Casiná
De la casa
Sin verificar
¡Buenas tardes a todos!
No sé como saldrá porque, entre otras cosas, desconozco el nombre técnico de las piezas del crono a excepción del martillo, pero sé de sobra que ustedes sabrán disimular ....
Bien, pues aclarado el entuerto, pasemos al interior de un Landeron 48 cronógrafo que compré hace más de dos años como no funcionante y, por ello mismo, muy baratito. Hasta a mi, que no tengo ni miedo ni vergüenza, me da reparo meterle manos a los cronos y por ello lo he ido dejando un día sí y otro también hasta que hace unos días, como se rompió el muelle real de mi precioso Dogma y he tenido que reponerlo, se ha perdido el miedo a lo desconocido, je,je,je,je.
Y éste es el resultado: primero el "ambiente de trabajo"
Después el chorro de ruedas que lleva uno de estos endiablados artilugios
Y ya, una vez limpio (o eso espero), la platina por sus dos lados
Como ya he dicho varias veces, yo no desmonto el remontoir `para el lavado y así no me salta el muelle de báscula ni me ruedan los piñones de canto y deslizante en el intento de ponerlos
En esta cara empezamos poniendo el barrilete y las ruedas, como en cualquier otro reloj normal y corriente
Toca ahora poner el puente de carga que aquí es enorme y tiene incorporada la rueda corona y el trinquete por su parte de abajo
Ahora es el momento de engrasar dicha rueda corona y el trinquete porque luego no se tiene acceso a ellos
El 1 es la rueda y el 2 el trinquete, los puntos amarillos son los puntos de engrase, cada uno con su tipo de aceite adecuado. Este puente lo cubre casi todo a excepción de las ruedas segunda y de escape para las que hay otro puente más modosito, así
Yo, con un picaceites roto y por tanto como más que una aguja de fino, engraso el centro de esos dos rubís. Y ya puestos los dos
Ahora toca engrasar en todos esos sitios
Con el 1 marco la larga espiga donde luego se encastrará la rueda de embrague para hacer funcionar el crono, esa espiga es la de la rueda segunda que por el otro extremo llevará el segundero. Una vez `puesto todo el aceite nos vamos a la otra cara donde habrá que hacer lo propio con las espigas de las ruedas, con la del barrilete y con la contrapiedra del eje de volante, que es la más complicada por lo diminuta. Esa contrapiedra está alojada en un círculo metálico que se sujeta a la platina con un tornillo de juguete
Al sacarlo se queda el hueco en la platina y, una vez engrasado se vuelve a poner allí
Ya que estamos se coloca el cañón de minutos, que queda en el mismo centro y tiene su base dentada
Y a continuación levanto el resorte de tirete para meter debajo las ruedas intermedia de carga y la de minutería, esa más grande y dorada
Se engrasan sus ejes y todas las partes móviles que hay ahí debajo y se colocan las ruedas
Y se cubre todo con el resorte de tirete.
Damos la vuelta y nos vamos a poner el áncora: ese artilugio interesantísimo y un prodigio de ingeniería
Al lado se ve su puente y su tornillo, así que los ponemos
Después de comprobar que todo gira libremente y de engrasar adecuadamente la paleta de salida del áncora, ponemos el volante sólo para comprobar que el reloj funciona. Hasta aquí esto es un reloj normal y corriente
Sale que se las pela nada más dejarlo caer encima, así que lo quitamos de nuevo y, como dicen los cocineros, lo reservamos para más tarde.
Vamos ahora con lo jodío: el chorro de palanquitas y tornillos que hacen arrancar, funcionar, parar y resetear el crono. Yo, como en esto soy un mindundi y ya no me queda tiempo de terminar de aprender, cada tornillo que quito para levantar todas y cada una de la piezas del diabólico engendro, lo vuelvo a atornillar en su orificio porque sino me lío tela. Así que vamos allá
Esta pieza no sé como se llama técnicamente pero es la encargada de hacer que la rueda contadora marque los minutos que van pasando. La reuda central del crono, la que monta la trotadora, lleva debajo un pinchito que, en cada vuelta, moverá un diente de esta rueda dorada que véis y ella, a su vez, moverá también un diente de la rueda contadora y su aguja se moverá una marca de minuto en la esfera. Va sujeta con el tornillo, pequeño y el mayor le sirve de tope en su movimiento. La foto con ella colocada me salió a lo Abde vintage, así que la tendréis que ver luego con todo ya montado
Ahora montaremos el embrague del crono, es esta rueda que transmitirá el movimiento de la rueda que va clavada en el vástago o espiga de la rueda segunda que antes hemos mencionado con la rueda central del crono, la de la trotadora
Y ahora el martillo
que éste sí sé como se llama, porque hace las veces de un martillo para, de un golpe seco, resetear las agujas trotadora y contadora a cero. Lo hace golpeando el corazón, una pieza que tiene un cierto parecido al nombre que recibe y que tiene la peculiaridad, precisamente por su forma, de que lo coja el martillo en la posición que lo coja, siempre lo lleva al punto como hundido que es donde la agujas marcan el cero.
