En mi adolescencia, por motivos que no vienen al caso, conocí a varios divisionarios, y puedo contar las sensaciones que me transmitieron sobre aquello.
Como en cualquier ejército, allí había de todo, y también muertos de hambre. Lo que sí está claro es que eran voluntarios, quizás alguno más forzado por las circunstancias. Habría quien no tenía otra cosa y veía en en reclutamiento una manera de salir de la miseria, otros incluso intentaban escapar de acusaciones sobre ellos, pero lo que está claro es que mayoritariamente eran fervientes defensores del régimen del 36 y voluntarios. De hecho, uno de aquellos que conocí, se jubiló como general de brigada.
Lo de que asombraron a alemanes (y a rusos) por su valor (y por su indisciplina a veces); en esto coinciden todas las fuentes. Por otro lado, los rusos preferían caer prisioneros en manos de los españoles.
Uno de aquellos divisionarios me contó una anécdota totalmente surrealista y cómica. En medio de una escaramuza con los rusos, un soldado español se separó de su unidad y se encontró solo, desorientado y perdido. Había perdido su arma y sólo tenía una bomba (o granada) de mano. Intentando buscar el camino, se encontró con un ruso, también sólo, desorientado y asustado, que le apuntó y amenazó con su fusil. Pero el español enseñó su bomba de mano y le amenazó, el ruso se achantó un poco, y el español "tomó prisionero" al ruso, o más bien se dejó tomar con tal de no quedarse solo. Sin entenderse mucho por el idioma, avanzaban por la estepa, el español de vez en cuando le enseñaba la bomba "que te la tiro eh" y el ruso "no no". Hasta llegar al extremo surrealista. Agotados ambos, el español quiso echar la siesta y ordenó al ruso montar guardia con el fusil, mientras él dormía con la bomba en la mano. Y llegó la unidad española y así los encontró, al ruso montando guardia y el español descansando. Y el mando correspondiente arrestó al español por su temeridad.
La verdad es que muchas veces dudé de si este relato tenía mucho de cachonda ficción más que de realidad, pero os lo transmito tal cual me lo contaron.