Rudis Sylva – Romain Gillet

Nos situamos a principios del siglo XIX, en la meseta del Jura. Es allí donde comienza la dinastía relojera de los Gillet. Si había algo por lo que preocuparse aquella mañana del 17 de Marzo de 1.810 no era tanto por la gruesa capa de nieve que se hundía a cada paso, ni el frío viento del norte que congelaba árboles y arroyos, más bien por los osos y los lobos, dos de los habitantes de las montañas a los que más temían los artesanos del Jura…

las montañas del Jura Suizo

Esa mañana, Joseph Gillet se levantó pronto, el viaje a Suiza sería duro. No podía aplazar su viaje, los relojeros estaban impacientes por descubrir los trenes de rodaje, espirales y ejes que habían elaborado durante los largos días de invierno Gillet y sus ayudantes. Con un tazón de leche y una manzana al horno en el estómago, Joseph comenzó un viaje de 6 días por la Chaux-de-Fonds y Le Locle.

Los años fueron pasando y su hijo Auguste, su nieto Henri F. y su bisnieto Henri A., todos ellos relojeros, asumieron el compromiso de entregar sus productos al gusto de Breguet, Jean-Richard y otros.

Dinastía de los Gillet

El tiempo y la relojería eran pues una verdadera vocación para la familia Gillet. En la década de los 60, la empresa Henri Gillet & Sons, con sede en Charquemont, suministraba sus productos por toda Europa.

La 5ª generación de la saga nació en 1.947. Un acertado Roger Alphonse estableció el negocio en la región de Franches-Montagnes y comenzó a crear relojes. Fueron siempre bocetos de ideas plasmadas en papel…

Bocetos de Roger Alphonse Gillet

Roger empezó a desarrollar su primer reloj mientras trabajaba para otras empresas de la región. Estos proyectos no terminaron de ver la luz pero, afortunadamente, pudo transmitir su pasión y conocimientos a Romain, su hijo, con quien comenzaba la 6ª generación de relojeros Gillet, el cual se licenció como relojero en Le Locle Technicum y poco después de terminar sus estudios entró a formar parte de la fábrica de Christophe Claret, donde participó activamente en el desarrollo de varios relojes con grandes complicaciones. Sin embargo, Romain, con la intención de poder dar rienda suelta a su instinto artístico decidió establecerse por su cuenta en la localidad de Les Bois.

Hoy, en la marca Rudis Sylva, su talento se refleja en un reloj donde se funden la historia y su identidad, un doble regulador resonante con doble fecha y carillón.

Rudis Sylva doble regulador resonante con doble fecha y carillón

Un sistema de regulación como éste, que ha sido patentado, no había existido antes. Romain Gillet se inspiró en pruebas realizadas sobre relojes tourbillon durante la década de 1.850 para crear este doble regulador resonante montado en una jaula con un doble cojinete de bolas desarrollado específicamente para Rudis Sylva. Este mecanismo ofrece un nivel excepcional de precisión, no solo por la capacidad de transmitir la energía, distribuida por la acción de dos volantes, también gracias al sistema que los une.

la acción de dos volantes

La doble fecha utiliza un sistema innovador, también patentado. El hecho de disponer de un espacio tan limitado para la misma obligó a los ingenieros a ser muy creativos en esta cuestión. Las agujas tienen forma de abetos, en claro homenaje a lugar donde comenzó la dinastía Gillet, las montañas del Jura.

Doble fecha y clave de fa

Cuando el carillón está en funcionamiento aparece la clave “fa” en la ventanita, y el símbolo de silencio cuando está parado. Cada propietario tiene la posibilidad de personalizar la melodía del reloj.

Personalización de la melodía en el Rudis Sylva

 

Este modelo, además de la versión en oro, tiene otra en platino.

Doble regulador a resonancia en platino