Jaime
Forer@ Senior
Sin verificar
TERCERA PARTE
Cualquiera podría pensar que es mucho más fácil que te hagan una foto y lo más difícil es hacerla. Craso error. Cuando haces una foto, toda tu creatividad, o carencia de ella, se plasma en ese instante que capta la cámara, y por eso pones toda tu concentración en ello. En cambio cuando te hacen la foto te relajas pensando que el problema es del fotógrafo y tu cerebro se concentra en que mantengas el equilibrio, mantener tus constantes vitales, controlar tus esfínteres y evitar que salgas babeando. Pero hay más. Deberías poner atención a lo que llevas encima y evitar que salga en la foto la cutre botella de agua de tu mochila. La mujer, como se puede ver, se quedó de piedra.
Si por casualidad te encuentras con el coche de tus sueños (el que nunca te vas a poder permitir, y posiblemente tampoco sabrías conducir sin destrozarlo) seguro que te entra la tentación de hacerte una foto junto al coche vacilando de que es tuyo o de que te han dejado subir a él. Procura que el que hace la foto encuadre debidamente y no se note que era una exposición de coches y por el amor de Dios, que no salgan los conos.
Siempre has creído que por tu afición a los relojes mucha gente te miraba como un bicho raro. Te aseguro que estás equivocado, tarde o temprano encontrarás otro tarado con aficiones más raras que la tuya. Cuando eso suceda, no lo dudes, fotografíalo y podrás demostrar a tu familia que los hay peores.
Como que en las otras entregas he puesto cuatro fotos y para esta solo tenía tres, he decidido poner una foto que no fuera mía, y así seguro que sería buena, eso si de la marca de la casa.
Espero que alguien más mire en la galería de los horrores de su cámara y nos deleite con sus peores fotos, las buenas no suelen tener gracia.
Cualquiera podría pensar que es mucho más fácil que te hagan una foto y lo más difícil es hacerla. Craso error. Cuando haces una foto, toda tu creatividad, o carencia de ella, se plasma en ese instante que capta la cámara, y por eso pones toda tu concentración en ello. En cambio cuando te hacen la foto te relajas pensando que el problema es del fotógrafo y tu cerebro se concentra en que mantengas el equilibrio, mantener tus constantes vitales, controlar tus esfínteres y evitar que salgas babeando. Pero hay más. Deberías poner atención a lo que llevas encima y evitar que salga en la foto la cutre botella de agua de tu mochila. La mujer, como se puede ver, se quedó de piedra.
Si por casualidad te encuentras con el coche de tus sueños (el que nunca te vas a poder permitir, y posiblemente tampoco sabrías conducir sin destrozarlo) seguro que te entra la tentación de hacerte una foto junto al coche vacilando de que es tuyo o de que te han dejado subir a él. Procura que el que hace la foto encuadre debidamente y no se note que era una exposición de coches y por el amor de Dios, que no salgan los conos.
Siempre has creído que por tu afición a los relojes mucha gente te miraba como un bicho raro. Te aseguro que estás equivocado, tarde o temprano encontrarás otro tarado con aficiones más raras que la tuya. Cuando eso suceda, no lo dudes, fotografíalo y podrás demostrar a tu familia que los hay peores.
Como que en las otras entregas he puesto cuatro fotos y para esta solo tenía tres, he decidido poner una foto que no fuera mía, y así seguro que sería buena, eso si de la marca de la casa.
Espero que alguien más mire en la galería de los horrores de su cámara y nos deleite con sus peores fotos, las buenas no suelen tener gracia.
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