Aprendices de relojeros en A. Lange & Sohne

Veinte jóvenes relojeros inician curso en A. Lange & Sohne

Llevan bata blanca pero no son médicos. Deberán tener un vasto conocimiento pero no son científicos. Deberán mantener un pulso extraordinario pero no son cirujanos. Veinte jóvenes de todo el mundo acaban de incorporarse a la mítica manufactura A. Lange & Sohne para convertirse en artesanos relojeros junto a una de las marcas señeras del panorama internacional. Los seis hombres y catorce mujeres protagonistas han tenido que superar un examen de aptitudes y comprensión frente a una enorme competencia que en las últimas semanas ya vuelve a llenar las inscripciones para la formación del año que viene.

Escuela de Relojería A. Lange & Sohne
Escuela de Relojería A. Lange & Sohne

A partir de ahora les esperan tres años de formación en las instalaciones de la firma sajona y una futura vinculación laboral a la marca. Entre las tareas para las que se les preparará está el ensamblaje y reparación de movimientos mecánicos, desde relojes de alarma y relojes antiguos hasta relojes de bolsillo y modernos. En el final de su aprendizaje se enfrentarán al reto de construir sus propias herramientas y su propio reloj mecánico.
El objetivo de A. Lange & Sohne es modelar artesanos siguiendo el ejemplo de los antiguos gremios y aprendices. Para Lange Wilhelm Schmid, CEO de A. Lange & Sohne, “Para manufacturar nuestras piezas relojeras altamente complejas, requerimos de personal cualificado. Por ello invertimos en un entrenamiento propio, que nos permite definir punteos de referencia y fijar hitos en esta profesión”.
Desde que la escuela de A. Lange & Sohne se inaugurara en 1997 se han formado entre sus paredes más de cien aprendices de relojería, un grabador y siete fabricantes de herramientas. Todo un éxito para una marca que controla así desde el inicio que todos los profesionales crezcan con el espíritu corporativo de la manufactura.