¿Lo veis debajo de la rueda?. Pues ese es el culpable de que se produzca lo que parecería un milagro. Ambas ruedas lo llevan y por eso el martillo tiene dos puntas. Lo que ponemos ahora es un muelle para mantener la palanca en su sitio
Aquí, más o menos, se ve todo ello colocado
Ahora metemos las dos ruedas por sus orificios
que se sujetan con el puente más característico que se ve cuando miramos un crono. Pero a mi se me olvidó afotarlo. En este momento tenemos que poner la esfera, y si queremos las agujas, pero yo no las pongo por evitar que se puedan dañar ya que aún queda mucha faena y lo metemos en la caja para poder poner los pulsadores y las palancas de accionamiento. Esta primera es la de paro y reseteo
Y esta la de puesta en marcha
Hay también dos muelles que mantienen las cosas con su tensión adecuada o para hacerlas retroceder
Y esta es la rueda que acciona el embrague del que antes hemos hablado, simplemente va clavada en su espiga
Aquí la vista general de todo montado con ese puente característico en forma de Y griega que tanto destaca en los cronos
Una vez ya todo en su sitio volvemos a poner el volante y las agujas por la otra parte y ya queda así
Pero ahora tengo el bisel del plexi todo desconchado lo mismo que la tapa del fondo; ambas las llevaré al dorador a ver que me soluciona.
No sé si os habré aclarado algo o todo estará aún más liado; ya me gustaría a mi hacer estos post con el detalle y la explicación con que los hace Rgil pero cada uno da pa lo que da.
Saludos. E id buscando siquiatra o sicólogo. Lo necesitaréis.
No sé como saldrá porque, entre otras cosas, desconozco el nombre técnico de las piezas del crono a excepción del martillo, pero sé de sobra que ustedes sabrán disimular ....
Bien, pues aclarado el entuerto, pasemos al interior de un Landeron 48 cronógrafo que compré hace más de dos años como no funcionante y, por ello mismo, muy baratito. Hasta a mi, que no tengo ni miedo ni vergüenza, me da reparo meterle manos a los cronos y por ello lo he ido dejando un día sí y otro también hasta que hace unos días, como se rompió el muelle real de mi precioso Dogma y he tenido que reponerlo, se ha perdido el miedo a lo desconocido, je,je,je,je.
Y éste es el resultado: primero el "ambiente de trabajo"
Después el chorro de ruedas que lleva uno de estos endiablados artilugios
Y ya, una vez limpio (o eso espero), la platina por sus dos lados
Como ya he dicho varias veces, yo no desmonto el remontoir `para el lavado y así no me salta el muelle de báscula ni me ruedan los piñones de canto y deslizante en el intento de ponerlos
En esta cara empezamos poniendo el barrilete y las ruedas, como en cualquier otro reloj normal y corriente
Toca ahora poner el puente de carga que aquí es enorme y tiene incorporada la rueda corona y el trinquete por su parte de abajo
Ahora es el momento de engrasar dicha rueda corona y el trinquete porque luego no se tiene acceso a ellos
El 1 es la rueda y el 2 el trinquete, los puntos amarillos son los puntos de engrase, cada uno con su tipo de aceite adecuado. Este puente lo cubre casi todo a excepción de las ruedas segunda y de escape para las que hay otro puente más modosito, así
Yo, con un picaceites roto y por tanto como más que una aguja de fino, engraso el centro de esos dos rubís. Y ya puestos los dos
Ahora toca engrasar en todos esos sitios
Con el 1 marco la larga espiga donde luego se encastrará la rueda de embrague para hacer funcionar el crono, esa espiga es la de la rueda segunda que por el otro extremo llevará el segundero. Una vez `puesto todo el aceite nos vamos a la otra cara donde habrá que hacer lo propio con las espigas de las ruedas, con la del barrilete y con la contrapiedra del eje de volante, que es la más complicada por lo diminuta. Esa contrapiedra está alojada en un círculo metálico que se sujeta a la platina con un tornillo de juguete
Al sacarlo se queda el hueco en la platina y, una vez engrasado se vuelve a poner allí
Ya que estamos se coloca el cañón de minutos, que queda en el mismo centro y tiene su base dentada
Y a continuación levanto el resorte de tirete para meter debajo las ruedas intermedia de carga y la de minutería, esa más grande y dorada
Se engrasan sus ejes y todas las partes móviles que hay ahí debajo y se colocan las ruedas
Y se cubre todo con el resorte de tirete.
