jdortega
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Muy buenas a todos,
Relato la presentación de esta pieza como la prueba evidente del embrujo del foro, que ha obrado su conjuro para que me inclinara a intentar la adquisición de semejante obra. Cuanto menos, personalmente yo, lo puedo considerar como empresa de caza mayor. Y el primer reloj que aporto a mi colección con un influjo claro del foro. Han pasado escasos tres meses de mi pertenencia como forero de RE y debido a determinados posts me he lanzado a por el reloj de este año. Sí, digo de este año para mí porque me comprometí a comprar como máximo un único reloj este año, y por tanto tenía que ser una decisión muy meticulosa y muy bien pensada. Un par de simples lecturas y un post específico puesto por el que escribe y se dio al traste toda la prudencia prestablecida. Tengamos fé en que mi mujer me permita regalarla a ella algún reloj en el futuro cercano estilo unisex, para así poder hacer alguna pequeña trampa y no tener también que romper descaradamente la promesa de “un” solo reloj para mí este año.
En la última parte de esta descripción detallaré el cómo se produjo la chispa necesaria para el comienzo de la tan temida caza al reloj. Pero antes centremos el foco en la pieza en sí, que es lo que realmente es importante. Empecemos por el nombre del modelo que a pesar de ser muy extenso indica con precisión parte de la historia de la relojera. Los modelos L.U.C. deben su nombre al fundador de Chopard (Louis-Ulysse Chopard) y son aquellos que la marca entiende como Alta Relojería. XP es la abreviatura directa “eXtra Plano”, indicando piezas muy finas en anchura que hacen siempre sospechar de modelos elegantes de vestir. El añadido de la S describe que el reloj lleva segundero. El número 1860 es el año de fundación de la marca. Hace 25 años al primer modelo creado totalmente en su manufactura le llamaron L.U.C. 1860, siendo su diseño bastante similar al que se está describiendo. Y por último, Red Carpet Edition se refiere a las excepcionales ediciones superlimitadas (habitualmente de sólo 10 unidades) que Chopard crea diferentes cada año, como consecuencia del acuerdo firmado en 1998 con el festival de cine de Cannes, en honor a la famosa alfombra roja donde los fotógrafos avasallan con sus flashes a las estrellas del momento. El año 2018 muestra que es la edición creada en ese año y que celebra los 20 años de dicha relación entre la marca y el festival. Resumiendo, el nombre tan extenso conlleva implícitamente mucha información del modelo en sí.
Lo primero que destaca en el reloj es el color rojo brillante y atractivo de su fastuosa esfera. El diseño para mi gusto es sublime. Tiene todo lo que precisa una joya de alto nivel pero a su vez ninguno de los elementos destaca por encima del conjunto. Por ejemplo, los índices son diamantes “abaguetados” y verdaderamente no resaltan por encima del rodiado de las propias agujas dauphines ó del oro blanco de la caja del reloj. Yo no soy de diamantes. Nunca he tenido un reloj con diamantes. No me gusta llevar piedras en general pero menos en las esferas del reloj. Pero claro, si me los ponen de esa manera, alineados perfectamente como índices rectangulares tan sumamente elegantes que no parecen lo que normalmente entendemos como diamantes, ya la cosa cambia y no es que me empiece a gustar, es que me entusiasma la idea de poder tenerlo. Y como guinda estética al conjunto, el logo y las escalas contrastan con su color dorado a la perfección con el resto de los elementos. Todo ello flotando sobre tres niveles circulares de rojos diferentes. El más externo y la esfera del segundero de rojo pasión rayado, el anillo intermedio de rojo satinado burdeos, y la zona central decorada con un guilloché realizado por completo a mano que recuerda inevitablemente a la famosa alfombra roja de los festivales de cine. Está claro que no parece un reloj para diario, y sí para determinadas ocasiones. Pero qué ocasiones! El llevarlo puesto en cualquier evento debe ser una experiencia excitante e imprevisible. De estar a la altura, al menos en lo que respecta a la muñeca, de cualquier estrella de Hollywood que se precie recibiendo premios en galas.
