Para celebrar su nombramiento como concesionario oficial y servicio técnico de TAG-Heuer, la joyería Grau-Rabat de Barcelona inauguró el pasado día 9 de Octubre una exposición donde además de las últimas novedades de la firma pudimos ver pero sobre todo tocar tres de los griales de la relojería moderna, a saber: el Monaco V4, el Mikrograph y el MicroPendulum.
También allí tuve ocasión de hablar con la plana mayor de TAG-Heuer España en un ambiente distendido y completamente dispuestos a responder a todo tipo de preguntas, desde la ya vieja polémica del origen del calibre 1887 hasta la conveniencia –o no- de poner el prefijo de la matriz TAG a una antigua manufactura relojera –Heuer- que no habría podido sobrevivir sin la primera. Incluso hablamos de los calibres renombrados que, contra lo que algunos han insinuado en los foros, TAG-Heuer no oculta sino que clarifica perfectamente en el documento técnico que manejan los C.O. y al alcance de cualquiera que lo solicite.
Pero vayamos a los relojes.
Las tres piezas que tuve ocasión de probarme son la culminación del empeño del carismático Jean-Christophe Babin por poner a TAG-Heuer a la cabeza de la innovación relojera hace ya catorce años, cuando llegó procedente de fuera del sector. Y fue Stephane Linder, actual CEO después de la marcha del primero a Bulgari, el encargado de poner en marcha el revolucionario proceso.
En 2004 TAG Heuer desveló el MONACO V4 Concept Watch, el primer reloj del mundo con correas de transmisión, masa lineal de tungsteno y cuatro barriletes sobre rodamientos de bolas. Sólo seis años después, en 2010 y contra las predicciones del sector, lo presentó en una producción comercial. El Monaco V4 es el primer reloj de pulsera del mundo dotado de una masa lineal, montada sobre los rodamientos de bolas más pequeños del mundo (de 2,2 a 4 mm de diámetro, con un grosor de 0,6 a 1 mm), por no hablar de las correas de transmisión, delgadas como un cabello humano.
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Lanzado en enero de 2011, el MIKROGRAPH 1/100a marcó el inicio de la Alta Relojería “MIKRO” de TAG Heuer’. Esta innovación combina dos escapes que vibran respectivamente a 28.800 y 360.000 alternancias por hora. Ofrece una precisión y una cronometría incomparables gracias a sus engranajes independientes de «velocidad normal» y «velocidad rápida». Esta maravilla de la técnica redefine la manufactura moderna de cronógrafos al mismo tiempo que combina una invención Heuer de 1916, el Mikrograph (el primer contador capaz de medir la 1/100ª de segundo) con el emblemático diseño Carrera en oro rosa, para una edición limitada de 150 piezas con esfera marrón y correa de cocodrilo y otras 150 piezas con esfera gris antracita y correa de cocodrilo del mismo tono.
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El cronógrafo Carrera Mikropendulum es el más reciente cronógrafo de TAG Heuer con sistema de péndulo magnético y una precisión de 1/100a de segundo. La caja de 45 mm es de titanio grado 5 (de otro modo el titanio es imposible de pulir puesto que se desmenuza como un terrón de azúcar), satinado y arenado. El cristal zafiro curvado presenta un tratamiento anti reflectante por ambas caras. La esfera en gris antracita está satinada por un lado y presenta acabado Côte-de-Genève bajo el péndulo, el primer oscilador magnético sin muelle de espiral, que queda visto a las 9.
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