Goldoff
Administrador de RE
Tripulación
Verificad@ con 2FA
Desde 1994, cuando fue contratado por Richemont para dirigir el departamento técnico de Piaget, Antonio Calce ha tocado prácticamente todos los palos en la industria relojera. De formación técnica, ha evolucionado hacia la gestión: Piaget, Panerai, Corum, Girard Perregaux (Sowind)... Suizo de raíces italianas, su carácter parece mucho más latino que helvético: en el one-to-one es un torrente de entusiasmo explicando su nuevo proyecto, compartido con dos de los nombre más respetados de la Alta Relojería "indie". Aprovechando su paso por España (Madrid-Barcelona) para hacer oficial el partnership de Greubel Forsey con Rabat, me concede una hora de su tiempo para explicármelo en primera persona, en una divertida mezcla de inglés, español e italiano.
P: De GP (Girard Perregaux) a GF (Greubel Forsey)... ¿Se está especializando en marcas de nicho?
R: Después de tanto tiempo en el sector, aprecio mucho las "skills", las habilidades relojeras, que en el caso de Greubel Forsey llegan a la categoría de arte en un sentido enciclopédico: tenemos relojeros y artesanos, pero también ingenieros, matemáticos, físicos... somos inventores, además de relojeros. Dedicamos más de 400 horas a la decoración de un solo reloj, y a la vez perseguimos obsesivamente la precisión: nuestro próximo proyecto Cardan Tourbillon aspira a menos de un segundo de desviación al día. Lo digo con toda humildad, somos incomparables. Incluso quien conozca las manufacturas de grandes nombres, quedaría impresionado en Greubel Forsey. Es algo que no se puede explicar, hay que verlo. Un avance: vamos a presentar una invención cada dos años. Y cuando digo "invención" me refiero a algo completamente nuevo.
Su entrada en Greubel Forsey coincide con la recuperación de la independencia total.
Sí. Hemos recomprado a Richemont su 20% de acciones en Greubel Forsey (con fondos propios), que es exactamente el porcentaje que me corresponde ahora a mí. Esto tiene un doble significado: mi compromiso con el proyecto y su confianza conmigo. Robert Greubel, accionista mayoritario, me ha confiado el desarrollo y consolidación de la marca para asegurar su continuidad.
De todas las marcas relojeras de alta gama, Greubel Forsey es quizá la más exclusiva, tanto en términos de técnica como de posicionamiento de precios. Parecería que hay hueco para 100 relojes al año, tal vez 200 este 2022. Pero apunta a 500 a medio plazo. ¿Es tan fuerte la demanda?
Cuando empecé a hablar de futuro con Robert Greubel, co-fundador, socio mayoritario y el cerebro tras la marca, le planteé dos caminos a seguir. No hay mercado suficiente para vender más de 40 o 45 piezas de cerca de un millón de francos al año, de manera que o nos especializábamos-todavía más- en hacer relojes ultra exclusivos bajando todavía más la producción, o nos abríamos a nuevos candidatos a coleccionistas con una estrategia que podríamos llamar inversa: producir más unidades y ajustar el nivel de precios, que entonces partía del medio millón. No se trataba de rebajar calidad sino de optimizar recursos. Esta última fue la opción elegida, y por esto ya hemos alcanzado 200 unidades, destinadas a un nuevo nicho de coleccionistas de entre 30 y 45 años con la capacidad de adquirir piezas de relojería con precios entre los 160.000 francos y los 300.000. Desde luego, no para todos los bolsillos, pero sí es una gran apertura desde nuestra posición inicial del medio millón. Para este nuevo segmento es para quien se ha desarrollado la nueva imagen Convexe, menos clásica, más moderna, pero con el sello inconfundible de GF. Es más, esta nueva imagen Convexe reforzará la identidad de la marca, haciendo los relojes reconocibles al primer vistazo. También que se puedan usar en el día a día, más allá de que sean objetos de arte. Por eso el titanio toma tanta importancia después de los metales preciosos que hemos venido utilizando hasta ahora.
Es conocido que hay menos de 100 coleccionistas de GF en todo el mundo...
Tenemos alrededor de cien coleccionistas, en efecto, que son los que compran nuestra sonnerie (hacemos tres piezas al año), el cuádruple torbillon, el futuro Cardan... piezas de 700.000 francos y más, pero queremos alcanzar también a connoisseurs dispuestos a gastar cantidades igualmente importantes aunque a un nivel inferior, si es que se puede decir así, para los que haya disponibilidad: de nada te sirve tener cinco clientes dispuestos si sólo dispones de tres piezas...