Pero si su esfera es impactante, su calibre no se queda atrás. Contiene el mejor calibre de la casa. El 96.01-L, que se corresponde a su vez con el primer movimiento L.U.C. manufacturado por la marca. Es un movimiento automático que se alimenta por un micro-rotor y dos barriletes tecnología Twin que permiten una reserva de marcha de unas 65 horas. Y como no, estéticamente en este modelo el calibre también tiene todo lo que precisa una obra de esta envergadura: Los puentes pulidos a mano y decorados con Côtes de Genève, la platina biselada y perlada, un espectacular micro rotor de oro amarillo y un magnífico regulador de cuello de cisne atornillado sobre el puente del volante. Todo ello con la calidad de conjunto que se le supone al ostentar el Sello del Punzón de Ginebra. Y rematada con la exclusiva inscripción “Red Carpet Edition” en su zafiro trasero. A su vez, como todos los modelos con segundero de la colección L.U.C., posee también el certificado COSC de cronometría.
Hace algo más de un mes se presentó en el foro como novedad un calendario perpetuo de Chopard L.U.C., del que no sólo me gustó el reloj sino que participé activamente en el hilo, sobre todo, a raíz de un vídeo sobre las instalaciones de Chopard que subió un compañero del foro. Mi lectura y comentarios propios me hicieron recordar sobre una pieza que vi en fotos hace tres años (en el 2018), que me engatusó y me dejó con la miel en los labios. De hecho, la volví a buscar y subí sus imágenes a ese hilo:
1882 19Thirty) en los cuáles yo había participado mostrando mi atracción por esos colores rojos tan vivos, y había hecho la promesa de comprar este año como mucho sólo un reloj caso de encontrar algo que realmente me aportara, que fuera especial y que me mereciera la pena. Así que me armé de valor y, sobre todo, de convencimiento personal de que estaba haciendo lo correcto, y me dispuse a tratar de encontrarlo. Las expectativas no eran de inicio muy halagüeñas, por lo que me lo tomé como un verdadero divertimento. Un modelo que se hizo ya hace tres años, en una edición supermilitada a 10 piezas y que se vendió en su totalidad prácticamente sin salir al mercado no parecía tarea fácil.
Comencé hablando con uno de mis amigos distribuidor de Chopard en Madrid y me indicó que mis intenciones eran un tanto descabelladas por buscar algo que seguramente fuera ya inexistente en el entorno comercial. Para mi sorpresa una semana escasa después me informó que la marca tenía una única unidad guardada como recuerdo (tema tipo museo) y que de inicio no tenían intención de deshacerse de ella. Le pedí que insistiera y les diera por favor mi contacto y detalles. Al recibir noticia de mi persistencia la marca se abrió a la posibilidad de venderlo. Pero no sin antes hacer un exhaustivo estudio sobre el comprador, apelando a impedir de forma total la posible venta a un intermediario que quisiera directamente ponerlo en el mercado gris. Por suerte los informes que recibieron fueron muy positivos (agradecer en este caso a los correspondientes amigos relojeros a los que preguntaron). Y días después me dieron el visto bueno a la operación y además, sin entrar en detalles de cantidades, el precio fue mucho menor del que yo imaginaba respetando el total que tenía el modelo hace tres años cuando lo sacaron al mercado (que yo no fui nunca capaz de encontrar en la web), y a pesar de ser la última única pieza de la que disponían.
Me quedaba la duda de saber qué número de los 10 de la numeración era. Del 1 al 10 no tengo ninguna manía al respecto pero siempre se tiene algún número favorito… El número viene grabado en la trasera en el anillo externo de la caja del reloj. Simplemente decir que si hubiera podido elegir hubiera elegido ese número (el de la suerte para los occidentales: días de la semana, colores del arcoíris, vidas de un gato, maravillas del mundo antiguo, planetas clásicos, los dones del Espíritu Santo... hay para todos).
Os pongo unas fotos de la pieza.
Espero os gusten.
Saludos!
PD: Al César lo que es del César: Efusivos agradecimientos a Chocron (Moisés y todos sus incansables trabajadores) por la ayuda prestada en conseguir esta pieza. En especial a Patricia que ha estado insistiendo hasta lograrlo. Enhorabuena por poder trabajar con esa pasión y amor por el producto.
Relato la presentación de esta pieza como la prueba evidente del embrujo del foro, que ha obrado su conjuro para que me inclinara a intentar la adquisición de semejante obra. Cuanto menos, personalmente yo, lo puedo considerar como empresa de caza mayor. Y el primer reloj que aporto a mi colección con un influjo claro del foro. Han pasado escasos tres meses de mi pertenencia como forero de RE y debido a determinados posts me he lanzado a por el reloj de este año. Sí, digo de este año para mí porque me comprometí a comprar como máximo un único reloj este año, y por tanto tenía que ser una decisión muy meticulosa y muy bien pensada. Un par de simples lecturas y un post específico puesto por el que escribe y se dio al traste toda la prudencia prestablecida. Tengamos fé en que mi mujer me permita regalarla a ella algún reloj en el futuro cercano estilo unisex, para así poder hacer alguna pequeña trampa y no tener también que romper descaradamente la promesa de “un” solo reloj para mí este año.
