Tiber
Forer@ Senior
Sin verificar
Reloj, de aproximadamente 1960, realizado por el fabricante alemán Hettich. Una vista rápida nos llevaría a pensar que es la evolución de uno de bolas de 400 días mecánico a los que llevaban un cuarzo. Sobre todo, porque la aguja de segundos se mueve de segundo en segundo. Sería una impresión errónea, pues ya vemos que el péndulo de bolas lleva una curiosa espiral alrededor.
El péndulo de bolas no lo es tal, sino que es un volante con espiral. Además, tiene un beat de 1 segundo (como los reguladores) y de allí que la aguja de los segundos lo haga segundo a segundo. La regulación de la marcha del reloj resulta clara: se modifica girando los dos tornillos que están debajo de las bolas.
Lo interesante del reloj es que es completamente mecánico y se da cuerda así mismo con ayuda electromagnética. El peso que se ve en la foto cae por gravedad. Su caída mueve el tren de ruedas. Le cuesta caer unos 45 seg. Cuando llega al final de su carrera, cierra un contacto eléctrico y un electroimán sube instantáneamente el peso a su posición inicial.
Estéticamente el reloj está conseguido; bien conservado, funciona correctamente y lleva una cúpula oval de Perspex. Su singular movimiento hace que esté en el museo virtual de Barrie.
115€, portes incluidos.
El péndulo de bolas no lo es tal, sino que es un volante con espiral. Además, tiene un beat de 1 segundo (como los reguladores) y de allí que la aguja de los segundos lo haga segundo a segundo. La regulación de la marcha del reloj resulta clara: se modifica girando los dos tornillos que están debajo de las bolas.
Lo interesante del reloj es que es completamente mecánico y se da cuerda así mismo con ayuda electromagnética. El peso que se ve en la foto cae por gravedad. Su caída mueve el tren de ruedas. Le cuesta caer unos 45 seg. Cuando llega al final de su carrera, cierra un contacto eléctrico y un electroimán sube instantáneamente el peso a su posición inicial.
Estéticamente el reloj está conseguido; bien conservado, funciona correctamente y lleva una cúpula oval de Perspex. Su singular movimiento hace que esté en el museo virtual de Barrie.
115€, portes incluidos.
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