Modelos emblemáticos: el Fifty Fathoms de Blancpain

Modelos emblemáticos: el Fifty Fathoms de Blancpain

Hoy iniciamos una nueva serie de artículos sobre el origen de algunos relojes que se pueden considerar iconos, y este es el primero de estos modelos emblemáticos: el Fifty Fathoms de Blancpain, un reloj revolucionario que marcó un antes y un después en el paradigma actual de lo que debe ser un reloj de buceo.

El motivo de que nos adentremos en cómo y porqué se han materializado relojes como este es que nos apasionan los entresijos de las pasiones y obsesiones que se esconden detrás del desarrollo de algunos de los hitos de la Alta Relojería, algo que tenemos en común todos los enamorados del tiempo y su medición.

Porque todas las conquistas técnicas, estéticas y mecánicas que han enriquecido y elevado la Relojería a categoría de Arte guardan pequeñas y grandes historias, apasionantes, increíbles y en muchos casos épicas.

A continuación te relatamos el origen de uno de estos mágicos modelos emblemáticos: el Fifty Fathoms de Blancpain

El Fifty Fathoms de Blancpain es el paradigma de los relojes de buceo
El Fifty Fathoms de Blancpain es el paradigma de los relojes de buceo

Los orígenes

Como todos los grandes éxitos, el Fifty Fathoms es el resultado de una pasión, la de Jean-Jaques Fiechter, Presidente Director General de Blancpain entre 1950 y 1980, para quien, como aficionado al buceo, el lanzamiento de un reloj con características excepcionales para la práctica del submarinismo constituía no solo un reto profesional, sino una oportunidad de aunar sus dos grandes pasiones.

El origen de este modelo incomparable, también, está íntimamente ligado al desarrollo de una serie de operaciones militares de alto riesgo. Pasada la Segunda Guerra Mundial, el ejército francés creó una unidad de nadadores de élite a los que encomendó misiones de alto secreto relacionadas con el espionaje internacional. Estas consistían en sabotear navíos y perpetrar ataques nocturnos en puertos estratégicos, para lo cual se hizo imprescindible dotar a este cuerpo con tres instrumentos que debían proporcionar altos niveles de seguridad y fiabilidad: un reloj de buceo, un profundímetro y una brújula.

El capitán de la unidad, Robert Maloubier, se percató enseguida de que el reloj de buceo que necesitaban, que requería de una serie de atribuciones especiales como la medición del tiempo de inmersión y la capacidad de cronometrar el tiempo necesario para alcanzar ciertos objetivos de navegación, no existía en el mercado. Por ese motivo, él y su lugarteniente, Riffaud, consagraron su tiempo al diseño de los instrumentos que su idea de reloj debía poseer.

Con ese proyecto acudieron primero a la empresa LIB para que acometiera la fabricación del reloj en cuestión, pero tras la negativa de estos, tuvieron la suerte de dar con Fiechter, quien asumió el reto en nombre de Blancpain de forma entusiasta.

Sus instrucciones eran crear un reloj con esfera negra, dígitos grandes e indicaciones claras en forma de triángulos, círculos y cuadrados, y un bisel giratorio exterior que tomara como referencia los puntos de la esfera, con unas características que permitieran posicionarlo de manera que indicara el tiempo restante de buceo.

 

Imagen clásica de los primeros modelos el Fifty Fathoms de Blancpain
Imagen clásica de los primeros modelos el Fifty Fathoms de Blancpain

Para eso, Fiechter, se basó en su propia experiencia como buzo para desarrollar un bisel con giro unidireccional, que evitara la rotación espontánea y, por tanto, errores fatales de cálculo. Además, para asegurar la óptima impermeabilidad de la caja, incorporó la técnica del atornillado para fijar el fondo. Y con el mismo fin, también decidió dotarlo de un movimiento automático, que implicaba menos riesgo para el sistema de hermeticidad que la tradicional cuerda manual. Por último, para hacer del Fifty Fathoms de Blancpain un icono intemporal, le añadieron un sistema de protección antimagnética para que pudiera usarse con fines militares.

