solo simples agujeros en las pletinas. Para reparar un desgaste (agujero ovalado) hay que acumular material con un golpeador y luego escariar y pulir para volver a hacer redondo el agujero... algo que no todo el mundo puede hacer bien (yo ni lo intento).
Una de las consecuencias de la caía en 1959 fue la rotura de un diente de la rueda de las horas, aquí se aprecia la reparación que hizo mi padre poniendo un diente nuevo (abajo a la derecha):
La restauración fue simplemente una limpieza completa, tuve que desmontar completamente la máquina (para eso las fotos, me permitieron resolver dudas a la hora de montarla), y aparte de limpiarla bien con gasolina, repasando los centros con varillas de madera (el limonero va de fábula), la lubriqué con aceite de relojero (ahora son sintéticos, antes eran de cuerno de animal), y la volví a montar. Después de algunos ajustes, he conseguido que funcione bastante bien, la cuerda dura una semana como debe ser y toca las melodías correctamente (un "dolor" ajustar eso).
Algunas veces se para, trabado por la sonería, pero estos relojes tan viejos tienen sus cosas ("carácter" lo llamo yo), así que se lo perdono, no merece la pena intentar arreglar algo muy sutil en una máquina muy desgastada.
Espero que os guste.
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