Se trata de un calendario, por una cara y un tarificador por la otra que regalaban en las oficinas de Correos, muy ingenioso. Tiene tres ranuras donde se mete la carta, la más extrema para cartas hasta 20 g, la segunda hasta 50 g y la tercera, hasta 100 g, de manera que el peso de la carta genera un momento de vuelco calibrado para el peso en cuestión. Y la verdad, funciona con bastante exactitud, la pena es que con la crisis ya no he vuelto a verlos. Más o menos tengo comprobado que dos hojas y sobre de 100 g pesan menos de 20 g, pero de 120 g ya se pasan como se puede ver en la carta de Afurones. Ahí va unas fotos del inventoPues no había caído; sospecho que he pasado de ese peso varias veces y, que yo sepa, nunca ha pasado nada...
Yo también uso una balanza de precisión
: Como tenía el otro peso.....
En mi opinión escribir cartas a mano, con papeles de calidad, alto gramaje y acabados verjurados, utilizando para ello instrumentos de escritura tradicionales, donde la estética, los materiales nobles y las tintas se han seleccionado cuidadosamente, y se llegan a recuperar técnicas antiguas como los sellos de lacre, a la vez que se disfruta placenteramente del tiempo consumido, no se hace para economizar recursos. Para eso están los tuíteres, los sms, y los correos electrónicos.
No, no se hace para ahorrar. En realidad se gasta más... pero recrear ciertos movimientos, herramientas, olores, sonidos... todo eso tiene un encanto peculiar. El que lo ha hecho alguna vez, con algo, sabe de que hablo.
+1 Además con papeles y sobres de cierto gramaje, a partir de dos hojas te pasas de los 20 g del correo normalizado y tienes que ir a franquear a Correos, lo que para mi es un engorro. Personalmente prefiero escribir a una cara, por lo que dice loti y porque siempre se nota algo en el envés de la hoja, pero si tengo mucho que escribir aprovecho ambas caras. De hecho, el otro día, le escribí a alguien la primera hoja por una cara y la segunda por las dos
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