Follow along with the video below to see how to install our site as a web app on your home screen.
Nota: This feature may not be available in some browsers.
Yo también creo que tenemos unos profesionales alrededor como la copa de un pino: Álvaro, Julia, Teo y Toni, Serenite, Jorge, loti (que aunque sea amateur, es un artista), etc.Fantástico trabajo. Da gusto contar con grandes profesionales y tan cerca. ¿Cuando nos daremos cuenta de lo que tenemos en España?
Me alegro que todo haya terminado tan bien.
Yo también creo que tenemos unos profesionales alrededor como la copa de un pino: Álvaro, Julia, Teo y Toni, Serenite, Jorge, loti (que aunque sea amateur, es un artista), etc.:
Yo también creo que tenemos unos profesionales alrededor como la copa de un pino: Álvaro, Julia, Teo y Toni, Serenite, Jorge, loti (que aunque sea amateur, es un artista), etc.
Hoy mismo me ha estado enseñando Carlos Sánchez-Álamo, el socio de Álvaro, las encuadernaciones artísticas que hace y os aseguro que son espectaculares.
Lo dicho que me río yo de los Binder y Nishimuras, si los nuestros fueran americanos, ya estaban en las enciclopedias.
Antolín,..... sorprendido me he quedado con lo bien que te han dejado el plumín.
¡¡¡¡¡Enhorabuena!!!!!
Compañero slot04, entiendo tus reparos y no es ese un tema banal. De hecho es uno de los ejes fundamentales de la teoría de la restauración sobre el que se han escrito resmas de páginas. Sin extenderme demasiado te diré que no todo es tan sencillo como tocar o no los objetos. Para empezar hay que distinguir entre lo que se denomina conservación y lo que se denomina restauración. La conservación sería, simplificando, aquella intervención necesaria para la pervicencia del bien. Por ejemplo, hay procesos de alteración que son degradativos, de manera qué si no intervenimos acabarán destruyendo el objeto (ej. un proceso de corrosión de un metal) En esos caso el no intervenir no significa un mayor respeto a la historia del bien sino su pérdida irremediable.
La restauración se produce cuando tenemos que devolver al objeto alguna de sus características originales para recuperar su significado, su lectura, su valor, su uso, etc. Es decir que si lo dejáramos sin tocar, con las pérdidas de materia, con alteraciones en su forma, su color, su textura, etc. no sería reconocible, o al menos no podríamos apreciarlo en todo su esplendor. Por poner el caso más extremo, imagínate la imagen de una Virgen de mucha devoción y un terremoto que hace que se caiga y se rompa la cabeza ¿no crees que sería más adecuado volver a fijar la cabeza a los hombros que dejarla en dos trozos?
Por otra parte, es cierto que la evolución en las "Cartas del Restauro" y en los criterios de intervención han ido evolucionando en la línea de intentar ser cada vez más respetuosos con la historia de los bienes culturales, esto es, tocándolos cada vez menos o lo mínimo imprescindible. De ahí que se distinga entre la conservación preventiva o indirecta, que consiste en actuar sobre el entorno del objeto para su conservación, sin tocar el bien. Por ejemplo, guardando los documentos en archivadores libres de ácidos, a temperatura y humedad constante y protegidos de la luz. Y la conservación directa, por ejemplo, aplicando baños de desacidificación al papel de esos documentos.
Otra cuestión compleja es qué es una pátina. El barniz oxidado de un cuadro que se vuelve amarillo y opaco, e impide ver lo que hay debajo ¿es una pátina que se deba conservar? las costras negras de yesos de contaminación por los gases sulfurosos de la combustión de los hidrocarburos que cubren las fachadas de los edificios históricos ¿Son pátinas a conservar?....
