Goldoff
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A casi todos los que andamos por aquí el apellido Rabat nos dice algo, pero en este caso, y siendo de la misma familia, no hablo de las joyerías. La otra rama Rabat también está relacionada con relojes, aunque desde la distribución: han tenido Eterna, Porsche Design, Momo Design y actualmente llevan Glycine, Braun y otras. Además de esto, ambos, padre e hijo, son grandes aficionados al mundo del motor, y fue esta combinación de trabajo y afición junto con su propia procedencia lo que les ha llevado a crear su propia marca de relojes: Montjuïc Watches.
Para los aficionados al motor -y, por estadística, aquí tiene que haber unos cuantos- el nombre de Montjuïc es más evocador que el de Montmeló. Entre otras cosas porque fue uno de los circuitos urbanos más emocionantes (y peligrosos) de la época, y me consta que alguno de los foreros que conozco incluso presenció alguna de las últimas carreras que se celebraron en él. Por cierto, Tazio Nuvolari gano aquí en 1936, a los mandos de un Alfa Romeo...
Los relojes Montjuïc no son alta relojería. Ni siquiera media, pero están hechos por alguien que conoce bien el mercado. El proyecto ha empezado con la línea Sport, con calibres japoneses meca-quartz Hattori (de Seiko), y ya está en marcha un automático con calibre suizo. Antes, llegará el Sport chrono, igualmente de cuarzo. Se producen en Hong Kong, pero están trabajando para traerse la producción a Europa. El que traigo aquí es precisamente un componente de la familia Sport. El calibre Hattori meca-quartz proporciona a la segundera un movimiento aparentemente mecánico en lugar de los "segundos muertos" típicos de los cuarzos.
El embalaje, teniendo en cuenta el nivel de precio, es bastante más que digno. Una caja de cartón que aloja un mini-bidón conteniendo el reloj en sí. La caja también contiene un paño de limpieza, la garantía y una segunda correa. Ese hocico es de mi ayudante.
El diseño -propio- de la caja se inspira en los Flat Six de Porsche, un pistón en toda regla. A pesar de que la corona no es atornillada ofrece una resistencia al agua de 5 bar (50 metros).
El cristal *no* es de zafiro. Lo describen como mineral con recubrimiento de zafiro, y aunque imagino que el motivo es la economía yo no hubiera escatimado en eso. No tanto porque vaya a rayarse más o menos, sino por no tener que explicarlo. Eso sí, tiene un tratamiento anti reflejos que para sí quisieran otras marcas con algún cero más en la etiqueta.
Trae un desplegable de tres piezas que, al igual que la caja (43mm de diámetro), es de acero 316L pero que se podría confundir con titanio debido al peculiar tratamiento arenado. Lo que no me ha gustado es el tacto de la correa, hecha de silicona y caucho. O más bien su capacidad para atraer polvo y todo tipo de hebras, algo que, me dicen desde Montjuïc, es pasajero, porque con el uso la correa pierde ese, ejem, magnetismo. La parte buena es que trae sus propios pasadores integrados, lo que permite cambiarla sin herramientas. Y el diseño, muy racing.
Es muy ligero, y la verdad es que casi no se nota e la muñeca, haciendo muy real esa sensación de estar llevando titanio. Sin ser un reloj para un watchaholic como la mayoría de nosotros, me ha parecido interesante traerlo para aquellos que quieran darse este capricho o, sobre todo, agasajar a es@ parient@ a quien gusta el olor de gasolina pero no está muy por la labor de cualquier otra mecánica.
La presentación en tiendas está cuidada, y se complementa con una maqueta del Porsche GT3 que enamoraría a más de uno. El precio me parece ajustado para lo que da. Finalmente, tenía dudas acerca de ponerlo aquí o en el foro de micromarcas, pero creo que la vocación de Montjuic Watches no es la de ser una micromarca sino lo contrario...
Más info en www.montjuicwatches.com
Para los aficionados al motor -y, por estadística, aquí tiene que haber unos cuantos- el nombre de Montjuïc es más evocador que el de Montmeló. Entre otras cosas porque fue uno de los circuitos urbanos más emocionantes (y peligrosos) de la época, y me consta que alguno de los foreros que conozco incluso presenció alguna de las últimas carreras que se celebraron en él. Por cierto, Tazio Nuvolari gano aquí en 1936, a los mandos de un Alfa Romeo...
Los relojes Montjuïc no son alta relojería. Ni siquiera media, pero están hechos por alguien que conoce bien el mercado. El proyecto ha empezado con la línea Sport, con calibres japoneses meca-quartz Hattori (de Seiko), y ya está en marcha un automático con calibre suizo. Antes, llegará el Sport chrono, igualmente de cuarzo. Se producen en Hong Kong, pero están trabajando para traerse la producción a Europa. El que traigo aquí es precisamente un componente de la familia Sport. El calibre Hattori meca-quartz proporciona a la segundera un movimiento aparentemente mecánico en lugar de los "segundos muertos" típicos de los cuarzos.
El embalaje, teniendo en cuenta el nivel de precio, es bastante más que digno. Una caja de cartón que aloja un mini-bidón conteniendo el reloj en sí. La caja también contiene un paño de limpieza, la garantía y una segunda correa. Ese hocico es de mi ayudante.
El diseño -propio- de la caja se inspira en los Flat Six de Porsche, un pistón en toda regla. A pesar de que la corona no es atornillada ofrece una resistencia al agua de 5 bar (50 metros).
El cristal *no* es de zafiro. Lo describen como mineral con recubrimiento de zafiro, y aunque imagino que el motivo es la economía yo no hubiera escatimado en eso. No tanto porque vaya a rayarse más o menos, sino por no tener que explicarlo. Eso sí, tiene un tratamiento anti reflejos que para sí quisieran otras marcas con algún cero más en la etiqueta.
Trae un desplegable de tres piezas que, al igual que la caja (43mm de diámetro), es de acero 316L pero que se podría confundir con titanio debido al peculiar tratamiento arenado. Lo que no me ha gustado es el tacto de la correa, hecha de silicona y caucho. O más bien su capacidad para atraer polvo y todo tipo de hebras, algo que, me dicen desde Montjuïc, es pasajero, porque con el uso la correa pierde ese, ejem, magnetismo. La parte buena es que trae sus propios pasadores integrados, lo que permite cambiarla sin herramientas. Y el diseño, muy racing.
Es muy ligero, y la verdad es que casi no se nota e la muñeca, haciendo muy real esa sensación de estar llevando titanio. Sin ser un reloj para un watchaholic como la mayoría de nosotros, me ha parecido interesante traerlo para aquellos que quieran darse este capricho o, sobre todo, agasajar a es@ parient@ a quien gusta el olor de gasolina pero no está muy por la labor de cualquier otra mecánica.
La presentación en tiendas está cuidada, y se complementa con una maqueta del Porsche GT3 que enamoraría a más de uno. El precio me parece ajustado para lo que da. Finalmente, tenía dudas acerca de ponerlo aquí o en el foro de micromarcas, pero creo que la vocación de Montjuic Watches no es la de ser una micromarca sino lo contrario...
Más info en www.montjuicwatches.com