Estos coleccionistas y connoisseurs realmente viven la pasión. He tenido ocasión ayer de compartir una cena con coleccionistas en Madrid (octubre 2022), y uno de ellos es poseedor de un Signature 1. Tendrías que ver cómo hablaba de su reloj y todo lo que conocía sobre él. Y esto es lo que queremos. Podría tener vendidos los 200 relojes que hemos producido directamente en Ginza (Tokio) sin moverme de Suiza, pero queremos promover esa pasión por el arte entre el público más variado posible, y es una verdadera satisfacción ver que lo conseguimos más allá de los objetivos comerciales (nota: la demanda supera en dos o tres veces la producción, lo que justificaría ese incremento previsto). De este (me muestra su GMT Balacier Convexe) hacemos 22 unidades al año, y tenemos una demanda que por lo menos dobla esa cantidad. (del GMT Balancier Convexe sólo se van a hacer 66 unidades en total, repartidas en tres años, que finalizan en 2024).
¿Y cómo gestionan la escasez?
Como no nos alcanza a cubrir esa demanda, hacemos "allocation", que viene a ser repartir el stock disponible según una serie de criterios en lugar de entregar a cada punto de venta lo que nos pida. Por ello, vamos a reconfigurar nuestra red comercial, y tendremos solamente 15 puntos de venta -flagships- siempre en colaboración con nuestro distribuidor local, como es el caso de Rabat en España. Estamos en pleno desarrollo del plan, así que de aquí salgo para México, después Tokio e inmediatamente después Singapur. Eventos, cenas con coleccionistas, conferencias de prensa... queremos transmitir la pasión por el arte que encierran nuestros relojes. Aquí -una vez más, el GMT Balancier Convexe- hay unas 400 horas de acabados a mano, el calibre mismo ha costado dos años de desarrollo y dos millones y medio de francos. Y sólo lo usaremos cinco años. Porque sacaremos un calibre cada cinco años y, al igual que con las invenciones, no serán derivaciones de los anteriores sino genuinamente nuevos, lo que, sí, prevé un cronógrafo para el que ya hemos patentado un par de mecanismos. Eso es la exclusividad. Pero al mismo tiempo queremos hacer nuestros relojes "accesibles" (relativamente hablando, por supuesto), de manera que el 70% de nuestro negocio sea con relojes entre 250.00 y 300.000 francos, ya que hasta ahora el 90% se basaba en relojes a partir de los 700.000 francos.
Se dice que Greubel Forsey lo produce todo in-house. ¿Incluye esto los espirales de volante, por poner una pieza crítica?
Sí, somos capaces de producir nuestros propios muelles espirales, pero de momento sólo para la serie Manufacture, donde hacemos todo el reloj a mano, y en los que invertimos alrededor de seis mil horas de trabajo por cada unidad. Sin embargo, ser completamente autosuficientes también en este aspecto está en nuestra hoja de ruta.
Usted anunció en 2021 el Renaissance d'une Montre, que iba a comenzar en 2023. ¿Cómo ha sido recibido por la comunidad de coleccionistas? ¿Ha despertado interés?
Ha interesado mucho. Con 30 calibres, tenemos multitud de posibilidades porque muchos de los componentes son compatibles, de manera que damos la posibilidad a nuestros clientes de configurar "su" reloj a partir de una base digamos que "estándar". Lo más importante es poder dar un servicio completamente personalizado. Que el cliente pueda sentarse con nuestros relojeros e ingenieros para construir su propio reloj, alojarlo durante dos o tres días para que viva la atmósfera de Grubel Forsey de forma inmersiva, compartir una fondue... Vivir una experiencia, en definitiva. Desde luego que hay coleccionistas a quienes no se les pasa por la cabeza modificar su reloj original, pero también hay connoiseurs más lúdicos que acogen encantados a esta propuesta. Del mismo modo, estamos preparando una división que comprará tu Greubel Forsey. No necesitarás ir a Chrono24 o sitios parecidos porque nosotros te lo compraremos, sin que para ello te obligues a comprar otro modelo de GF. Con la baja cantidad de relojes producidos (sólo 2000 desde la fundación de GF), el mercado de segunda mano es muy importante para nosotros.
¿Cómo ve el futuro de Greubel Forsey?
Estoy trabajando específicamente en eso. Se trata de dar continuidad a la empresa más allá de sus fundadores. Y eso, que es un enorme reto porque no hay recambio generacional, pasa por un plan de sostenibilidad a largo plazo que incluye un equipo directivo a la altura y que me he encargado de seleccionar. Actualmente somos 120 personas y prevemos duplicar la plantilla en pocos años: el objetivo de alcanzar las 500 piezas necesita desde luego una ampliación del equipo, así como una ampliación de nuestras propias instalaciones que por, cierto, ya ha empezado, con un presupuesto de 15 millones. Esto, en un momento dado (y por ahora lejano en el futuro), nos servirá para encontrar el partner adecuado. Respecto a los números, debo decir que GF es una empresa muy saneada.