Así, de la colaboración entre los ingenieros de Blancpain y los oficiales del ejército francés, desde 1953 este modelo marcó los cánones y especificaciones que a partir de entonces y hasta nuestros días deben incorporar los relojes de buceo. Un mecanismo infalible que se culminó con la incorporación de un indicador de humedad. El resultado fue, como todos sabemos, uno de los relojes más apreciados de nuestra lista de modelos emblemáticos: el Fifty Fathoms de Blancpain, bautizado así por el concepto de la medida británica 50 brazas, que corresponde a 91’45 m, que es la profundidad máxima a la que se consideraba que podía llegar un buzo.

Un modelo de uso militar

Dada su alta fiabilidad y la precisión y utilidad de sus funciones, el ejército francés estableció, muy pronto, que fuera Blancpain la que equipara de forma exclusiva a la Marina francesa. La misma decisión tomaron otros países, y pronto la marca dotó de relojes a diversos ejércitos a lo ancho y largo del planeta.

El Fifty Fathoms de Blancpain de uso militar tenía dotaciones muy específicas
El Fifty Fathoms de Blancpain de uso militar tenía dotaciones muy específicas

Sin embargo, el uso militar siempre ha implicado una serie de exigencias técnicas que no son necesarias para el ámbito civil. Tal era el caso del Ejército Norteamericano, que entre otras cosas exigía el uso de diamantes de un determinado proveedor, lo cual reducía la calidad respecto a los empleados por Blancpain. Sin embargo, y gracias a la intervención de Allen Tornek, un afamado importador de relojes neoyorquino, el Fifty Fathoms también fue el modelo elegido para los submarinistas estadounidenses.

Esta circunstancia hizo que fuera necesario introducir algunos cambios para que el reloj cumpliera con los estándares impuestos, como el uso de tritium, un elemento radiactivo, para aumentar la luminosidad del bisel en condiciones extremas. Estas características se aplicaron a las que hoy conocemos como “series Tornek” del Fifty Fathoms.

Instrucciones de los modelos serie Tornek del Fifty Fathoms de Blancpain
Instrucciones de los modelos serie Tornek del Fifty Fathoms de Blancpain

El uso de este material altamente radiactivo hizo que Blancpain se viera en la necesidad de distinguir este tipo de relojes frente a los de uso exclusivamente civil, para lo cual incluyó en los relojes civiles un símbolo que destacaba la ausencia de radiactividad colocado sobre el dígito de las 6.

Versión civil del Fifty Fathoms de Blancpain con icono especial "No Radiations" a las 6
Versión civil del Fifty Fathoms de Blancpain con icono especial «No Radiations» a las 6
De modelo militar a icono para el gran público

A pesar de tratarse de un modelo pensado para uso militar, la versión diseñada para uso no militar poco a poco fue ganando adeptos entre la población civil, en parte gracias a un personaje en particular: Jacques Cousteau.

El famoso cineasta y naturalista francés se hizo muy popular gracias a sus documentales sobre el mundo submarino, y enseguida se hizo con un Fifty Fathoms. Por supuesto, esto hizo que la popularidad del modelo de buceo de Blancpain creciera como la espuma. Pronto se convirtió en un reloj deseado, y marcó tendencia.

No solo implicó la incorporación de sus mecanismos y especificaciones en todos los relojes de buceo, también significó un cambio a nivel estético, pues hasta ese momento se llevaban los relojes de pulsera con cajas muy pequeñas (32-34 mm). El Fifty Fathoms de Blancpain puso de moda una caja de mayores dimensiones que facilitaba la legibilidad.

De esta manera, el primer reloj de buceo de Blancpain alcanzó la categoría de icono. Con el devenir de los años, Blancpain ha ido introduciendo algunas modificaciones estéticas en su reloj, pero siempre ha mantenido el patrón genético que hizo grande a la marca y a este modelo en particular. Una historia de éxito que hace bueno aquello de que cuando una cosa funciona, no hay que cambiarla.