Lo mismo ocurre con la restauración, se trata de intervenir lo mínimo posible, pero no es lo mismo un objeto artístico, que un bien arqueológico, que un objeto utilitario. Alguien cree que es más purista conservar un coche de época que no funcione o uno que pueda circular, aunque sea a costa de fabricar artesanalmente los repuestos que necesite. Para mí una pluma no es un objeto arqueológico, es un objeto utilitario que, salvo contadas excepciones, debe seguir en uso para conservar todo su esplendor, y no creo que soldar una raja en el plumín le haya hecho perder nada de su valor histórico. Al contrario, ha ganado y bastante, porque ahora puede seguir funcionando otros cien años más... entonces ya me plantearé si la conservo como una reliquia o no.
Perdonad el rollo, pero es un tema mucho más complejo de lo que parece y no debe tratarse con superficialidad.
Un saludo
Toda una declaracion de principios con la que estoy totalmente de acuerdo .
No queda mas que añadir salvo que, para mi, una pluma restaurada es la que se parece mas al original salido de fabrica... unas veces se puede y otras no pero al menos hay que intentarlo: se me viene a la cabeza un caso que me ocurrio ayer; una Pelikan 100 (años 30) a la que le faltaba el corcho del piston... poner uno sintetico son 5 minutos pero solo tallar el corcho y colocarlo me llevo media horita de mi tiempo - aparte de limpiezas, pulidos, embellecidos, suavizado y alineacion de plumin, correccion de flujo, pruebas, etc, en total mas de 2 horas. Solo me quedo satisfecho si va "original", si a esa pluma le hubiese puesto un sello sintetico (que funcionan perfectamente) no me hubiese quedado a gusto (y hubiese disfrutado hora y media menos ).
Totalmente de acuerdo, si originalmente es de corcho, pues corcho, aunque la pluma no tenga ventanita y no se vea el sello de goma. Así restauré una Omas, con corcho, y eso que las tóricas la dejaban perfecta y no se veían, pero...
Totalmente de acuerdo, porque la verdad de la pluma es restaurar su funcionamiento con el mismo mecanismo y con los mismos materiales (corcho en este caso), no está en que el corcho tenga 80 años de antigüedad (si la tiene y sigue operativo fantástico, pero si no se cambia por uno nuevo). Pero todo depende de la transcendencia de la intervención. Es como si a un Ford T le ponemos el motor de un toyota, a lo mejor anda, pero no es lo mismo.Totalmente de acuerdo, si originalmente es de corcho, pues corcho, aunque la pluma no tenga ventanita y no se vea el sello de goma. Así restauré una Omas, con corcho, y eso que las tóricas la dejaban perfecta y no se veían, pero...
Totalmente de acuerdo, porque la verdad de la pluma es restaurar su funcionamiento con el mismo mecanismo y con los mismos materiales (corcho en este caso), no está en que el corcho tenga 80 años de antigüedad (si la tiene y sigue operativo fantástico, pero si no se cambia por uno nuevo). Pero todo depende de la transcendencia de la intervención. Es como si a un Ford T le ponemos el motor de un toyota, a lo mejor anda, pero no es lo mismo.
Al final es una cuestión algo subjetiva, porque si le falta el capuchón y hacemos uno nuevo, aunque sea con los mismos materiales, ya podría hablarse de una alteración substancial. De hecho en toda la legislación sobre conservación del Patrimonio no hay criterios objetivos, se habla de no alterar de forma significativa la lectura del objeto y cosas por el estilo. Por ello , se establecen 3 principios básicos para toda intervención: Identificabilidad (que se pueda distinguir lo nuevo de lo original, lo que es muy importante en las obras de arte, pero podría bastar con dejar documentado qué es lo que se ha sustituido), Reversibilidad (que se pueda siempre deshacer la intervención, por si se cambia de criterio en el futuro por ejemplo) y Estabilidad (que el nuevo material no se altere o al menos que no pueda dañar a la obra, que sea inocuo). Vamos es un tema complejo y siempre subjetivo, lo cual no quiere decir que no haya criterios más o menos aceptados por la comunidad científica al respecto.
Perdón otra vez por el rollo, volviendo al tema, soldar una grieta en un plumín con oro, no me plantea ningún problema, quedarme con un plumín inservible, para que conserve la autenticidad de que se rompió, sí