Yo no le echo directamente las culpas a Swatch, simplemente el no haber disponibilidad en un principio (y en un después, porque ha costado tiempo que estén disponibles con cierta facilidad) ha hecho que mi interés inicial se desvanezca. En otros relojes de mayor precio, suelo dejar pasar un tiempo (fácilmente 1 año) en el cuál medito muchísimo su compra. Veo fotos a menudo e incluso me lo pruebo varias veces. Si tras ese periodo reflexivo sigue habiendo amor, es el elegido.
Con el moonswatch, el periodo de reflexión ha venido incluso forzado por la falta de unidades a la venta y tras ver decenas sino cientos de fotos de ellos, además de verlos expuestos en el escaparate de la tienda Swatch de mi ciudad cada vez que paso, pues he tenido gatillazo. Por precio, es un reloj cuya compra ha de ser impulsiva casi, emocional, me gusta, sé lo que es, lo compro.
El tiempo en este caso ha ido en su contra. Porque meditándolo bien, no deja de ser un juguete que imita al real deal, que es el que me he acabado por comprar antes de que suban de nuevo las tarifas.
“El resto de relojes de lujo” , espero que no estemos metiendo indirectamente al moonswatch en ese grupo.
Hay una gran diferencia entre sobrepagar un cacho de plástico producido en serie cuya vida útil está limitada desde el principio, con hacerlo por un bien cuya creación ha llevado MUCHO más trabajo y de mayor valor y que además, va a transcender nuestras propias vidas.
Me sorprende tener que comentar esto en un foro de relojes, que la gente siga valorando los relojes por el coste del material que tienen y no por toda la ingeniería, horas de dedicación y demás parafernalia que conlleva sacar un buen modelo mecánico al mercado.
