Uno de los puntos débiles en un reloj mecánico es el rozamiento de las distintas piezas entre sí, que obliga al uso de aceites lubricantes para evitar su desgaste, aceites que por su propia condición tienden a degradarse con el tiempo perdiendo así sus propiedades. Y uno de los puntos más delicados de un calibre mecánico es el escape, donde la rueda del mismo nombre (“rueda de escape”) golpea incansablemente –dos veces por segundo… por lo menos- las paletas del áncora, el elemento que controla la fuerza del muelle real dentro del barrilete. En su constante búsqueda de la funcionalidad, Sinn ha desarrollado la tecnología DIAPAL.
El escape, junto con el volante, conforma el llamado “órgano regulador”, que no es ni más ni menos que el “corazón” del reloj, cuya regularidad y precisión son vitales para la fiabilidad del mismo, y que por su actividad frenética (esas dos veces por segundo, tic y tac, pero que puede llegar hasta 36.000 veces por hora) ha sido siempre el talón de Aquiles de un movimiento que ha requerido constantemente la atención de los técnicos, buscando el equilibrio entre viscosidad y volatilidad, ya que a esas velocidades la temperatura local es -proporcionalmente- muy elevada.
La tecnología DIAPAL (contracción de DIAmante y PALeta) viene a solucionar definitivamente este problema: consiste básicamente en sustituir los rubíes de la paleta del áncora por diamantes especialmente cortados y configurados de tal modo que reducen la fricción hasta el punto que hacen innecesaria su lubricación, liberando al reloj, ni que sea parcialmente, de las obligatorias revisiones periódicas y alargando por tanto su vida útil. Iniciada la investigación en 1995, culminó en una patente en el año 2000 y en la aplicación de dicha tecnología en los primeros modelos del Sin 756 DIAPAL. No fue sencillo, porque no bastaba con las paletas de diamante: había que encontrar un material que combinado con ellas mantuviera una amplitud del volante –esto es, una precisión- aceptable. Prueba de ello es que los primeros 756 DIAPAL no estuvieron disponibles hasta 2007.
Actualmente podemos encontrar esta innovadora tecnología en diferentes relojes de la marca alemana, como el Sinn 358 Diapal, Sinn 103 ST Diapal o el 756 Diapal.