Goldoff
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Más o menos, a todos nos suenan los tres grandes grupos de lujo con intereses en la relojería. Desde el Swatch Group, que sólo esta en relojes y componentes para estos, hasta Richemont que engloba joyería junto a marcas como Cartier o IWC, entre otras. También tenemos a LVMH, que además de TAG-Heuer, Bulgari, y Zenith, alarga sus tentáculos a todo el espectro del lujo, desde marroquinería a bebidas (unas 70 marcas, si no recuerdo mal).
De quien se habla poco es de Chanel, un potentísimo grupo de lujo de propiedad privada (19.700 millones de dólares de ventas en 2023, con un beneficio operativo de más de 6.400). Aparte de su ya clásico J12 cerámico, Chanel se ha posicionado como alta relojería con su propia manufactura en La Chaux de Fonds
No sólo eso. Tiene participación en Kenissi, la manufactura de Tudor -participada también por Rolex y que suministra tambiéna Breitling- y es desde hace años socio de referencia (25%) de Bell&Ross, más recientemente (2018) tomó otro tanto de F. P. Journe y ahora llega la noticia de que ha adquirido ese mismo porcentaje en nada menos que MB&F.
Así es como lo explica esta última en su anuncio del pasado día 22:
MB&F se complace en anunciar su asociación con Chanel, que ha tomado una participación del 25% en la marca independiente de alta relojería. El fundador Maximilian Büsser conserva la mayoría de MB&F con un 60%, mientras que su socio en la empresa, Serge Kriknoff (Director de I+D y Producción), posee un 15%. Max y Serge seguirán al frente de MB&F junto con Charris Yadigaroglou (Responsable de Comunicaciones de Marketing) y Thibault Verdonckt (Responsable de Ventas).
La participación minoritaria de Chanel asegura estabilidad y resistencia con un accionista estratégico fuerte, que comparte los mismos valores y garantiza el mantenimiento de la estrategia a largo plazo de MB&F.
Maximilian Büsser comenta: «Era nuestra responsabilidad, en un contexto tan favorable como el actual y con nuestro equipo directivo en su mejor momento, dar este gran paso para asegurar nuestro futuro a largo plazo, una evolución natural para una empresa que celebra su 20º aniversario el próximo año. Además de permitirnos seguir nuestro camino independiente, libres de cualquier presión sobre el crecimiento, la inversión de Chanel reforzará nuestras operaciones al proporcionarnos acceso, cuando sea necesario, a su amplio ecosistema y a su red de proveedores especializados».
La inversión estratégica demuestra el deseo de Chanel de seguir evolucionando e invirtiendo en el futuro de la experiencia, la creación y el diseño de la relojería de alta gama. Sigue una estrategia a largo plazo de asociación con especialistas del lujo para preservar y desarrollar el «savoir-faire» de los expertos. Chanel lanzó su propia relojería en 1987, creando un estudio de diseño de relojes en la Place Vendôme de París e invirtiendo en la Manufactura G&F Châtelain de La Chaux-de-Fonds en Suiza, adquirida por el grupo en 1993. La inversión en MB&F sigue a otras similares en los fabricantes de relojes de alta gama Romain Gauthier (2011) y F.P. Journe (2018), que han seguido gestionándose de forma independiente.
Frédéric Grangié, presidente de Chanel Watches & Fine Jewellery, destaca: «Estamos encantados de firmar una asociación estratégica con MB&F, que comparte los mismos valores de independencia, creatividad y excelencia. El anuncio forma parte de nuestra estrategia a largo plazo para seguir preservando, desarrollando e invirtiendo en conocimientos y experiencia especializados, reafirmando nuestra posición en la relojería de alta gama».
Pues eso, vayan haciendo un sitio a Chanel en su radar relojero porque no creo que se quede aquí. Conocimientos no le faltan, y dinero tiene de sobra.
De quien se habla poco es de Chanel, un potentísimo grupo de lujo de propiedad privada (19.700 millones de dólares de ventas en 2023, con un beneficio operativo de más de 6.400). Aparte de su ya clásico J12 cerámico, Chanel se ha posicionado como alta relojería con su propia manufactura en La Chaux de Fonds
No sólo eso. Tiene participación en Kenissi, la manufactura de Tudor -participada también por Rolex y que suministra tambiéna Breitling- y es desde hace años socio de referencia (25%) de Bell&Ross, más recientemente (2018) tomó otro tanto de F. P. Journe y ahora llega la noticia de que ha adquirido ese mismo porcentaje en nada menos que MB&F.
Así es como lo explica esta última en su anuncio del pasado día 22:
MB&F se complace en anunciar su asociación con Chanel, que ha tomado una participación del 25% en la marca independiente de alta relojería. El fundador Maximilian Büsser conserva la mayoría de MB&F con un 60%, mientras que su socio en la empresa, Serge Kriknoff (Director de I+D y Producción), posee un 15%. Max y Serge seguirán al frente de MB&F junto con Charris Yadigaroglou (Responsable de Comunicaciones de Marketing) y Thibault Verdonckt (Responsable de Ventas).
La participación minoritaria de Chanel asegura estabilidad y resistencia con un accionista estratégico fuerte, que comparte los mismos valores y garantiza el mantenimiento de la estrategia a largo plazo de MB&F.
Maximilian Büsser comenta: «Era nuestra responsabilidad, en un contexto tan favorable como el actual y con nuestro equipo directivo en su mejor momento, dar este gran paso para asegurar nuestro futuro a largo plazo, una evolución natural para una empresa que celebra su 20º aniversario el próximo año. Además de permitirnos seguir nuestro camino independiente, libres de cualquier presión sobre el crecimiento, la inversión de Chanel reforzará nuestras operaciones al proporcionarnos acceso, cuando sea necesario, a su amplio ecosistema y a su red de proveedores especializados».
La inversión estratégica demuestra el deseo de Chanel de seguir evolucionando e invirtiendo en el futuro de la experiencia, la creación y el diseño de la relojería de alta gama. Sigue una estrategia a largo plazo de asociación con especialistas del lujo para preservar y desarrollar el «savoir-faire» de los expertos. Chanel lanzó su propia relojería en 1987, creando un estudio de diseño de relojes en la Place Vendôme de París e invirtiendo en la Manufactura G&F Châtelain de La Chaux-de-Fonds en Suiza, adquirida por el grupo en 1993. La inversión en MB&F sigue a otras similares en los fabricantes de relojes de alta gama Romain Gauthier (2011) y F.P. Journe (2018), que han seguido gestionándose de forma independiente.
Frédéric Grangié, presidente de Chanel Watches & Fine Jewellery, destaca: «Estamos encantados de firmar una asociación estratégica con MB&F, que comparte los mismos valores de independencia, creatividad y excelencia. El anuncio forma parte de nuestra estrategia a largo plazo para seguir preservando, desarrollando e invirtiendo en conocimientos y experiencia especializados, reafirmando nuestra posición en la relojería de alta gama».
Pues eso, vayan haciendo un sitio a Chanel en su radar relojero porque no creo que se quede aquí. Conocimientos no le faltan, y dinero tiene de sobra.