prohunter
Habitual
Sin verificar
Pues eso, que ya van 1000 y lo tradicional es enseñar la colección, pero como sólo está en mi cabeza, aún no se puede fotografiar.
A cambio, y como hay que celebrarlo de alguna manera, os cuento la historia del reloj de José María.
José María era un arquitecto de prestigio, nació en el año 1900 y construyó una gran familia de 8 hijos, su mejor obra, amén de todo tipo de edificios públicos y privados.
Cuando se casó con María del carmen, sus suegros le regalaron un reloj de pedida, un soberbio Patek Phillippe que José María llevó con orgullo durante muchos años, y que se le hizo pieza imprescindible, ya que su propietario era un maniático de la puntualidad.
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Tanto es así que en una recepción con Franco, estando éste hablando, hizo una inclinación de cabeza como mandaba el protocolo y se largó (lo que prohibía el protocolo) pòrque llegaba tarde a una cita y no le gustaba ni esperar ni hacer esperar, una soberana falta de educación ante la que no se rendía, ni delante del entonces todopoderoso Francisco Franco.
Un buen día, al volver de viaje tras visitar unas obras en el norte de España, le contó apesadumbrado a su mujer que le habían robado el Patek.Tuvo la mala fortina de dejárselo en el baño del tren y cuando se dió cuenta y volvió a por él ya no estaba, claro.
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María del Carmen decidió darle una sorpresa a los pocos días, ya que era su cumpleaños.Ella tenía bastante con la casa y con sus ocho hijos, y en un rato que tuvo libre, se acercó a la joyería más cercana y le pidió al joyero un reloj igual que el que su marido había perdido.Mi abuela sólo fué capaz de describir el reloj como uno normal de hombre, de oro, y que decía algo de Philippe, pero no sabía más.
El joyero le vendió el mejor reloj que tenía y que ponía, desde luego, Philippe.
José María lo recibió con agradecimiento y lo tuvo en su muñeca hasta que murió,Maria del carmen lo vistió desde entonces, y como además de mi abuela era mi madrina, dejó instrucciones para que se me regalara a mí al fallecer ella, dada mi afición a los relojes.
Y aquí sigue en perfecto orden de marcha...
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Desde luego pone Phillippe bien clarito, mi abuela pensó que era magnífico - y lo es - y mi abuelo siempre lo llevó con orgullo.
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Gracias por llegar hasta aquí. Me siento orgulloso de pertenecer a esta gran familia de foreros.Gracias al foro, a su administrador y a todos los que hacéis que pase ratos tan agradables en vuestra compañía.
Saludos y nos vemos por aquí.
A cambio, y como hay que celebrarlo de alguna manera, os cuento la historia del reloj de José María.
José María era un arquitecto de prestigio, nació en el año 1900 y construyó una gran familia de 8 hijos, su mejor obra, amén de todo tipo de edificios públicos y privados.
Cuando se casó con María del carmen, sus suegros le regalaron un reloj de pedida, un soberbio Patek Phillippe que José María llevó con orgullo durante muchos años, y que se le hizo pieza imprescindible, ya que su propietario era un maniático de la puntualidad.
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Tanto es así que en una recepción con Franco, estando éste hablando, hizo una inclinación de cabeza como mandaba el protocolo y se largó (lo que prohibía el protocolo) pòrque llegaba tarde a una cita y no le gustaba ni esperar ni hacer esperar, una soberana falta de educación ante la que no se rendía, ni delante del entonces todopoderoso Francisco Franco.
Un buen día, al volver de viaje tras visitar unas obras en el norte de España, le contó apesadumbrado a su mujer que le habían robado el Patek.Tuvo la mala fortina de dejárselo en el baño del tren y cuando se dió cuenta y volvió a por él ya no estaba, claro.
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María del Carmen decidió darle una sorpresa a los pocos días, ya que era su cumpleaños.Ella tenía bastante con la casa y con sus ocho hijos, y en un rato que tuvo libre, se acercó a la joyería más cercana y le pidió al joyero un reloj igual que el que su marido había perdido.Mi abuela sólo fué capaz de describir el reloj como uno normal de hombre, de oro, y que decía algo de Philippe, pero no sabía más.
El joyero le vendió el mejor reloj que tenía y que ponía, desde luego, Philippe.
José María lo recibió con agradecimiento y lo tuvo en su muñeca hasta que murió,Maria del carmen lo vistió desde entonces, y como además de mi abuela era mi madrina, dejó instrucciones para que se me regalara a mí al fallecer ella, dada mi afición a los relojes.
Y aquí sigue en perfecto orden de marcha...
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Desde luego pone Phillippe bien clarito, mi abuela pensó que era magnífico - y lo es - y mi abuelo siempre lo llevó con orgullo.
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