Lamento mucho leerlo. Esperemos que lleguen pronto esos tratamientos nuevos que anuncian y que dicen que pueden detener el avance de la enfermedad.
Y al hilo del tema, un curioso post de un tal M4tt en WUS.
La historia de la relojería es, en muchos sentidos, la historia de la mente moderna. Los primeros relojes (en inglés "clocks" vienen de la palabra germánica 'Glock', que significa campana) se parecían más al temporizador de su moderna cocina moderna y permitian a los monjes medir sus oraciones correctamente durante la noche (recordemos la cancioncilla infantil de ¿Frere Jaques? "Ding dang dong!) Entonces campanas y, a continuación, los relojes, nos permitieron tener un tiempo comun: igual para todos. Los relojes se convirtieron en una parte importante de nosotros y de nuestra visión del mundo que los matemáticos y físicos de Laplace de Newton a Einstein bien defendieron, o atacaron, una metáfora del universo y todo lo que tiene dentro como un mecanismo de relojería que vibra en la entropía. Finalmente entramos a la era moderna, donde hay tiempo consensuado, pero arbitrario, para todos: lo llaman GMT, horario centroeuropeo o lo que sea. Sin embargo, ahora observamos como el caótico universo funciona de muy diferentes formas, y el tiempo, como la calidad, es un mito que ayuda a dar sentido a una de las muchas formas de ver el mundo.
Sin embargo, mientras tanto todos somos capaces de tener nuestro propio tiempo privado. Tiempo que, a nuestra elección, puede ser ligeramente divergente, o puede seguir con esclavitud, del tiempo que los relojes atómicos nos dicen de manera arbitraria. Como tal nuestros relojes nos dan, según cómo lo elijamos, bien un cierto grado de independencia o la capacidad de conformidad. En estos días, nuestro tiempo importa más que nunca.
Sin embargo, en aquellas sociedades en las cuales la medida mecánica del tiempo no había logrado la hegemonía, la gente podía decir la hora que era con una precisión de unos quince minutos. Es algo para lo que esa gente, o más bien su cerebro, estaban entrenados. Sin embargo, en el "mundo desarrollado" hemos perdido esa habilidad, porque hemos sacado esa función cerebral fuera de nuestro cortex hacia nuestras muñecas (u otras partes de nuestro entorno). Al hacerlo, disminuímos nuestra cognición más allá de nuestros cráneos hacia el mundo. El reloj, al igual que otras "herramientas de la mente" se ha convertido en parte de lo que podríamos llamar nuestro "neocortex", esas herramientas que apuntalan nuestro horario, la memoria y demás, desempeñando una función que si tuviera lugar en nuestro cerebro, la llamaríamos cognitiva. Como resultado, se atrofia la habilidad neuronal.
Bueno, como suele pasarme, he ido un poco más allá de mi intención original. Sin embargo, sí, creo que, siempre que confíe en un reloj para soportar la cognición en un modo transparente y fiable, es decir, de un modo que lo haga sin más pensamiento que el deseo de conocer el tiempo y se satisfazga ese deseo, entonces un reloj es de un modo bastante literal una parte activa y esencial de su mente. Esto no es una hipótesis friki, sino una corriente principal filosófica que suscribo.
Por lo tanto, yo iba en otra dirección, pero lo diré así. El reloj de su muñeca es parte de tu mente, si no lo es una parte de su cerebro. La pregunta es, ¿qué tipo de mente es la que quiere?
https://www.watchuseek.com/threads/why-omega.257664/#post-1875169