Hay que pensar para qué y cómo se usa(ba) un reloj de buceo: para medir el tiempo de inmersión. En realidad, el reloj de buceo supone una "sobrecarga funcional": la hora actual no tiene ninguna importancia, solo el tiempo de inmersión, que es lo que nos va a dar la estimación de la reserva de aire restante y el tiempo de fondo. Realmente no necesitamos un reloj sino un cronógrafo pero ya que el reloj lo llevamos siempre porque lo necesitamos para otras tareas y que usar un reloj nos ahorra manipular botones bajo el agua pues...
Dicho esto, del reloj (vamos a suponer un diseño estándar de agujas y bisel) solo nos interesa la posición de las agujas y la relativa con ellas del bisel. El fondo de la esfera no lo necesitamos para nada, más allá de que no estorbe, así que lo más importante es el contraste entre el fondo, que no nos ofrece ninguna información, y las agujas, marcas horarias y bisel, que son los que portan la información que necesitamos. Sabemos también que el contraste mejor percibido por nuestros ojos es la combinación de amarillo sobre fondo negro, así que ya tenemos la solución: la combinación ideal es un fondo negro mate con indicadores autoiluminados en amarillo con suficiente brillo como para ser vistos a la distancia y transparencia del medio de trabajo.
Entonces ¿los estudios de color del dial para qué sirven? Sirven si las premisas anteriores no son ciertas, en concreto, si el fondo sí aporta información. Y eso ¿cuando ocurre? Cuando la iluminación de los indicadores no es lo suficientemente potente (todos sabemos que en un reloj clásico sin lumen una esfera blanca nacarada/soleil y agujas biseladas de metal brillante ayudan a ver la hora en situaciones de penumbra por el uso que hacen de la reflexión de la poca luz que hay disponible) o cuando la esfera porta, en sí misma, información (hace poco se ha publicado un hilo sobre relojes de buceo con tablas incorporadas). En este caso, debido a las propiedades de absorbancia del agua, el equivalente al "blanco nacarado" del que hablaba antes, se convierte en naranja.
En resumen: el naranja setentero podía tener valor entonces y tiene cierto regusto nostálgico pero, hoy en día, con la potencia del lumen actual (al menos el de algunas marcas, no todas funcionan correctamente en situaciones de penumbra) y el diseño de los relojes de buceo, resulta contraproducente: es superior un fondo de esfera negro sin brillos.