I
.-invitado-
Visitante
Pues andaba yo pescando hace dos días con mi caña Shimano (sí, también fabrican artículos de pesca) y mi Rapala X-rap (un bichejo finlandés) en un lugar de la costa gallega, después de venir de Luarca y andaba jodido, porque una gaviota de un metro de embergadura andaba revoloteando alrededor de mi señuelo (el rapala, que imita a un pez). En esto que suena el móvil, me distraigo, veo a la palmípeda que se tira en picado al agua a por el pececillo con anzuelos triples y, para no pescarla (que no sería la primera) pego un tirón brusco a la caña para que la X-rap se vaya al fondo oceánico ( más bién cantábrico a dos metros de profundidad) y veo mi seiko SKX011 sale disparado de mi muñeca izquierda y pasa, como si tuviera vida propia, a ir dando tumbos por las rocas hasta quedar sumergido en las algas, como queriendo buscar su hábitat natural. Vamos, que tenía querencia. Un ojo en la gaviota y otro en el lugar del siniestro. Después de pensar que haría en esta situación mi enemigo, y desechando tomarme en ese preciso instante un martini con bodka, mezclado no agitado, recojo caña, quito la rapala y empiezo a tantear la roca con la propia caña habiendo colocado un anzuelo del uno. Me encomiendo a todos los santos y, tras media hora de tanteo y dando por perdido el reloj y mientras los pescadores autóctonos miraban al madrileño de una manera muy rara, consigo enganchar el reloj. ¡Pufff!
Pues eso; que cuidadín con los pasadores
Pues eso; que cuidadín con los pasadores