Damos la vuelta y nos vamos a poner el áncora: ese artilugio interesantísimo y un prodigio de ingeniería
Al lado se ve su puente y su tornillo, así que los ponemos
Después de comprobar que todo gira libremente y de engrasar adecuadamente la paleta de salida del áncora, ponemos el volante sólo para comprobar que el reloj funciona. Hasta aquí esto es un reloj normal y corriente
Sale que se las pela nada más dejarlo caer encima, así que lo quitamos de nuevo y, como dicen los cocineros, lo reservamos para más tarde.
Vamos ahora con lo jodío: el chorro de palanquitas y tornillos que hacen arrancar, funcionar, parar y resetear el crono. Yo, como en esto soy un mindundi y ya no me queda tiempo de terminar de aprender, cada tornillo que quito para levantar todas y cada una de la piezas del diabólico engendro, lo vuelvo a atornillar en su orificio porque sino me lío tela. Así que vamos allá
Esta pieza no sé como se llama técnicamente pero es la encargada de hacer que la rueda contadora marque los minutos que van pasando. La reuda central del crono, la que monta la trotadora, lleva debajo un pinchito que, en cada vuelta, moverá un diente de esta rueda dorada que véis y ella, a su vez, moverá también un diente de la rueda contadora y su aguja se moverá una marca de minuto en la esfera. Va sujeta con el tornillo, pequeño y el mayor le sirve de tope en su movimiento. La foto con ella colocada me salió a lo Abde vintage, así que la tendréis que ver luego con todo ya montado
Ahora montaremos el embrague del crono, es esta rueda que transmitirá el movimiento de la rueda que va clavada en el vástago o espiga de la rueda segunda que antes hemos mencionado con la rueda central del crono, la de la trotadora
Y ahora el martillo
que éste sí sé como se llama, porque hace las veces de un martillo para, de un golpe seco, resetear las agujas trotadora y contadora a cero. Lo hace golpeando el corazón, una pieza que tiene un cierto parecido al nombre que recibe y que tiene la peculiaridad, precisamente por su forma, de que lo coja el martillo en la posición que lo coja, siempre lo lleva al punto como hundido que es donde la agujas marcan el cero.
¿Lo veis debajo de la rueda?. Pues ese es el culpable de que se produzca lo que parecería un milagro. Ambas ruedas lo llevan y por eso el martillo tiene dos puntas. Lo que ponemos ahora es un muelle para mantener la palanca en su sitio
Aquí, más o menos, se ve todo ello colocado
Ahora metemos las dos ruedas por sus orificios
que se sujetan con el puente más característico que se ve cuando miramos un crono. Pero a mi se me olvidó afotarlo. En este momento tenemos que poner la esfera, y si queremos las agujas, pero yo no las pongo por evitar que se puedan dañar ya que aún queda mucha faena y lo metemos en la caja para poder poner los pulsadores y las palancas de accionamiento. Esta primera es la de paro y reseteo
Y esta la de puesta en marcha
Hay también dos muelles que mantienen las cosas con su tensión adecuada o para hacerlas retroceder
Y esta es la rueda que acciona el embrague del que antes hemos hablado, simplemente va clavada en su espiga
Aquí la vista general de todo montado con ese puente característico en forma de Y griega que tanto destaca en los cronos
Una vez ya todo en su sitio volvemos a poner el volante y las agujas por la otra parte y ya queda así
Pero ahora tengo el bisel del plexi todo desconchado lo mismo que la tapa del fondo; ambas las llevaré al dorador a ver que me soluciona.
No sé si os habré aclarado algo o todo estará aún más liado; ya me gustaría a mi hacer estos post con el detalle y la explicación con que los hace Rgil pero cada uno da pa lo que da.
Saludos. E id buscando siquiatra o sicólogo. Lo necesitaréis.
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