No te puedo hablar de este modelo en concreto, pero sí del 1964 que es el que tengo yo. Efectivamente, montan un calibre VK63 de manufactura Seiko. Es un meca-cuarzo, es decir, un movimiento híbrido con dos mecanismos distintos: las funciones de cronometraje son controladas por un movimiento de cuarzo, mientras que las funciones del cronógrafo son grabadas por un módulo mecánico. Ambas funciones están alimentadas por una pila. Si asumes esto sin problema, es decir, que no es un mecanismo completamente mecánico y no te importa, me parece que son relojes más que interesantes atendiendo a relación calidad-precio.
Yo compré el mío sin mucho convencimiento. Como siempre fue la estética la que me impulsó a tirarme a la piscina. El hecho de que no sea una gran marca, de las que tienen solera, a priori me hacía desconfiar un poco y ser cauto. Pero cuando recibí el reloj, mis dudas se disiparon por completo. Realmente se ve un reloj precioso (hablo del 1964, aunque el que presentas también está bien chulo), con un acabado que nada tiene que envidiar a marcas mucho más reconocidas, y que luce aún mucho más bonito in situ que en las fotos de su web. Realmente me encanta. Para mí es un reloj que ha ido de menos a más y a día de hoy estoy encantado con él. Porque, a decir verdad, ese movimiento del que hablaba antes, que a priori era lo que menos me entusiasmaba, actualmente ha dejado de importarme. Es más, incluso lo agradezco, puesto que no tengo que estar poniéndolo en hora cada vez que me lo calzo después de unos días en el dique seco, y cada vez que acciono los pulsadores del crono, disfruto con el suave correr de la trotadora y de su reseteo inmediato.
Por tanto, y aunque ya lo habrás deducido de todo lo anterior, te animo a que te hagas con uno. Seguro que no te decepciona.