En la última parte de esta descripción detallaré el cómo se produjo la chispa necesaria para el comienzo de la tan temida caza al reloj. Pero antes centremos el foco en la pieza en sí, que es lo que realmente es importante. Empecemos por el nombre del modelo que a pesar de ser muy extenso indica con precisión parte de la historia de la relojera. Los modelos L.U.C. deben su nombre al fundador de Chopard (Louis-Ulysse Chopard) y son aquellos que la marca entiende como Alta Relojería. XP es la abreviatura directa “eXtra Plano”, indicando piezas muy finas en anchura que hacen siempre sospechar de modelos elegantes de vestir. El añadido de la S describe que el reloj lleva segundero. El número 1860 es el año de fundación de la marca. Hace 25 años al primer modelo creado totalmente en su manufactura le llamaron L.U.C. 1860, siendo su diseño bastante similar al que se está describiendo. Y por último, Red Carpet Edition se refiere a las excepcionales ediciones superlimitadas (habitualmente de sólo 10 unidades) que Chopard crea diferentes cada año, como consecuencia del acuerdo firmado en 1998 con el festival de cine de Cannes, en honor a la famosa alfombra roja donde los fotógrafos avasallan con sus flashes a las estrellas del momento. El año 2018 muestra que es la edición creada en ese año y que celebra los 20 años de dicha relación entre la marca y el festival. Resumiendo, el nombre tan extenso conlleva implícitamente mucha información del modelo en sí.
Lo primero que destaca en el reloj es el color rojo brillante y atractivo de su fastuosa esfera. El diseño para mi gusto es sublime. Tiene todo lo que precisa una joya de alto nivel pero a su vez ninguno de los elementos destaca por encima del conjunto. Por ejemplo, los índices son diamantes “abaguetados” y verdaderamente no resaltan por encima del rodiado de las propias agujas dauphines ó del oro blanco de la caja del reloj. Yo no soy de diamantes. Nunca he tenido un reloj con diamantes. No me gusta llevar piedras en general pero menos en las esferas del reloj. Pero claro, si me los ponen de esa manera, alineados perfectamente como índices rectangulares tan sumamente elegantes que no parecen lo que normalmente entendemos como diamantes, ya la cosa cambia y no es que me empiece a gustar, es que me entusiasma la idea de poder tenerlo. Y como guinda estética al conjunto, el logo y las escalas contrastan con su color dorado a la perfección con el resto de los elementos. Todo ello flotando sobre tres niveles circulares de rojos diferentes. El más externo y la esfera del segundero de rojo pasión rayado, el anillo intermedio de rojo satinado burdeos, y la zona central decorada con un guilloché realizado por completo a mano que recuerda inevitablemente a la famosa alfombra roja de los festivales de cine. Está claro que no parece un reloj para diario, y sí para determinadas ocasiones. Pero qué ocasiones! El llevarlo puesto en cualquier evento debe ser una experiencia excitante e imprevisible. De estar a la altura, al menos en lo que respecta a la muñeca, de cualquier estrella de Hollywood que se precie recibiendo premios en galas.
Pero si su esfera es impactante, su calibre no se queda atrás. Contiene el mejor calibre de la casa. El 96.01-L, que se corresponde a su vez con el primer movimiento L.U.C. manufacturado por la marca. Es un movimiento automático que se alimenta por un micro-rotor y dos barriletes tecnología Twin que permiten una reserva de marcha de unas 65 horas. Y como no, estéticamente en este modelo el calibre también tiene todo lo que precisa una obra de esta envergadura: Los puentes pulidos a mano y decorados con Côtes de Genève, la platina biselada y perlada, un espectacular micro rotor de oro amarillo y un magnífico regulador de cuello de cisne atornillado sobre el puente del volante. Todo ello con la calidad de conjunto que se le supone al ostentar el Sello del Punzón de Ginebra. Y rematada con la exclusiva inscripción “Red Carpet Edition” en su zafiro trasero. A su vez, como todos los modelos con segundero de la colección L.U.C., posee también el certificado COSC de cronometría.
