Un poco de historia.
El 16 de Octubre de 1923, John Harwood, un relojero inglés, registró en Suiza la patente para un reloj automático de pulsera, obteniendo el reconocimiento un año despues. El documento oficial expedido por la oficina federal de la propiedad intelectual de la Confederación Helvética en Berna lleva efectivamente el número 10 65 83 y fue expedido con fecha de 1 de septiembre de 1924.
La idea de un reloj al que se diera cuerda con el moviento de la persona no era nueva. Abraham Louis Perelet la había tenido en 1770 y después Abraham Louis Breguet y otros se habían dedicado a ello con éxito. Por ejemplo Louis Recordon, que había registrado una patente en 1780. También en ese siglo hubo modificaciones interesantes, como las propuestas en 1838 por Louis Audemars, y por Adrien Phillipe en 1848.
A principios de los años veinte, el parisino Léon Leroy realizó artesanalmente relojes de pulsera automáticos inspirándose en los modelos de los grandes relojeros del pasado, pero fue sólo con Harwood con quien ese tipo de reloj pudo entrar en la producción industrial.
Se dice que Harwood, nacido en 1894 y que por tanto había participado en la Gran Guerra, empleaba las horas de tranquilidad en el frente (sic),para estudiar un mecanismo automático. Una vez licenciado, volvió a instalarse en la isla de Mann y dedicó muchos años más al perfeccionamiento de su invento, pidiendo más tarde su patente. La masa oscilante estaba constituida por un sector circular sujeto por el centro, que giraba sobre un arco de 130º. En los extremos, dos muelles amortiguaban los choques. El resorte se cargaba utili¡zando un único sentido de rotación de la masa oscilante. En el sentido opuesto, la carrera era en vacio.
Una vez ultimado el invento, Harwood se dio cuenta de que el único pais donde habría podido realizarlo era Suiza. De todos modos, los primeros contactos con las fábricas Helvéticas no fueron satisfactorios. El nuevo movimiento era delicado y se precisaba una fuerte inversion para poderlo producir. Finalmente, en 1926 Harwood entró en contacto con la firma A. Schild para realizar en serie el nuevo movimiento, y al mismo tiempo con la firma Fortis S.A. de la que Ernest Schild era accionista. Pero queria que el reloj fuera comercializado con su nombre: HARWOOD.
De la enciclopedia "El fascinante Mundo de Los Relojes", no os vayáis a creer
.
En cualquier caso, parece claro que el invento se debe a Perrelet, pero quien lo lleva a cabo industrialmente y en pulsera, es Harwood.