rgil
Milpostista
Sin verificar
Antecedentes:
El 12 de febrero, subí un post con el titulo “Mas fotografías para pasar un rato”.
https://relojes-especiales.com/foros/showthread.php?t=39797
Al final del post, mostraba una corona en la que, la tija se había roto por oxido, quedando los restos de tija dentro de la corona.
Pensando que era cosa de unos pocos días, propuse el acertijo de cómo podía sacarse de la corona los restos oxidados de la tija (que estaban rotos a ras).
Quería dar la solución a la vez que mostraba las fotografías de la corona ya limpia.
Por cierto, este método para sacar los restos de tija, lo leí en un foro, hace ya bastante tiempo.:
Iluso de mi, el proceso ha durado hasta ahora. En fin, como dice es refrán, “Nunca es tarde, si la dicha es buena”.
Subo algunas fotografías del proceso.
Esta es la tija vieja junto a la nueva que compre.
Junto con la fotografía de la corona, es fácil ver como se había roto, y la aparente imposibilidad de sacar los restos oxidados (y por tanto muy pegados).
Sumergí la corona en la lejía, dentro de un botecito de plástico.
Observar como “burbujea” desde la corona hacia la superficie. Viendo este burbujeo, me hice a la idea de que en pocos días estaría terminado.
Es imposible imaginar la cantidad de restos de oxido que han ido saliendo. Cada cuatro o cinco días cambiaba la lejía, y seguía burbujeando y seguían saliendo restos.
Por indicación de Galy, en lugar de lejía sola, puse agua y lejía al 50 %. Creo que así marcha mejor, pero aun con todo, ha sido larguísimo.
Aquí esta ya “limpia”. Bueno, lo de limpia es un decir, porque el aspecto, como se puede ver, es muy sucio.
Limpiando los restos de oxido con una aguja, he sacado la junta tórica que conseguía la hermeticidad (con poco éxito, por cierto)
Dentro de ese agujerito es imposible acabar de limpiarlo, así que, lo mejor es usar medios químicos.
Le he dado un corto baño con ácido clorhídrico diluido. Estos baños en ácido, limpian muy bien los restos de oxido.
Este es el resultado.
Claro que, lo de limpia, si se compara con la tija nueva, pues como que resulta muy gracioso.
Aquí ya tiene dentro la junta tórica. No creo que sirva para nada, pero.
Y ya todo montado
Verdad que casi parece que fuese nueva.
Bueno, ya puesta en su lugar.
El proceso ha sido muy largo, pero eso si, lo único que hay que hacer es cambiar de vez en cuando la lejía, así que, aunque tarde dos meses, tampoco cuesta trabajo.
La tija nueva es un poco larga, muy poco por cierto, aproximadamente medio milímetro.
Aquí pongo un detalle, antes y después de acortarla, con la piedra de amolar.
En las dos fotografías la corona esta metida a tope.
Por fin se puede poner en hora. El cuadrante esta muy bien, pero el cristal, que es mineral, esta muy rallado y le da muy mal aspecto.
Otra cosa curiosa.
Este reloj tiene el primer armis que yo veo, en el que los pasadores no están dentro de una pieza tubular.
El extremo del armis tiene unos salientes donde se apoya el pasador.
A pesar de una sujeción tan poco convincente, la verdad es que queda muy bien.
Una foto final, con el armis montado.
Ya solo le falta, encontrar el material para pulir un poco el cristal.
Hasta la próxima, saludos.
El 12 de febrero, subí un post con el titulo “Mas fotografías para pasar un rato”.
https://relojes-especiales.com/foros/showthread.php?t=39797
Al final del post, mostraba una corona en la que, la tija se había roto por oxido, quedando los restos de tija dentro de la corona.
Pensando que era cosa de unos pocos días, propuse el acertijo de cómo podía sacarse de la corona los restos oxidados de la tija (que estaban rotos a ras).
Quería dar la solución a la vez que mostraba las fotografías de la corona ya limpia.
Por cierto, este método para sacar los restos de tija, lo leí en un foro, hace ya bastante tiempo.:
Iluso de mi, el proceso ha durado hasta ahora. En fin, como dice es refrán, “Nunca es tarde, si la dicha es buena”.
Subo algunas fotografías del proceso.
Esta es la tija vieja junto a la nueva que compre.
Junto con la fotografía de la corona, es fácil ver como se había roto, y la aparente imposibilidad de sacar los restos oxidados (y por tanto muy pegados).
Sumergí la corona en la lejía, dentro de un botecito de plástico.
Observar como “burbujea” desde la corona hacia la superficie. Viendo este burbujeo, me hice a la idea de que en pocos días estaría terminado.
Es imposible imaginar la cantidad de restos de oxido que han ido saliendo. Cada cuatro o cinco días cambiaba la lejía, y seguía burbujeando y seguían saliendo restos.
Por indicación de Galy, en lugar de lejía sola, puse agua y lejía al 50 %. Creo que así marcha mejor, pero aun con todo, ha sido larguísimo.
Aquí esta ya “limpia”. Bueno, lo de limpia es un decir, porque el aspecto, como se puede ver, es muy sucio.
Limpiando los restos de oxido con una aguja, he sacado la junta tórica que conseguía la hermeticidad (con poco éxito, por cierto)
Dentro de ese agujerito es imposible acabar de limpiarlo, así que, lo mejor es usar medios químicos.
Le he dado un corto baño con ácido clorhídrico diluido. Estos baños en ácido, limpian muy bien los restos de oxido.
Este es el resultado.
Claro que, lo de limpia, si se compara con la tija nueva, pues como que resulta muy gracioso.
Aquí ya tiene dentro la junta tórica. No creo que sirva para nada, pero.
Y ya todo montado
Verdad que casi parece que fuese nueva.
Bueno, ya puesta en su lugar.
El proceso ha sido muy largo, pero eso si, lo único que hay que hacer es cambiar de vez en cuando la lejía, así que, aunque tarde dos meses, tampoco cuesta trabajo.
La tija nueva es un poco larga, muy poco por cierto, aproximadamente medio milímetro.
Aquí pongo un detalle, antes y después de acortarla, con la piedra de amolar.
En las dos fotografías la corona esta metida a tope.
Por fin se puede poner en hora. El cuadrante esta muy bien, pero el cristal, que es mineral, esta muy rallado y le da muy mal aspecto.
Otra cosa curiosa.
Este reloj tiene el primer armis que yo veo, en el que los pasadores no están dentro de una pieza tubular.
El extremo del armis tiene unos salientes donde se apoya el pasador.
A pesar de una sujeción tan poco convincente, la verdad es que queda muy bien.
Una foto final, con el armis montado.
Ya solo le falta, encontrar el material para pulir un poco el cristal.
Hasta la próxima, saludos.
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