nosferatus
Habitual
Sin verificar
Los relojes de leds me parecen una forma romántica de haberse estrellado con una tecnología futurista, cara y complicada de implementar y especialmente cuando los relojes de cuarzo pegaron el campanazo muy poco tiempo después. Pero me parece a mí que algunos de los que han quedado y todavía funcionan son modelos que no pasan desapercibidos. Ya me gustaría tener un Omega o un Hamilton, pero a cambio tengo dos Pulsar P3 Command, uno en acero y el otro chapado en oro, que tampoco están mal y aprovecho para presentároslos.
El de acero es un modelo de 1973 con un módulo 3013 que funcionaba más bien mal, pero que, a cambio, tiene el brazalete lobster de eslabones macizos fabricado por Bear en Japón. Me hablaron de un restaurador británico y allí le mandé el módulo para reconstruir y cinco meses y 120 libras más tarde, me ha venido de vuelta perfectamente reparado y con más opciones de las que tenía el original y, se supone, con mayor duración de las baterías Renata 357.
El dorado tiene brazalete Champions, que no es de eslabones macizos y el módulo funciona casi casi del todo bien, eso sí, gasta baterías como si se fuera a acabar el mundo, pero es tan bonito ver encenderse los dígitos...
Ahora ando a la busca y captura de un cristal rojo original, que no encuentro por ninguna parte, ya que está un poco arañado el de acero y no se puede pulir porque se cargaría uno las letras de Pulsar que es la gracia del cristal. Y ya puestos no sé si vender el dorado, porque estos bichos han cogido unos precios que para qué (por si alguna vez encontrase un Omega o un Hamilton).
Espero que no os desagraden estos chismes de corazón delicado, que no dejan de ser vintage por mucho que no latan mecánicamente. Os pongo una foto de ahora mismo, porque la verdad es que estoy encantado de haberlo podido rescatar y que funcione tan bien.
El de acero es un modelo de 1973 con un módulo 3013 que funcionaba más bien mal, pero que, a cambio, tiene el brazalete lobster de eslabones macizos fabricado por Bear en Japón. Me hablaron de un restaurador británico y allí le mandé el módulo para reconstruir y cinco meses y 120 libras más tarde, me ha venido de vuelta perfectamente reparado y con más opciones de las que tenía el original y, se supone, con mayor duración de las baterías Renata 357.
El dorado tiene brazalete Champions, que no es de eslabones macizos y el módulo funciona casi casi del todo bien, eso sí, gasta baterías como si se fuera a acabar el mundo, pero es tan bonito ver encenderse los dígitos...
Ahora ando a la busca y captura de un cristal rojo original, que no encuentro por ninguna parte, ya que está un poco arañado el de acero y no se puede pulir porque se cargaría uno las letras de Pulsar que es la gracia del cristal. Y ya puestos no sé si vender el dorado, porque estos bichos han cogido unos precios que para qué (por si alguna vez encontrase un Omega o un Hamilton).
Espero que no os desagraden estos chismes de corazón delicado, que no dejan de ser vintage por mucho que no latan mecánicamente. Os pongo una foto de ahora mismo, porque la verdad es que estoy encantado de haberlo podido rescatar y que funcione tan bien.