Se nos acaba el tiempo, que charlando con Antonio Calce se pasa realmente volando. Será hasta la próxima. Mientras, un souvenir del encuentro.
P: De GP (Girard Perregaux) a GF (Greubel Forsey)... ¿Se está especializando en marcas de nicho?
R: Después de tanto tiempo en el sector, aprecio mucho las "skills", las habilidades relojeras, que en el caso de Greubel Forsey llegan a la categoría de arte en un sentido enciclopédico: tenemos relojeros y artesanos, pero también ingenieros, matemáticos, físicos... somos inventores, además de relojeros. Dedicamos más de 400 horas a la decoración de un solo reloj, y a la vez perseguimos obsesivamente la precisión: nuestro próximo proyecto Cardan Tourbillon aspira a menos de un segundo de desviación al día. Lo digo con toda humildad, somos incomparables. Incluso quien conozca las manufacturas de grandes nombres, quedaría impresionado en Greubel Forsey. Es algo que no se puede explicar, hay que verlo. Un avance: vamos a presentar una invención cada dos años. Y cuando digo "invención" me refiero a algo completamente nuevo.
Su entrada en Greubel Forsey coincide con la recuperación de la independencia total.
Sí. Hemos recomprado a Richemont su 20% de acciones en Greubel Forsey (con fondos propios), que es exactamente el porcentaje que me corresponde ahora a mí. Esto tiene un doble significado: mi compromiso con el proyecto y su confianza conmigo. Robert Greubel, accionista mayoritario, me ha confiado el desarrollo y consolidación de la marca para asegurar su continuidad.
De todas las marcas relojeras de alta gama, Greubel Forsey es quizá la más exclusiva, tanto en términos de técnica como de posicionamiento de precios. Parecería que hay hueco para 100 relojes al año, tal vez 200 este 2022. Pero apunta a 500 a medio plazo. ¿Es tan fuerte la demanda?
Cuando empecé a hablar de futuro con Robert Greubel, co-fundador, socio mayoritario y el cerebro tras la marca, le planteé dos caminos a seguir. No hay mercado suficiente para vender más de 40 o 45 piezas de cerca de un millón de francos al año, de manera que o nos especializábamos-todavía más- en hacer relojes ultra exclusivos bajando todavía más la producción, o nos abríamos a nuevos candidatos a coleccionistas con una estrategia que podríamos llamar inversa: producir más unidades y ajustar el nivel de precios, que entonces partía del medio millón. No se trataba de rebajar calidad sino de optimizar recursos. Esta última fue la opción elegida, y por esto ya hemos alcanzado 200 unidades, destinadas a un nuevo nicho de coleccionistas de entre 30 y 45 años con la capacidad de adquirir piezas de relojería con precios entre los 160.000 francos y los 300.000. Desde luego, no para todos los bolsillos, pero sí es una gran apertura desde nuestra posición inicial del medio millón. Para este nuevo segmento es para quien se ha desarrollado la nueva imagen Convexe, menos clásica, más moderna, pero con el sello inconfundible de GF. Es más, esta nueva imagen Convexe reforzará la identidad de la marca, haciendo los relojes reconocibles al primer vistazo. También que se puedan usar en el día a día, más allá de que sean objetos de arte. Por eso el titanio toma tanta importancia después de los metales preciosos que hemos venido utilizando hasta ahora.
Es conocido que hay menos de 100 coleccionistas de GF en todo el mundo...
Tenemos alrededor de cien coleccionistas, en efecto, que son los que compran nuestra sonnerie (hacemos tres piezas al año), el cuádruple torbillon, el futuro Cardan... piezas de 700.000 francos y más, pero queremos alcanzar también a connoisseurs dispuestos a gastar cantidades igualmente importantes aunque a un nivel inferior, si es que se puede decir así, para los que haya disponibilidad: de nada te sirve tener cinco clientes dispuestos si sólo dispones de tres piezas...
Estos coleccionistas y connoisseurs realmente viven la pasión. He tenido ocasión ayer de compartir una cena con coleccionistas en Madrid (octubre 2022), y uno de ellos es poseedor de un Signature 1. Tendrías que ver cómo hablaba de su reloj y todo lo que conocía sobre él. Y esto es lo que queremos. Podría tener vendidos los 200 relojes que hemos producido directamente en Ginza (Tokio) sin moverme de Suiza, pero queremos promover esa pasión por el arte entre el público más variado posible, y es una verdadera satisfacción ver que lo conseguimos más allá de los objetivos comerciales (nota: la demanda supera en dos o tres veces la producción, lo que justificaría ese incremento previsto). De este (me muestra su GMT Balacier Convexe) hacemos 22 unidades al año, y tenemos una demanda que por lo menos dobla esa cantidad. (del GMT Balancier Convexe sólo se van a hacer 66 unidades en total, repartidas en tres años, que finalizan en 2024).