Hace algo más de un mes se presentó en el foro como novedad un calendario perpetuo de Chopard L.U.C., del que no sólo me gustó el reloj sino que participé activamente en el hilo, sobre todo, a raíz de un vídeo sobre las instalaciones de Chopard que subió un compañero del foro. Mi lectura y comentarios propios me hicieron recordar sobre una pieza que vi en fotos hace tres años (en el 2018), que me engatusó y me dejó con la miel en los labios. De hecho, la volví a buscar y subí sus imágenes a ese hilo:
En su día aparqué en un rincón los deseos de ir a por él por varios motivos: Tenía otras piezas en mente, el diseño no era precisamente para un reloj de uso diario, el hecho de que fuera una edición de sólo 10 piezas hacía muy complicada su búsqueda, no tenía ninguna unidad de color rojo en la colección pero tenía que dar prioridad a completar otros huecos que en ese momento consideraba más necesarios rellenar, y supuse que el precio sería desorbitado. Así que descarté por completo el asunto de su adquisición pero desde luego nunca olvidé el recuerdo de esa esfera en rojo tan especial. Al leer el hilo y devolver a la vida activa esa imagen me volví a interesar por él, tratando de convencerme con pequeños detalles del porqué del momento actual para ello: no tenía en mente a presente ni futuro ningún objetivo claro de algún modelo que verdaderamente me interesara, el rojo se volvía a poner de moda por el auge del mercado chino al ser su teórico color de la suerte, yo seguía sin tener ninguna pieza con esfera roja y se había posteado algún hilo de AR en los últimos días con ese color como protagonista (Girard Perregaux Quasar Infrared,Espectacular vídeo. Los LUC de Chopard están a un nivel de relojería altísimo, y ver su museo de esta forma es un lujo. Gracias por compartirlo.
El tipo no se lo monta mal: relojes top, atención premium, visita gastronómica y vino Grand Crú. Si ya le hubiera atendido una top model se queda allí a vivir...
Yo me quedé pasmado cuando vi una foto de esta pieza en un artículo del 2018. Lástima que era una edición limitada a 10 unidades. Pero al verlo me empecé a interesar y mucho por la marca:
Ver el archivos adjunto 925521
Ver el archivos adjunto 925524
Comencé hablando con uno de mis amigos distribuidor de Chopard en Madrid y me indicó que mis intenciones eran un tanto descabelladas por buscar algo que seguramente fuera ya inexistente en el entorno comercial. Para mi sorpresa una semana escasa después me informó que la marca tenía una única unidad guardada como recuerdo (tema tipo museo) y que de inicio no tenían intención de deshacerse de ella. Le pedí que insistiera y les diera por favor mi contacto y detalles. Al recibir noticia de mi persistencia la marca se abrió a la posibilidad de venderlo. Pero no sin antes hacer un exhaustivo estudio sobre el comprador, apelando a impedir de forma total la posible venta a un intermediario que quisiera directamente ponerlo en el mercado gris. Por suerte los informes que recibieron fueron muy positivos (agradecer en este caso a los correspondientes amigos relojeros a los que preguntaron). Y días después me dieron el visto bueno a la operación y además, sin entrar en detalles de cantidades, el precio fue mucho menor del que yo imaginaba respetando el total que tenía el modelo hace tres años cuando lo sacaron al mercado (que yo no fui nunca capaz de encontrar en la web), y a pesar de ser la última única pieza de la que disponían.
Me quedaba la duda de saber qué número de los 10 de la numeración era. Del 1 al 10 no tengo ninguna manía al respecto pero siempre se tiene algún número favorito… El número viene grabado en la trasera en el anillo externo de la caja del reloj. Simplemente decir que si hubiera podido elegir hubiera elegido ese número (el de la suerte para los occidentales: días de la semana, colores del arcoíris, vidas de un gato, maravillas del mundo antiguo, planetas clásicos, los dones del Espíritu Santo... hay para todos).
Os pongo unas fotos de la pieza.
Espero os gusten.
Saludos!
PD: Al César lo que es del César: Efusivos agradecimientos a Chocron (Moisés y todos sus incansables trabajadores) por la ayuda prestada en conseguir esta pieza. En especial a Patricia que ha estado insistiendo hasta lograrlo. Enhorabuena por poder trabajar con esa pasión y amor por el producto.
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