¿Y cómo gestionan la escasez?
Como no nos alcanza a cubrir esa demanda, hacemos "allocation", que viene a ser repartir el stock disponible según una serie de criterios en lugar de entregar a cada punto de venta lo que nos pida. Por ello, vamos a reconfigurar nuestra red comercial, y tendremos solamente 15 puntos de venta -flagships- siempre en colaboración con nuestro distribuidor local, como es el caso de Rabat en España. Estamos en pleno desarrollo del plan, así que de aquí salgo para México, después Tokio e inmediatamente después Singapur. Eventos, cenas con coleccionistas, conferencias de prensa... queremos transmitir la pasión por el arte que encierran nuestros relojes. Aquí -una vez más, el GMT Balancier Convexe- hay unas 400 horas de acabados a mano, el calibre mismo ha costado dos años de desarrollo y dos millones y medio de francos. Y sólo lo usaremos cinco años. Porque sacaremos un calibre cada cinco años y, al igual que con las invenciones, no serán derivaciones de los anteriores sino genuinamente nuevos, lo que, sí, prevé un cronógrafo para el que ya hemos patentado un par de mecanismos. Eso es la exclusividad. Pero al mismo tiempo queremos hacer nuestros relojes "accesibles" (relativamente hablando, por supuesto), de manera que el 70% de nuestro negocio sea con relojes entre 250.00 y 300.000 francos, ya que hasta ahora el 90% se basaba en relojes a partir de los 700.000 francos.
Se dice que Greubel Forsey lo produce todo in-house. ¿Incluye esto los espirales de volante, por poner una pieza crítica?
Sí, somos capaces de producir nuestros propios muelles espirales, pero de momento sólo para la serie Manufacture, donde hacemos todo el reloj a mano, y en los que invertimos alrededor de seis mil horas de trabajo por cada unidad. Sin embargo, ser completamente autosuficientes también en este aspecto está en nuestra hoja de ruta.
Usted anunció en 2021 el Renaissance d'une Montre, que iba a comenzar en 2023. ¿Cómo ha sido recibido por la comunidad de coleccionistas? ¿Ha despertado interés?
Ha interesado mucho. Con 30 calibres, tenemos multitud de posibilidades porque muchos de los componentes son compatibles, de manera que damos la posibilidad a nuestros clientes de configurar "su" reloj a partir de una base digamos que "estándar". Lo más importante es poder dar un servicio completamente personalizado. Que el cliente pueda sentarse con nuestros relojeros e ingenieros para construir su propio reloj, alojarlo durante dos o tres días para que viva la atmósfera de Grubel Forsey de forma inmersiva, compartir una fondue... Vivir una experiencia, en definitiva. Desde luego que hay coleccionistas a quienes no se les pasa por la cabeza modificar su reloj original, pero también hay connoiseurs más lúdicos que acogen encantados a esta propuesta. Del mismo modo, estamos preparando una división que comprará tu Greubel Forsey. No necesitarás ir a Chrono24 o sitios parecidos porque nosotros te lo compraremos, sin que para ello te obligues a comprar otro modelo de GF. Con la baja cantidad de relojes producidos (sólo 2000 desde la fundación de GF), el mercado de segunda mano es muy importante para nosotros.
¿Cómo ve el futuro de Greubel Forsey?
Estoy trabajando específicamente en eso. Se trata de dar continuidad a la empresa más allá de sus fundadores. Y eso, que es un enorme reto porque no hay recambio generacional, pasa por un plan de sostenibilidad a largo plazo que incluye un equipo directivo a la altura y que me he encargado de seleccionar. Actualmente somos 120 personas y prevemos duplicar la plantilla en pocos años: el objetivo de alcanzar las 500 piezas necesita desde luego una ampliación del equipo, así como una ampliación de nuestras propias instalaciones que por, cierto, ya ha empezado, con un presupuesto de 15 millones. Esto, en un momento dado (y por ahora lejano en el futuro), nos servirá para encontrar el partner adecuado. Respecto a los números, debo decir que GF es una empresa muy saneada.
Se nos acaba el tiempo, que charlando con Antonio Calce se pasa realmente volando. Será hasta la próxima. Mientras, un souvenir del encuentro.